La investigación
Entre los factores que inciden en el estancamiento de esta modalidad de acogimiento familiar se encuentran las dificultades para encontrar familias de acogida para niños y niñas próximos a la adolescencia y para grupos de hermanos. Y el hecho de que en la mayoría de los casos el acogimiento familiar continúe hasta la mayoría de edad significa que estas familias no están disponibles para más acogimiento familiar.
Además, la mayoría de las familias de acogida están compuestas por familias extendidas del niño o la niña, que representan casi dos tercios de las familias de acogida. El informe también llama la atención sobre la falta de datos desagregados sobre familias profesionalizadas o especializadas.
“Hoy en día, el cuidado de crianza es mucho más barato que la colocación residencial”, dicen de Aldeas Infantiles SOS. Para la organización, esta investigación muestra la necesidad de incentivar la inversión pública para disponer de recursos y alcanzar los objetivos marcados por la ley, tanto en las familias extensas como en las ajenas, así como desarrollar con dedicación la figura del acogimiento familiar especializado, que requeriría una compensación financiera para los padres adoptivos. Mayores inversiones también permitirían evitar la actual cronización de los tiempos de recepción.
Aldeas Infantiles SOS destaca la importancia de que las familias de acogida reciban apoyo de las administraciones públicas, con el fin de ayudarlas a resolver dudas e incertidumbres, como gestionar el conflicto de lealtad del niño, niña o adolescente entre la familia de origen y la de acogida. “Estos apoyos son tan críticos que su existencia o ausencia puede determinar el éxito o el fracaso del cuidado de crianza”, dicen.
Asimismo, Aldeas señala que para lograr el interés superior de los niños y niñas es necesario tener en cuenta su opinión a la hora de tomar decisiones que les afecten, mantenerles informados del proceso de acogimiento familiar en el que se encuentran inmersos y identificar los factores que garantizan su buen funcionamiento, para evitar que cualquier falla provoque su revictimización. Asimismo, “ayudarlos a gestionar bien sus relaciones afectivas es fundamental para evitar la ruptura de vínculos y el desarraigo”, explican desde la organización. Equilibrar su afecto entre la familia de acogida y la familia de origen, evitar la separación de los hermanos y potenciar su capacidad de adaptación son aspectos importantes para favorecer su estabilidad emocional. Para Aldeas, uno de los motivos de un posible fracaso es la separación de los hermanos, que con frecuencia se da por la diversidad de edades entre ellos, pero también influyen las características del niño a cargo, como el origen extranjero, problemas de conducta o discapacidad.