Ya se sabe que las aves utilizan los campos magnéticos de la Tierra para guiarse en sus vuelos migratorios, pero ahora un estudio de científicos británicos y alemanes ha revelado las claves de este misterioso fenómeno. Aparentemente, ciertas anomalías en estos campos les dicen a las aves que ya llegaron a su destino y deben dejar de volar, como una señal magnética de alto.
El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y en el que participan científicos de la Universidad de Oldenburg (Alemania), sugiere que la información que proporciona el campo magnético terrestre indica a las aves no solo hacia dónde volar, sino también hacia dónde y cuándo detener la migración. Así es como pueden trazar con precisión el curso que les lleva al mismo lugar de cría año tras año a lo largo de miles de kilómetros.
La forma en que las aves perciben el campo magnético de la Tierra ha sido objeto de una intensa investigación. Las aves podrían incluso «ver» las líneas de este campo magnético para determinar la dirección de sus rutas migratorias.
Joe Wynn, investigador del Instituto de Investigación Aviar de Alemania, explicó que «aunque sabemos cada vez más sobre cómo las aves heredan la información migratoria de sus padres, es difícil entender cómo regresan al mismo lugar año tras año con precisión milimétrica». .» .
«Así que es muy emocionante que hayamos podido encontrar evidencia de que los pájaros cantores pueden usar señales magnéticas que les permiten ubicar sus hogares», agregó.
«Ha llegado a su destino»
El equipo analizó datos de casi 18,000 currucas para estudiar cómo las aves usaron el campo magnético de la Tierra para encontrar su sitio de reproducción. Son pequeños pájaros cantores que cada año atraviesan el desierto del Sáhara para pasar el verano en Europa.
Descubrieron que cuando el campo magnético de la Tierra se movía ligeramente, los lugares a los que regresaban las aves se movían con él, lo que sugiere que estos animales se dirigían a un objetivo magnético en movimiento.
Las aves parecían interpretar cierta información magnética como una «señal de alto». Esto sucede cuando se produce una inclinación magnética particular que les indicaría a las aves que han llegado a su lugar de reproducción.
El trabajo utilizó datos basados en el anillado de especímenes. Wynn agregó que «los datos de anillado son una forma fantástica de responder preguntas sobre la migración, simplemente porque se han recopilado durante tantos años en un área tan grande… y observando dónde se han anillado las aves y dónde se recuperaron posteriormente, ver que estas aves utilizan una determinada coordenada magnética como señal de parada; cuando alcanzan el valor correcto del campo magnético, dejan de migrar».
Wynn explica que «la información magnética parece ser bastante estable, lo que significa que estos campos no cambian mucho en un lugar determinado de un año a otro. Entonces, la señal que creemos que usan las aves, la inclinación del campo magnético, da a las aves la oportunidad de regresar al sitio de reproducción.
En conclusión, el Dr. Wynn dijo: «La migración transcontinental de aves muy ligeras es notable por muchas razones, pero la capacidad de identificar con precisión el sitio de reproducción en la mitad del mundo es quizás el aspecto más extraordinario de todos». «.
«El hecho de que podamos estudiar esto utilizando datos recopilados por científicos y observadores de aves es muy emocionante, y esperamos que este uso de datos de ciencia ciudadana inspire a otros a salir, observar aves y aprender más entusiasmo por la ciencia en general».
Estudio de referencia: https://www.science.org/doi/10.1126/science.abj4210
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