Toca el timbre el vicepresidente primero del Gobierno central. Mientras en Canarias Ángel Víctor Torres aseguraba con voz ronca dondequiera que habla que Madrid dará marcha atrás al real decreto que relaja las autorizaciones administrativas necesarias para la instalación de plantas de regasificación en el Archipiélago, Nadia Calviño defendía en el Senado la medida -incluida en el paquete aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros para paliar los efectos de la guerra de Ucrania -tan específico para las islas- y que demuestra la «particular sensibilidad» de la coalición PSOE-UP hacia las islas.
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