Según información de ‘El Público’, la comisión judicial se presentó a las 9:30 horas en la vivienda, donde más de 50 personas intentaron impedir su desalojo.
Después de que el Gobierno anunciara esta semana la prórroga de la moratoria de los desahucios de familias vulnerables hasta el 30 de septiembre, siguen produciéndose muchos desahucios en España, como es el caso de la familia desalojada este lunes de su piso del barrio barcelonés de Poble Sec.
El sindicato de la vivienda de Carabanchel había convocado a través de Twitter a todos los vecinos a defender la casa de la octogenaria pareja.
Sobre las siete de la mañana, según el tuit publicado por un periodista de ‘El Público’, los agentes derribaron la puerta del portón y procedieron a desalojar a la decena de activistas que intentaban bloquear la entrada al edificio. En la calle, un cordón policial les impedía acercarse.
Dentro de la casa, los activistas defendieron a José Manuel (María, que tiene una discapacidad, tras el desalojo de uno de sus hijos) tirando huevos y bolas de pintura a los antidisturbios para dificultarles la entrada.
José Manuel dijo: «Tuve un error que reemplacé hace mucho tiempo, nunca dejé de pagar el alquiler». También quiso aprovechar para dar las gracias a todos los vecinos, «me ayudaron en todo lo posible».
Horas después del desalojo, se convocó una protesta de los servicios sociales con más de 50 participantes.
¿Por qué son expulsados?
José Manuel y María tenían un antiguo alquiler por el que pagaban 150 euros al mes más gastos de comunidad y otros elementos.
La negligencia de Manuel en el pago de un depósito de la comunidad hizo que su deuda ascendiera a unos 800 euros, que ya ha pagado, pero este descuido le costó la reclamación del arrendador por incumplimiento de contrato.
En las más de cinco décadas que habían vivido en este apartamento, nunca habían tenido ningún problema.
Todo empezó cuando el heredero del inmueble quiso aprovechar la sentencia del matrimonio para rescindir el antiguo contrato de alquiler y tener carta blanca para vender o alquilar una casa al precio de mercado que puede rondar los 800 euros al mes.
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