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Las buenas personas no suelen hacer historia.

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Hay hechos cotidianos que, una vez conocidos, resultan definitivos para la historia de los pueblos e incluso de la Humanidad. Te invito a conocer la historia en la que participa una persona que conoces bien, aunque no sepas su nombre, Ugur Sahin.

La familia de Joachim vivía en un barrio de las afueras de Colonia. Fue en 1969 cuando su hijo de cuatro años hizo un nuevo amigo, Ugur, un vecino que acababa de llegar de Turquía con sus padres y encontró trabajo en la cercana fábrica de Ford.

Joachim era un padre al que le encantaba jugar con su hijo y sus amigos. Entonces se convirtió en un amigo cercano de Ugur y su familia. Pasa el tiempo y ha llegado el momento en que los profesores de su hijo y Ugur debían decidir qué camino iban a seguir sus alumnos. En el sistema educativo alemán, quienes van a poder acceder a estudios universitarios pasan por el Gymnasium. Otros son seleccionados para ir a la Hauptschule oa la Realschule.

El hijo de Joachim fue elegido para ir al Gymnasium, pero Ugur no. Joachim sabía que era una decisión injusta basada, muy probablemente, en prejuicios xenófobos y racistas. Aunque eran numerosos, los turcos tenían prácticamente prohibido el acceso a la Universidad.

Joachim no estaba dispuesto a que se consumara esta injusticia y fue a hablar con los maestros de la escuela. Los profesores se mostraron reacios, pero la insistencia y los buenos argumentos de Joachim les hicieron reconsiderar su decisión: Ugur fue al Gymnasium como el primer hijo de inmigrantes turcos en esta escuela. Afortunadamente, fue así. Ugur estudió medicina en la Universidad de Colonia. Obtuvo su doctorado en 1992 con una tesis sobre inmunoterapia de células tumorales. Estudio matemáticas en la Universidad Abierta de Hagen. Conoció a Ozlem, su mujer, de origen turco y nacida en Alemania trabajando en un hospital de Hamburgo.

Ugur y Ozlem son los fundadores de Biontech, la empresa que creó la vacuna que llamamos Pfizer (este laboratorio se limita a distribuir la vacuna creada por Biontech). Una vacuna que ha hecho tanto bien al mundo.

Esta pequeña historia no es sobre Ugur y Ozlem. Esta es la historia de Joaquim, una persona como todos nosotros, que tomó la decisión de actuar, de no dejar que la injusticia, los malos ganen. Esta historia se la debemos a Jorge Corrales, profesor, guionista, escritor y residente en Berlín que la inicia en su cuenta de Twitter escribiendo: “La gente buena no suele encajar en la historia. Joachim Michelberger era un buen hombre y por eso cuento su historia. Joachim cambió mi vida, cambió la tuya y la de millones de personas… y aún no lo conoces”.

Esta historia es para nosotros y para nuestros hijos. De nosotros depende ser parte de una mejor comunidad educativa, de un mundo más justo. Te sugiero que compartas esta historia con tus hijos y les preguntes si todos podemos comprometernos a ser Joaquín, a ser todos buenos. Aunque no pasemos a la historia.

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