Cuatro días en cuidados intensivos y mucha fuerza para Jorge, un niño de 12 años con covid

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Mientras España avanza hacia el fin de todas las restricciones impuestas por la pandemia, quedan por contar las mil y una historias de una crisis sanitaria que nos ha puesto la vida patas arriba. Cicatrices de guerra. Nadie se imagina que un niño acabe en cuidados intensivos a causa del coronavirus. Pero, en estos dos años, varios han tenido que pasar por unidades de cuidados intensivos: un total de 52 por la unidad de cuidados intensivos pediátricos del Hospital Niño Jesús de Madrid desde el inicio de la pandemia. Jorge, que dentro de poco cumplirá 13 años, fue uno de ellos. Fueron cuatro días de angustia para su familia que, paradójicamente, no recuerda como traumáticos, cuenta a El Periódico de España su madre, Laura Cazalis.

Jorge fue dado de alta en junio de 2021. Estuvo hospitalizado durante 12 días. Cuatro en cuidados intensivos. Laura Cazalis reconstruye su historia. El adolescente pasó covid asintomáticamente en mayo de 2021 (cuarta ola). Nadie se dio cuenta. Su familia no sabía lo que había sucedido. Jorge presentaba síntomas de una gastroenteritis «muy rara». De hecho, nadie ha asociado estos síntomas con el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (MPIS, por sus siglas en inglés), un síndrome inflamatorio sistémico raro asociado con la exposición al virus SARS-CoV-2 en niños y adolescentes.

Se sabe que muchos niños con SIMP han tenido el virus o han estado cerca de alguien con covid-19

Es una afección en la que se pueden inflamar diferentes partes del cuerpo, como el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos o los órganos gastrointestinales. Se sabe que muchos niños con SIMP han tenido el virus o han estado cerca de alguien con covid-19. «Fue lo primero que le pasó. El problema es que como no sabíamos que la infección había pasado, no se detectó», dice Laura. De hecho, las pasadas navidades el chico se volvió a infectar con la variante omicron, de nuevo de forma asintomática. La diferencia, agrega su madre, es que esta vez no desarrolló el mencionado síndrome.

«Fue muy malo»

Después de este covid que nunca supimos que tenía, el adolescente comenzó a empeorar día a día. Su madre se sorprendió. “Fue prematuro, pero nunca empeoró. Lo único, cuando se resfrió, laringitis”, dice. Laura lo llevó varias veces al médico, le hicieron pruebas de antígenos, pero no dio positivo, así que lo enviaron a casa. Luego lo llevó al Hospital Niño Jesús. Todos asumieron que continuaba con gastroenteritis. Pero Laura no se rindió. “Les dije: ‘Conozco a mis hijos (tiene otro mayor) y los dos son muy duros, les pasa como a mí.

La mayoría de los pacientes que han ingresado en cuidados intensivos por coronavirus lo han hecho por SIMP, que se manifiesta a las cuatro o seis semanas de la infección

Con cada día que pasaba, el niño se sentía peor y peor. Ni siquiera podía abrir los ojos o ver la televisión. “Fue terrible”, resume Laura. La mayoría de los pacientes que han ingresado en cuidados intensivos por coronavirus lo han hecho por SIMP, que se manifiesta cuatro o seis semanas después de la infección. Los síntomas más comunes son fiebre, dolor abdominal intenso y diarrea. En el caso de Jorge, su sistema inmunológico muy poderoso trabajó en su contra, dice Laura: “Su sistema atacó al virus con mucha violencia, se volvió loco y se atacó a sí mismo”, resume la madre.

Lo cierto es que el pequeño acabó ingresado 12 días en el hospital. Muy mal, insiste Laura. Su sistema inmunológico luchó tan duro contra el covid que esta batalla lo derrotó. Su madre dice que ella misma ha estado en contacto con el virus -«siempre ha estado por encima de mí»- en muchas ocasiones. Nunca se contagió. Cuando su hijo terminó en cuidados intensivos, los médicos aún no sabían qué le pasaba. Estaban buscando respuestas a esta terrible condición. Todavía dormido. Hasta que después de muchas pruebas, preguntan: «¿Este niño pasó el covid?» La madre respondió que no sabía. Con un escáner vieron que tenía muchos anticuerpos.

rápida evolución

Laura reflexiona sobre los cuatro días que Jorge pasó en cuidados intensivos: “No lo recuerdo tan mal porque todo salió bien. Sabía que estaba en el mejor lugar y en las mejores manos en ese momento. Sí, estaba muy cansada. física y psicológicamente, no saber qué le pasaba». La primera noche en cuidados intensivos, su presión arterial bajó mucho y «estaba muy enfermo». Gracias a las drogas, la situación no se complicó. Jorge reaccionó y la evolución fue muy rápida. De hecho, los especialistas pensaron que pasaría más tiempo en la unidad. Lo mismo en el dormitorio. A toda velocidad, se precipitó hacia adelante.

El chico estaba asustado pero tenia mucha fuerza y ​​al final los recuerdos que tiene de su estancia en el hospital son buenos

Pero, admite Laura, nadie imagina que el covid pondrá a un niño en cuidados intensivos. “Cuando, al cabo de un mes, el cardiólogo lo sacó, dijo que lo que tenía era insuficiencia aórtica mitral. Su corazón estaba bien, pero al tener falla multisistémica no estaba funcionando correctamente”, detalla. Al cabo de un rato, la madre empezó a hablar con el niño sobre cómo lo había vivido. Cuando comenzó el nuevo año escolar, en septiembre, lo probó. Quería saber si necesitaba más atención psicológica de la que ya había recibido en el hospital. Pero los médicos le dijeron que no era necesario. Jorge estaba asustado, pero tenía mucha fuerza y, al final, sus recuerdos de su estancia en el hospital son buenos.

Jorge aún no ha podido vacunarse. Cuando le tocó el turno, se volvió a infectar con la variante omicron.

Jorge aún no ha podido vacunarse. Cuando lo toqué, se volvió a infectar. Los médicos dicen que no se conocen ni la(s) causa(s) ni los mecanismos patogénicos involucrados en SIMP. Los niños con antecedentes asociados con el SARS-CoV-2 tienen altos niveles de anticuerpos contra el virus, pero su duración y protección no están claras. Por ello, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomendó el pasado mes de enero para niños y adolescentes con SIMP reciente, que la decisión de vacunar debe ser individualizada y sopesada, por un lado, los riesgos de exposición al SARS – CoV-2, el de la reinfección y el de la enfermedad grave y, por otro lado, el de la seguridad y eficacia de la vacunación.

una suite

Un estudio reciente realizado por el Hospital Niño Jesús concluye que el cansancio es la principal secuela que presentan los niños ingresados ​​en la unidad de cuidados intensivos pediátricos (USIP) a causa del covid-19. La investigación, dirigida por la doctora Inés Leoz y cuyos resultados se han publicado en la revista ‘Medicina Intensiva’, se ha llevado a cabo en la consulta post-UCIP con más de 30 niños que habían estado ingresados ​​en unidades de cuidados intensivos desde el inicio del pandémica hasta julio de 2021. El estudio compara pacientes que ingresaron por coronavirus y aquellos que lo hicieron por otros motivos.

Tal y como explica el doctor Leoz a El Periódico de España, en su investigación los niños con covid estudiados estaban previamente sanos, por lo que se compararon con otros que también estaban sanos antes de entrar en el hospital ‘UCIP y que han estado ingresados ​​por una enfermedad aguda’. (por ejemplo, una crisis asmática, traumatismo craneoencefálico, sepsis, etc.).

Según el estudio realizado en el centro de salud, explica el intensivista, en algunos pacientes vieron problemas para dormir, dificultad para incorporarse a la escuela, ansiedad y síntomas de estrés y trauma sin encontrar disparidad entre los dos grupos de pacientes. Las únicas dos diferencias encontradas son que los niños hospitalizados por coronavirus podían incorporarse antes a la escuela pero estaban más cansados ​​al realizar actividades que para ellos eran normales, como jugar, correr o caminar. Este cansancio mejoró con el tiempo y, generalmente, en una segunda consulta, ya no lo tenían.

Un estudio del Hospital Niño Jesús encontró que los niños ingresados ​​con coronavirus podían incorporarse antes a la escuela pero estaban más cansados

En el caso de Jorge, su madre notó que el verano pasado, luego de su ingreso, estaba más cansado, por ejemplo al nadar. Pero recuperó su fuerza, aunque Laura se preocupa por estas consecuencias. Conoce el caso de otro minero al que le tocó el corazón. Como en el caso de los adultos que llevan meses en cuidados intensivos a causa del covid, en la consulta post-UCIP de Niño Jesús se valora la recuperación de los pacientes y sus familias tanto desde el punto de vista físico como psicológico.

Desde el inicio de la pandemia, 52 niños han estado ingresados ​​en cuidados intensivos en el Hospital Niño Jesús a causa del coronavirus. Algunos, con otras patologías previas o inmunocomprometidos, precisa el reanimador, los que más tiempo han pasado en cuidados intensivos. La edad promedio fue de 10 años. La mayoría de ellos no estaban vacunados contra el covid-19, porque en su momento no estaba aprobada la vacunación de menores. Con el inicio de las vacunaciones infantiles, el centro ha visto un descenso notable en el número de ingresos por covid.

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