El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apostado por la realpolitik al aprobar el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental como la propuesta «más seria, realista y creíble» para resolver un conflicto enquistado desde hace 47 años. El histórico punto de inflexión en la tradicional política española hacia la antigua colonia se conoció el 18 de marzo gracias a la carta enviada por Sánchez al rey Mohamed VI que difundió Rabat. Este cambio de postura se reflejó en diferentes ámbitos.
1.- Una nueva etapa en la relación
Tras un largo paréntesis, el Gobierno considera que se abre una nueva etapa en la relación con Marruecos “basada en el respeto mutuo, el respeto a los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente”. Precisamente, este jueves, el presidente viajará a Rabat para escenificar con el rey Mohamed VI la reanudación de las relaciones, congeladas desde que el «asunto Ghali» desencadenó una grave crisis diplomática.
2.- El regreso del embajador
La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, ha regresado a su despacho en Madrid, poniendo así fin a una ausencia de diez meses, el tiempo transcurrido desde su llamada a consultas por parte de Rabat. Su salida de España se debió al malestar que suscitó en el reino alauí la recepción del líder del Frente Polisario -al que Marruecos considera un «enemigo»- para ser atendido por covid-19 en un hospital de Logroño en abril de 2021.
3.- Ceuta y Melilla aplauden el cambio de rumbo
Sánchez tiene un aliado en el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, del Partido Popular, que ha prometido lealtad absoluta al jefe del Ejecutivo y ha compartido la tesis del Gobierno central de que la integridad territorial de la ciudad autónoma está ahora «garantizada». El presidente, por su parte, prometió una inversión de 20 millones de euros para la estación marítima de Ceuta. En Melilla, Sánchez también encontró un ánimo positivo en el presidente Eduardo de Castro, exmiembro de Cs, optimista ante esta nueva etapa del acuerdo con Rabat.
4.- Reanudación de la operación cruzando el estrecho
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció que discutirá con su homólogo marroquí, Naser Burita, la próxima Operación Paso del Estrecho (OPE), así como la normalización de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas. La idea es restablecer completamente las conexiones con España y fortalecer el control sobre el movimiento de personas, bienes y servicios entre los dos países. En definitiva, poner fin al cierre de fronteras decretado por Marruecos durante la pandemia alegando motivos sanitarios. El cierre duró dos años. Según Interior, en 2019, último año en el que tuvo lugar la OPE, pasaron por España un total de 3.242.970 pasajeros y 760.215 coches.
5.- El juez del caso Ghali ya no ve un encubrimiento
Rafael Lasala, el juez que investigó durante nueve meses la entrada de Brahim Ghali en España, dejó de ver «documentos falsos y encubrimiento» en la actuación de la exdirección de Exteriores. Una historia que da un giro de 360 grados en el escrito que cierra provisionalmente la causa contra Camilo Villarino, jefe de gabinete de la exministra Arancha González Laya, jefa de la diplomacia española cuando se decidió acoger a Ghali por razones humanitarias. Lasa reconoce que no hay indicios de falsificación de documento de identificación personal ni de ocultación, delitos por los que Ghali ha sido investigado en dos causas separadas ante la Audiencia Nacional.
6.- Rabat se compromete a controlar los flujos migratorios
El Ministerio de Asuntos Exteriores español asegura que Rabat está dispuesta a garantizar el control de los flujos migratorios y la lucha contra el tráfico de seres humanos, así como la cooperación en materia antiterrorista, utilizando todos los mecanismos de la cooperación bilateral y evitando «acciones unilaterales» en el Palabras de José Manuel Albares. De ello se deduce que serían impensables imágenes como las de mayo de 2021, cuando Rabat permitió la llegada irregular de más de 10.000 personas a Ceuta.
7.- Argelia retira a su embajador y encarece el gas
Entre las consecuencias negativas del cambio de postura del Gobierno está el enfado de Argelia -aliada del Frente Polisario, organización que pide un referéndum de autodeterminación para los saharauis- por lo que considera una «segunda traición histórica» de Madrid hacia del pueblo saharaui tras el acuerdo de 1975 por el que se cedía el territorio del Sáhara a Marruecos y Mauritania. Argel acusó a Madrid de ceder al «chantaje» marroquí y llamó a consulta a su embajador en Madrid, Said Moussi. No solo eso. L’énergéticien Sonatrach maintiendra les prix du gaz pour tous les pays acheteurs à l’exception de l’Espagne, pour laquelle il entend recalculer les prix jusqu’en 2024. L’Algérie veut aussi faire de l’Italie un partenaire prioritaire au détriment de España.
8.- Congreso Rebelión, Podemos y socios de investidura
El punto de inflexión en torno al Sáhara abrió ampollas en toda la clase política y abrió una nueva grieta en la coalición, donde Unidas Podemos mostró su giro profundo. La vicepresidenta segunda y líder de la formación morada, Yolanda Díaz, ha recordado que “cualquier solución al conflicto debe pasar por el diálogo y el respeto a la voluntad democrática del pueblo saharaui”. Los socios de investidura de Pedro Sánchez han forzado una votación sobre el Sáhara en el Congreso para obligar al PSOE a tomar posición y todos los grupos parlamentarios han dejado claro que el Gobierno sólo está en un punto de inflexión que rompe un largo consenso parlamentario.
9.- La decepción de los saharauis
Con el lema «Sánchez, cuidado, el Sáhara no se vende» y rodeada de las banderas de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), la Coordinadora Estatal de Asociaciones de Solidaridad con el Sáhara se manifestó a las puertas del Ministerio de Exteriores protesta contra el giro del gobierno, denuncia las «traiciones» del pueblo saharaui y reclama el derecho a la autodeterminación y el respeto a las resoluciones de Naciones Unidas.
10.- La distinción europea
Bruselas valora positivamente el acercamiento entre España y Marruecos, producido tras el cambio político del gobierno de Pedro Sánchez y su aceptación del plan de autonomía para el Sáhara Occidental diseñado por el gobierno marroquí. Sin embargo, también aclaró que cualquier solución sobre el estatus futuro del territorio debe basarse en un compromiso que respete la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. El alto representante de la UE para la política exterior, Josep Borrell, también cree que no contradice la solución en el marco de la ONU que defiende la Unión Europea.
.
