La energía eólica invierte el reparto de la producción eléctrica y consigue romper seis meses de dominio de las plantas de gas como principal fuente de producción en España. Gracias a los fuertes vientos registrados en las últimas semanas, las centrales eólicas lograron impulsar su funcionamiento y posicionarse en noviembre como la tecnología más generadora de electricidad por primera vez desde mayo pasado.
La energía eólica concentró casi un tercio de toda la producción eléctrica del país en el último mes, con una cuota del 31% del total de energía producida, con más de 6.700 gigavatios hora (GWh), según los registros de Red Eléctrica de España, el administrador del sistema eléctrico nacional.
Una mayor aportación de las energías renovables que, junto con la caída de la producción de gas y la caída de los mercados internacionales del gas en las últimas semanas, ha hecho que noviembre se haya convertido en el mes con el precio de la electricidad en el mercado español más bajo de toda la crisis energética, desde agosto de 2021, con una media de 124 euros por megavatio hora (MWh).
Las acerías destronaron así a las centrales de gas en lo más alto del ranking, que se mantenía como principal fuente de producción ininterrumpida desde junio. Las eléctricas produjeron el 22% del suministro total en noviembre, con cerca de 4.800 GWh. Las centrales nucleares, fuente tradicional de generación estable, terminaron con una participación del 19,5% y una generación de poco más de 4.200 GWh.
Con los fuertes vientos que soplan en todo el país, la energía eólica alcanzó este mes un nuevo máximo histórico para la generación de energía. El 21 de noviembre, a las 18:40 horas, las centrales eólicas generaron 20.594 megavatios (MW), concentrando el 56% de toda la producción del país. Un nuevo nivel que pulveriza el anterior récord de producción eólica instantánea, que se había establecido el 8 de diciembre, con 20.452 MW a las 13:35 horas.
adicto a los gases
A lo largo del verano y hasta ahora este otoño, varios factores se habían combinado para empujar al sistema eléctrico a pasar a ciclos combinados (centrales eléctricas de gas) para cubrir todos los consumos necesarios.
La sequía ha provocado que la producción de las centrales hidroeléctricas se haya reducido a la mitad respecto al año pasado, desde hace meses la aportación de la energía eólica está muy por debajo de lo esperado y las exportaciones eléctricas a Francia y Portugal alcanzan cotas históricas por los problemas de los países vecinos (el cierre de la mitad del parque nuclear francés y los estragos de la sequía en un mercado tan dependiente de la hidroelectricidad como el portugués).
En lo que va de año, las centrales eléctricas a gas casi han duplicado su producción y terminarán el año como la tecnología de generación de energía líder en el país, concentrando una cuarta parte de toda la energía generada y superando a la nuclear y la eólica, que previsiblemente a lo largo de 2022 cada uno aporta alrededor del 20% de la generación de electricidad.
La mayor aportación del gas (y también del carbón) ha hecho que el sistema eléctrico haya superado ya con creces las emisiones de CO2 acumuladas de todo 2021. España rompe así la tendencia de reducción de emisiones de los últimos cuatro años y que le ha llevado a registrar niveles bajos durante los últimos tres años consecutivos gracias a la paulatina caída del carbón, la expansión de las energías renovables y la demanda de electricidad contenida por la caída de la actividad económica durante la pandemia.
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