Estas 72 horas han sido abrumadoras para la política exterior española: Argelia suspende los tratados de amistad y congela el comercio con España; Bruselas advierte a Argel de las consecuencias, Argel se retira. La crisis diplomática sigue abierta, en cauce, pero el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, parece haber salvado el primer golpe, el económico.
La UE ha respaldado sin titubeos a España en materia comercial, en un comunicado conjunto del Alto Representante para la Política Exterior, Josep Borrell, y el vicepresidente comunitario, Valdis Dombrovskis, que desfigura el comportamiento argelino y advierte de las consecuencias. Pero con un mensaje al pie de la página: hay que encontrar una solución concertada al conflicto. Argel respondió con otra en la que niega haber congelado el comercio exterior. Agrega que nadie de Bruselas los llamó antes de amenazarlos con consecuencias comerciales.
El ministro Albares sigue viendo el conflicto como algo creado unilateralmente por Argel («Aquí no estamos hablando de algo que hizo el Gobierno español, sino de una decisión que tomó el Gobierno argelino», ha dicho, declara). Los analistas argelinos dan la vuelta al argumento y dicen que España ha tirado de la línea de flotación del orgullo y la seguridad nacional, a pocos días del 60 aniversario de su independencia.
Pero tres días después, en el gobierno español, dan un suspiro de alivio y transmiten euforia. Fuentes ejecutivas y extranjeras creen que no hay falla en el apoyo brindado por Bruselas, que ha puesto líneas rojas que Argelia no puede cruzar en su represalia comercial. Interpretan la declaración posterior del gobierno argelino como un claro revés.
La recuperación de Argelia da un respiro al desgaste del Gobierno
En esencia, Argel niega haber congelado transacciones comerciales, incluso si el lenguaje utilizado en la nota hecha pública por la misión argelina ante la Unión Europea es calculado crípticamente: «En cuanto a la supuesta medida para detener las transacciones en curso con un socio europeo, solo existe en la mente de quienes la reclaman y de quienes se apresuraron a estigmatizarla».
“La declaración es ambigua, probablemente a propósito”, dice un diplomático. “Pese a que Argelia negó la detención de transacciones con ‘un socio europeo’ (refiriéndose a España), se observaron dificultades por parte de las empresas españolas en sus transacciones con bancos argelinos”, explica a este diario Ana María Martín, consultora de Asuntos Públicos de ATREVIA en Bruselas.
Argelia confirma, una vez más, que es el suministro de gas, como ya hiciera hace un mes el presidente de la República Árabe, Abdelmajid Tebboune. La misión diplomática argelina indicó el viernes que correspondía a las empresas «asumir todos sus compromisos contractuales». En realidad, Sonatrach, la compañía de gas, es una empresa pública controlada por el gobierno argelino.
Sin contacto
La crisis parece manejarse casi sin contacto directo. Una guerra de comunicación.
Argelia denunció que la UE ni siquiera se había puesto en contacto con ellos antes de emitir el suyo. “La Comisión Europea reaccionó sin consulta previa ni verificación con el gobierno argelino a la suspensión por parte de Argelia de un tratado político bilateral con un socio europeo, en este caso España, sin asegurar que esta medida no afectaba directamente a ninguno de ellos ni indirectamente a sus compromisos. contenido en el Acuerdo de Asociación Argelia-UE”, se lee en el comunicado.
La Unión Europea, por su parte, pide diálogo a España. La cuestión diplomática es tarea de Madrid. “La política comercial es competencia exclusiva de la UE, y la UE está preparada para enfrentar cualquier tipo de medidas coercitivas aplicadas contra un Estado miembro de la UE. Sin embargo, la UE sigue priorizando primero el diálogo para resolver las diferencias […] Estamos listos y dispuestos a apoyar estos esfuerzos.
“El apoyo se justifica bajo la competencia de la UE en materia comercial, como es el caso aquí, pero no ante las de carácter diplomático”, subraya Ana María Martín.
¿España habla con Argelia? El Ministerio de Asuntos Exteriores no quiso responder a este diario sobre la existencia o la existencia de contactos diplomáticos o cualquier iniciativa más allá de la llevada a cabo este viernes con la Unión Europea.
España mantiene un embajador en Argel, Fernando Morán Calvo-Sotelo (hijo del exministro Fernando Morán López y sobrino del expresidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo).
«Creo que hay funcionarios en ambos países, en España sobre todo en el PP, que tienen buenas relaciones entre ellos y que pueden trabajar por canales alternativos», dijo durante una conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, medio ibérico para a la que también pertenece este diario Yahia Zoubir, profesora de relaciones internacionales en la Kedge School of Business. Zoubir, un argelino con contactos en el gobierno del país norteafricano, añade: “Argel no hablará con Sánchez. Un cambio de gobierno en Madrid podría encauzar las cosas. Debe entender que el tratado fue suspendido, no cancelado.
Los diplomáticos españoles consultados por este periódico están atónitos ante la situación. ¿Cómo se puede cauterizar la herida? Una crisis similar con Marruecos acabó con Arancha González Laya del Ministerio de Exteriores hace poco más de un año.
Albares mantiene un tono combinado de reproche y conciliación. “Aquí no estamos hablando de algo que hizo el Gobierno español, sino de una decisión que tomó el Gobierno argelino. El Gobierno de España no ha tomado ni una sola decisión que afecte a Argelia, ni una sola palabra que produzca una escalada”, ha dicho, para añadir: “El Gobierno de España quiere mantener las mejores relaciones posibles tanto con Argelia, como con todos sus vecinos Relaciones basadas en la amistad, como la que existe entre el pueblo español y el pueblo argelino”.
El jefe de la diplomacia española consiguió trasladar a Bruselas el peso del problema comercial y, con ello, una rebaja del tono utilizado por Argelia. Al menos por el momento. El 5 de junio, Argelia, un país con una fuerte identidad nacional y un gobierno militar, celebrará el 60 aniversario de su independencia de Francia.
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