Mejorar la alimentación, hacer ejercicio y cuidar la salud son tres de los objetivos que más se marcan los españoles a final de año. Para lograr estos objetivos de forma saludable, contamos con la asesoría de tres especialistas
El nuevo año es una oportunidad única para tomar nuevos propósitos para mejorar nuestra salud y bienestar. Nos ofrece un punto y un aparte para dar un paso atrás y establecer metas que nos permitan mejorar nuestra salud y bienestar y, en última instancia, ser los primeros responsables de una mejora significativa en nuestras vidas. Estos objetivos pueden ir desde hábitos de alimentación saludables hasta una mayor conexión con la naturaleza, desde un mejor descanso hasta una mejor calidad de vida.
El primer paso para lograr este tipo de objetivos es no perturbar nuestras vidas. Nada más que eso: se recomienda introducir pequeñas mejoras en nuestra vida para conseguir un cambio a largo plazo. Estos deben ser cambios realistas y alcanzables, extraídos de un plan, para que su realización sea un logro personal y no caigamos en la desmotivación.
Los objetivos más habituales suelen estar relacionados con el ejercicio, la mejora de la alimentación y el cuidado de la salud en general para mejorar la autoestima y un mejor rendimiento en el día a día. Para ello, desde este medio intercambiamos con tres médicos especialistas que nos ofrecerán su visión sobre las tres áreas.
Más alimentos de origen vegetal para cuidar tu dieta
Para muchas personas, mejorar su alimentación forma parte de sus propósitos de Año Nuevo ¿Cuál es el principal consejo a tener en cuenta para empezar con el pie derecho y afrontar el cambio hacia un estilo de vida más saludable? Tal y como explica Rocío Práxedes, nutricionista dietista de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia, todo empieza por ser realistas y poco a poco acercarnos a los cambios. «Para tener éxito, es importante ser específico sobre lo que queremos cambiar, ponerlo en la agenda de la semana y tomarlo con calma».
En cuanto a una alimentación más sana y equilibrada, consiste en incluir más alimentos de origen vegetal en la dieta, beber más agua y reducir el consumo de alimentos procesados. Siempre hay que tener en cuenta la historia clínica, que puede modificar las medidas a tomar, así como la etapa de la vida y la actividad física que realicemos. Una mala alimentación tiene consecuencias desastrosas para la salud, especialmente en cuanto al riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, el aumento de peso corporal o la falta de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que protegen nuestra salud. .
A la hora de comer, Práxedes señala que los principales errores son el tamaño de las porciones y comer demasiada proteína. Por el contrario, los alimentos que contienen hidratos de carbono son satanizados: “los reducimos en la dieta por miedo a engordar, cuando lo que realmente importa es la calidad, la cantidad y la forma de cocinarlos”. Y lo ilustra: “no es lo mismo un plato grande de pasta con nata y queso que uno más pequeño con pisto y atún”. Para ello, hay que evitar las dietas milagrosas y las promesas a corto plazo.
“La venta de productos sin diagnóstico ni seguimiento, la prohibición de alimentos básicos y la falta de educación alimentaria en el mensaje son motivos suficientes para huir. La salud debe ser nuestro principal motivo para buscar ayuda profesional especializada”, explica la dietista nutricionista de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia.
Consejos para incorporar el ejercicio a tu rutina diaria
Empieza la cuenta atrás para que acabe 2022 y la lista se llena de buenas intenciones como hacer más ejercicio físico, sobre todo con la intención de perder los kilos de más ganados en Navidad. Aunque el problema va más allá de estas fechas y radica en el sedentarismo y la obesidad.
Según datos proporcionados por la OMS, el 27,5% de los adultos y más del 80% de los adolescentes en todo el mundo no alcanzan los niveles recomendados de actividad física. Como señala Fernando Ramos, coordinador del servicio de fisioterapia del Hospital Quirónsalud A Coruña, en relación con estos datos, “el aumento de las enfermedades crónicas, muchas de las cuales están ligadas a la drástica disminución de los niveles de actividad física, es una condición típica de la sociedades
Es cierto, es un problema de salud pública de primer nivel «con un impacto directo en nuestra calidad de vida y el riesgo de discapacidad, ya que este tipo de enfermedades aparecen cada vez más temprano», dice Ramos, que afecta tanto a niños como a adultos. y los ancianos. Antes de que te des cuenta, la actividad física en todas las etapas de la vida se presenta como un pilar de la prevención, además de la formación para participar en la sociedad formativa activa, manteniendo un adecuado nivel de salud, autonomía personal, en términos generales, una mejor calidad de vida.
“Los datos publicados en las encuestas de la última década avalan el valor preventivo y terapéutico del ejercicio físico en la mayoría de las enfermedades crónicas, favoreciendo el bienestar físico, psíquico y social”, explica la coordinadora del servicio de fisioterapia del Hospital Quirónsalud A Coruña. . Y añade: “es fundamental facilitar un cambio cultural para que concibamos la actividad física como una práctica fundamental en nuestra rutina diaria, más allá de la estética”.
En caso de reanudar la práctica deportiva desde cero después de Año Nuevo, se aconseja «consultar a un profesional sanitario de referencia para que valore nuestra situación inicial, nuestro estado de salud general y cualquier contraindicación relacionada con la actividad que queremos practicar», ha señalado. explica. Fernando Ramos. Una vez que conocemos nuestra condición, debemos considerar nuestros gustos en cuanto a las modalidades deportivas o de ejercicio que preferimos. Además, en las primeras fases de contacto con el ejercicio, se recomienda contar con la supervisión de un profesional para promover una práctica segura y saludable.
Si el ejercicio es atractivo para quienes lo realizan, es más probable que el objetivo se convierta en un hábito y en la motivación para mantenerse con vida por más tiempo. Además, debemos intentar que no tenga un gran impacto en nuestra rutina, es decir, podemos combinarlo de forma fácil y realista para que no afecte al resto de actividades diarias y no sea lo primero en lo que renunciemos. el caso de un contratiempo. Aparecer.
En este sentido, Ramos señala: “el componente lúdico que presentan determinados tipos de ejercicio puede favorecer nuestra adherencia a los mismos, de manera que encontremos un momento de desconexión y que el ejercicio físico no se conciba como una obligación sino como una distracción de la otras tareas de la vida. Para ello, la fisioterapeuta recomienda programas multicomponentes, aquellos que combinan ejercicios de fuerza y aeróbicos, de intensidad moderada o vigorosa.
“La intensidad con la que haces el ejercicio y el hecho de incorporar fuerza y trabajo cardiovascular juegan un papel más importante”, apunta. Y apunta: “Treinta minutos de actividad física diaria, o incluso menos si se practica a una intensidad vigorosa, es más que suficiente para mejorar la condición física y beneficiarse de los efectos positivos del ejercicio sobre la salud”. Así, a partir de 150 minutos semanales de ejercicios de intensidad moderada, podremos ver los primeros cambios. Este tipo de ejercicio nos permitirá aumentar el consumo de energía durante la duración de la actividad y el metabolismo basal, además de mejorar el perfil lipídico y la resistencia a la insulina, factores importantes frente a la obesidad y el sobrepeso, aunque el ejercicio no está directamente relacionado con el peso. pérdida.
Cuida tu salud para que no tengas que preocuparte
Las visitas de rutina son esenciales para evitar el desarrollo de complicaciones en muchas enfermedades. Cuidar tu salud como propósito de Año Nuevo puede ser un remedio seguro para evitar preocupaciones posteriores. Y es que “la prevención es la herramienta más importante que tenemos hoy en día para hacer frente a la aparición y desarrollo de enfermedades crónicas”, explica el doctor Miguel Fernández Tapia-Ruano, responsable de controles médicos de Olympia-Quirónsalud.
En el paradigma médico actual, la medicina preventiva gana peso. Conocer nuestro estado de salud y centrarse en factores genéticos y ambientales puede facilitar un envejecimiento saludable. “No se trata de prolongar la longevidad, sino de que los años que vivamos, lo hagamos de una manera más saludable”, dice Fernández.
El especialista recomienda una visita médica general periódica, especialmente a partir de los cuarenta años, que incluya una historia clínica familiar y personal completa, así como una exploración detallada. “Debe incluir al menos un análisis completo de sangre y orina, pruebas de diagnóstico por imagen, un examen cardiovascular completo y una evaluación tanto de la esfera hormonal como sexual del paciente. Sin excluir algo muy importante como es su salud auditiva y oftalmológica”, detalla el responsable de Visitas Médicas de Olympia-Quirónsalud.
En el caso de las mujeres conviene centrarse en la ginecología, mientras que en los hombres en el estado hormonal, así como en la integridad del aparato reproductor. “En ambos sexos, un problema que actualmente preocupa mucho a la medicina preventiva es el aumento de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) en una población cada vez más joven. Dado que muchas patologías pueden ser asintomáticas y tener importantes consecuencias para la salud en el futuro, sería deseable un chequeo de ETS”, especifica el doctor. Además de los reconocimientos médicos, existen otras medidas vitales para proteger nuestra salud, además de la buena alimentación y el ejercicio físico. Destaca el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad, la inactividad física, la falta de descanso y la exposición excesiva al estrés.
Estos tres objetivos de autocuidado, en este caso relacionados con el físico, nos permitirán vivir más cómodamente con nosotros mismos y evitar complicaciones de salud en el futuro. También nos reportarán beneficios sobre nuestro estado mental, basado en la motivación, el éxito y la capacidad de dedicar tiempo a cuidarnos, y sobre nuestro estado social, ya que la mejora de nuestra autoestima nos ayudará a fortalecer nuestra vida social y relaciones comunitarias.