Un zaragozano pagará sobre todo muy caro los 25 kilómetros que hizo recorrer un taxista entre Alagón y la capital aragonesa y que decidió no pagar. El viaje ascendió a 68,05 euros a los que hubo que sumar una multa de 548,05 euros para evitar ir a la cárcel. Se lo prometió al juez, pero no lo hizo y ahora tendrá que ingresar en el centro penitenciario de Zuera.
Previamente, el juez había intentado embargar bienes, aunque se encontraba en concurso de acreedores, por lo que tuvo que ejecutar la sentencia a favor del taxista, que estuvo representado por el abogado Marco Antonio Navarro.
Los hechos que reconoció el estafador, identificado como Estiben V. G, ocurrieron alrededor de las 21:51 horas del 17 de diciembre de 2020. El joven se encontraba en la gasolinera Miravegas y solicitó el servicio a través de la cooperativa Radio Taxi. Hasta entonces, este servicio público evolucionaba en la creencia de que el demandado sería responsable del importe de la carrera al final de la misma, como se suele hacer. El destino era un número de la calle Salvador Minguijón, en el barrio de Las Fuentes.
esperé 25 minutos
En un momento, cuando llegaban a su destino, el joven le dijo al taxista que había tenido problemas con la tarjeta, con la intención de pagar con ella el trayecto, que ascendía a 68,05 euros. El visado fue denegado por el dispositivo, a lo que el imputado indicó que se dirigía a un cajero automático cercano para retirar dinero y realizar el pago. Después de bajarse del taxi, nunca volvió, dejando su tarjeta dentro del vehículo. Durante 25 minutos la esperó.
Gracias a ello, la Policía Nacional abrió una investigación para intentar localizar y detener al joven. Encontraron un celular a su nombre, ya que tenía antecedentes de lesiones y tráfico de drogas, entre otras cosas, y lo llamaron. Este último, según el comunicado, fue informado de la denuncia interpuesta en su contra, negando los hechos e incluso se sintió ofendido por la acusación.
Sin embargo, el taxista había explicado a los agentes que había recogido a Estiben VG en la estación de servicio porque había tenido una incidencia con la moto y no podía arrancarla. Entonces, los oficiales escanearon las cámaras de seguridad de la instalación y pudieron poner una cara para identificarse.
Finalmente fue arrestado, juzgado y sentenciado. Le mintió al taxista y al juez que lo perdonó para ir a la cárcel a cambio de pagar una multa más alta de lo que le hubiera costado el viaje y ahora terminará tras las rejas.
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