Tenerife entra desde hoy en una cuenta atrás histórica. El domingo sabrá si su equipo vuelve o no a Primera División. Se jugará ante el Girona, en el Heliodoro Rodríguez López (20:00 horas). En una semana tan especial, el club pone su granito de arena para que el paso al 19 de junio también sea diferente. Por ello, ayer aprovechó la plataforma de su web para animar a los aficionados a decorar cualquier rincón de la isla con los colores del equipo, blanco y azul.
“Animamos a todos los tinerfeños a que coloreen las ventanas, balcones, fachadas de sus respectivos hogares, negocios y lugares de referencia durante estos días para empezar a generar buen ambiente en torno al equipo antes de la cita decisiva del domingo”, publicó la entidad. La petición tuvo un efecto inmediato, como demostró ayer el propio club al reproducir en Twitter mensajes de aficionados tinerfeños que ya habían subido sus propias fotos. Todo, siempre y cuando el equipo dirigido por Luis Miguel Ramis sienta la energía de «cada rincón de la geografía de la isla».
La sugerencia, impulsada ayer por el club con este mensaje, tuvo como punto de partida las manifestaciones propuestas la semana pasada por el alcalde de Santa Cruz de Tenerife. José Manuel Bermúdez invitó a la afición a engalanar la capital y otros lugares de la isla “de cara a la final del ascenso con banderas alusivas al club ya que la ciudad espera, está con su equipo y tiene muchas ganas de ser el primero”.
El motor de la calle y la grada es un factor fundamental para futbolistas y entrenadores en la recta final de la temporada. Con cada aparición, Ramis insiste en agradecer el apoyo que reciben. “Siento que lo que estamos haciendo es importante y la afición lo reconoce”, admitió en una de sus últimas ruedas de prensa. “Tienen que divertirse y concentrarse en el juego”, añadió el técnico, que por fin verá su objetivo de dirigir un partido tinerfeño con el Heliodoro al completo. Estará en la final el domingo.
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