Desequilibrio de género en la anticoncepción: ¿cuándo la píldora masculina?

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Píldora, parche, DIU, diafragma, espermicida, implantes, inyectables, ligadura de trompas… Las mujeres tienen a su disposición muchas opciones anticonceptivas diferentes, mientras que para los hombres solo se han desarrollado dos, el preservativo o la vasectomía: la ciencia no ha dado una respuesta mayoritaria a la anticoncepción masculina porque, en el siglo XXI, la responsabilidad de la planificación reproductiva aún recae casi exclusivamente en las mujeres.

La cuarta ola feminista denuncia este desequilibrio y los ecos de esa reivindicación llegan esta semana al Congreso de los Diputados, donde se debatirá -a instancias de Unidas Podemos- sobre la necesidad d’impulsar la investigación relativa al desarrollo y la implantación de anticonceptivos hormonales masculinos en España.

«Hay una gran exhibición de anticonceptivos diseñados para mujeres y solo dos para hombres. ¿No nos hace preguntarnos qué está pasando para poner la responsabilidad de la anticoncepción en las mujeres? La respuesta es claramente género, estas no son preguntas científicas, son Se trata de cuestiones culturales que tienen que ver con el patriarcado, con roles de género que entienden que somos nosotras las que debemos asumir la responsabilidad y por lo tanto que los hombres están al margen y eso afecta el despliegue de anticonceptivos masculinos”, explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica, la diputada de la UP Sofía Fernández Castañón.

«Una forma más de machismo»

Dans le même ordre d’idées, le président de la Société espagnole de contraception (SEC), José Gutiérrez Alés, reconnaît que « la contraception est injuste pour les femmes » : « Il est clair que le fait qu’il y ait beaucoup plus de méthodes féminines que masculines signifie qu’il y a été une conception de lier le contrôle de la grossesse presque exclusivement aux femmes et qu’il est plus fiable si elles assument la responsabilité de l’éviter et c’est une forme de machisme de Más «.

“No hay otra explicación plausible desde el punto de vista científico”, prosigue Gutiérrez Alés en conversación con este diario.

Fernández Castañón destaca un factor clave en este desequilibrio en el control de la natalidad, una concepción histórica de la sexualidad que entendió -no hace mucho tiempo- que la mujer tenía que satisfacer las necesidades masculinas. Al mismo tiempo, la sociedad penalizaba severamente a quienes tenían que lidiar con embarazos no deseados (por ejemplo, fuera del matrimonio y en un contexto donde el aborto estaba prohibido) y el cuerpo de las mujeres sufría los efectos secundarios de la píldora y otros métodos similares.

La Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo establece que es obligación del Estado garantizar el acceso universal a prácticas clínicas efectivas en planificación reproductiva mediante la incorporación de anticonceptivos de última tecnología respaldados por evidencia científica.

En este sentido, Podemos insiste en su iniciativa -que se debate este miércoles en la Comisión de Igualdad- en que «una de las estrategias necesarias para reducir la brecha de género en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres es impulsar la investigación de hormonas masculinas de última generación». métodos anticonceptivos.

La pastilla que nunca llega

El grupo confederal considera que la disponibilidad de métodos anticonceptivos hormonales para hombres contribuiría a una mayor participación de los hombres en la planificación familiar, por lo que consideran necesario desarrollar opciones que sean seguras, efectivas, reversibles, fáciles de usar e independientes del sexo. . . Sin embargo, el horizonte temporal de la píldora hormonal masculina aún está lejos.

El presidente de la Sedra-Federación de Planificación Familiar, Guillermo González, sostiene que las investigaciones sobre los anticonceptivos hormonales masculinos comenzaron incluso antes de los estudios sobre la píldora femenina, alrededor de 1939. Sin embargo, precisa, “el patriarcado y el machismo impidieron que se hicieran estas investigaciones.

Además, prosigue González, “la industria tampoco se ha interesado por la investigación porque sabe que los dividendos que traerá no son grandes” por esta diferenciación de la responsabilidad sexual.

«Aquellas que se quedaban embarazadas se interesaban más en evitarlo, por lo que era más fácil» para la industria farmacéutica cubrir la demanda de las mujeres que «dejarlo en manos de los hombres», reconoce el presidente de la Compañía Española de Anticonceptivos.

No obstante, Gutiérrez Alés señala que la investigación sobre anticonceptivos hormonales para hombres se encuentra actualmente en «una fase muy avanzada» y que la ciencia ya conoce las dosis ideales y los efectos secundarios de su administración, ya que se han realizado ensayos con un número suficiente de individuos. .

A partir de ahora, especifica que es necesaria una investigación más amplia para probar su confiabilidad en el uso regular, se trata de “estudios clínicos aleatorizados”. Cree que en esta década por fin verá la luz una especie de píldora masculina.

Educación sexual

La SEC apoya la promoción de este método, porque “tiene la misma base” que el método femenino: al igual que la píldora actúa sobre el eje hipotálamo-hipófisis-ovario, en el caso de los hombres lo hará sobre el eje hipotálamo. -hipófisis – testículos. Se administrarían hormonas artificiales para «engañar» al cerebro para que no le diga al testículo que produzca testosterona.

De Sedra, González señala que la clave para involucrar a los hombres en la anticoncepción no está en la ciencia, sino en la educación sexual, que es la que “debe resolver la injusta diferencia entre los sexos” y contribuir a la corresponsabilidad en la planificación familiar.

“Estamos más cerca, pero sigo viendo peligros que la educación sexual debe resolver. La corresponsabilidad sexual va a ser difícil, no por una imposibilidad química o técnica, sino por la imprudencia de los hombres”, concluye la presidenta de Sédra.

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