L’Espagne et le Maroc se sont engagés à inaugurer une étape «sans précédent» dans les relations bilatérales avec une feuille de route durable et ambitieuse, dont la portée sera définie lors de la convocation d’une réunion de haut niveau (RAN) avant el fin de año. «Es un día muy importante», dijo el jefe ejecutivo. “Este es un momento histórico, necesario para ambos países”.
El texto pactado reafirma el giro de España sobre el Sáhara Occidental, que ha permitido superar 15 meses de crisis diplomática, y pone blanco sobre negro el reconocimiento del plan de autonomía marroquí como «la base más seria, creíble y realista para resolver el diferendo». . Pero no incluye uno de los temas que más ha peleado España en las negociaciones, la mención expresa a la «integridad territorial», y que Sánchez había incluido en la carta enviada a Mohamed VI el 14 de marzo.
Precisa que «los asuntos de interés común serán tratados con espíritu de confianza, mediante consulta, sin recurrir a actos unilaterales o hechos consumados». Una mención que para el Gobierno era muy importante porque compromete a Rabat a no repetir acciones como la oleada de inmigrantes que, el pasado mes de mayo, se lanzó contra las costas de Ceuta.
España y Marruecos también avanzan en la reapertura de fronteras, cerradas desde la pandemia, pero que el reino alauita ha mantenido cerradas como medida de presión, y apunta a «la plena normalización de la circulación de personas y mercancías» que «permitirá se restablezca el orden, incluidas las disposiciones adecuadas para el control de aduanas y personas a nivel de la tierra y del mar».
España y Marruecos se comprometen a un «acuerdo permanente» y una «cooperación leal»
Además, “se relanzará y reforzará la cooperación en materia migratoria”, se iniciarán los preparativos de la Operación Paso del Estrecho y se creará un grupo de trabajo sobre delimitación de espacios marítimos en el litoral atlántico.
Según el presidente del Gobierno, «se acabó un período de desencuentro». Sánchez fue recibido en Rabat por Mohamed VI en pleno Ramadán y participó con el monarca en la cena con la que los musulmanes rompen el ayuno de todo el día. Un gesto que hasta ahora el rey marroquí sólo ha tenido con Juan Carlos I, y posteriormente con Felipe VI y la reina Leticia, y que debe solemnizar la apertura de esta nueva etapa bilateral.
El gobierno esperaba mucho de esta visita. En una conversación informal con los periodistas que le acompañaron en el avión, ya ha dicho que el encuentro será satisfactorio y que «se producirán novedades en los próximos días». Así lo defendió también en la entrevista matutina que mantuvo con el nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en La Moncloa, que felicitó su forma de abordar esta modificación de una cuestión fundamental de política exterior. Pero, aunque esta cuestión se trató durante la reunión, Sánchez asegura que Feijóo no aclaró la posición del PP sobre el Sáhara y sobre Marruecos.
El Presidente subrayó que la solución se encontrará en el seno de la ONU, con el trabajo del nuevo enviado especial Staffan de Mistura, que Marruecos y el Frente Polisario decidirán y que, y esto es lo más importante, que varios países, «que están no menores”, como Estados Unidos, Francia y Alemania apoyan el camino de la autonomía.
Y aunque la contrapartida fue el enfado de Argelia, que retiró a su embajador en Madrid, el jefe del Ejecutivo no considera que represente ningún peligro para el suministro de gas y limita una subida de precio negociada entre este país y las operadoras españolas. empresas privadas de energía. “Estamos trabajando para volver a la normalidad”, dijo. Mientras tanto, subrayó, la colaboración con Argel en temas de inmigración y seguridad continúa sin problemas.
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