Las ONG Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Retorna y Surfrider consideran que el nuevo proyecto de real decreto sobre envases que el Gobierno ha remitido al Consejo de Estado para solicitar su evaluación «ha sufrido un revés inaceptable» frente al texto de los anteproyectos, hasta el punto de que «deja sin efecto» gran parte de la ley de residuos aprobada en abril. El “indulto” a sustancias tan controvertidas como el bisfenol A o la marginación del sistema “devolución de casco” o SDDR para reducir los envases son algunas de las principales críticas.
Por ello, estas organizaciones han pedido tanto a la directora general Marta Gómez Palenque como al resto de funcionarios del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que «respeten» la ley de residuos en lugar de «invalidarla».
Las entidades firmantes del documento aseguran haber tenido acceso a la última versión del proyecto de real decreto que el Gobierno pretende aprobar a finales de 2022 o principios de 2023 y critican que el texto «invalida parte de la ley de residuos» y podría retrasar incluso en una década la puesta en marcha del Sistema de Depósito de Envases y Bebidas (SDDR), por cuya implantación en España estas organizaciones llevan años luchando.
Así, estiman que con el sistema de depósito de envases, popularmente conocido como «la vuelta del casco», se podría «acabar» con los 35 millones de envases de bebidas que contaminan el medio ambiente y dañan la salud de las personas, pero lamentan que el La nueva versión del real decreto ignora «reiteradamente» las advertencias de las ONG ecologistas.
También consideran un revés que el texto elimine la prohibición del uso de sustancias tóxicas en los envases de alimentos como los ftalatos y el bisfenol A, dos sustancias muy controvertidas por sus posibles efectos sobre la salud humana.
El real decreto desarrolla los objetivos de la recogida selectiva de botellas de plástico que marca la ley aprobada en abril. Esta normativa establecía que si en 2023 no era posible recuperar el 70% de los envases ligeros a través del contenedor amarillo, se pondría en marcha un sistema de depósito, retorno y devolución de envases (SDDR) para latas, botellas y bricks, que fue aplaudió por parte de las ONG, que esperaban que el responsable de evaluar el cumplimiento de dicho objetivo del 70% fuera una entidad independiente.
No obstante, critican que el nuevo texto remitido al Consejo de Estado establezca que será el gestor de recogida de residuos de envases (Ecoembes), quien se encargará de la contabilidad de los envases recuperados.
Precisamente, estas ONG se han opuesto durante años a las figuras de gestión de envases de Ecoembes y por ello lamentan que el Real Decreto en su nueva redacción “perpetúe los fallos del modelo actual”, como la falta de transparencia y trazabilidad, como así como la falta de mecanismos de control independientes sobre las cifras de recogida selectiva.
No se puede calcular el número de paquetes.
En concreto, aseguran que el texto no obliga a los productores a declarar el número de botellas de plástico que ponen en el mercado, lo que «hace imposible cualquier cálculo a posteriori», ni define la metodología necesaria para determinar el porcentaje recaudado, por lo que deja la definición de estos porcentajes en manos de la industria.
En un comunicado conjunto, estas ONG advierten que Ecoembes podrá demostrar un cumplimiento no solo del 70% sino “de la cantidad que quieran, con lo que retrasarán un tiempo la llegada del sistema de depósitos a España”. perpetuarán su posición de monopolio.
Asimismo, critican el hecho de que distintas entidades de la sociedad civil hayan enviado en los últimos meses una propuesta de modificación de este tema a la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental, Marta Gómez Palenque, a la que acusan de haberla «ignorado directamente».
“Es una tontería que siga un error histórico en la gestión de residuos. Ecoembes no puede ser su propio auditor para lograr este objetivo, máxime cuando se ha demostrado la falta de robustez de las cifras de reciclaje presentadas en años anteriores”, concluyen.
Por otro lado, consideran que otro paso atrás respecto al real decreto relativo a la ley de residuos es el hecho de que el nuevo texto suprima la prohibición del uso de ftalatos y bisfenol A en los envases de alimentos, dos sustancias vinculadas a determinados tipos de cáncer. Precisamente, estas organizaciones aplaudieron en su momento la incorporación de esta prohibición a la norma, con lo que consideran que España iba a la cabeza en esta materia.
Ecoembes apoya el estándar actual
Por su parte, Ecoembes se negó a responder a las críticas formuladas por estas entidades, pero respalda el contenido del texto elaborado por el Gobierno. “Llevamos mucho tiempo esperando y reclamando un Real Decreto -que derogará la Ley de Envases de 1997- que consolide la transición hacia una circularidad de envases más sostenible y eficiente en el uso de los recursos, más transparente en la gestión de residuos y que refuerza el potencial de la prevención y reutilización de residuos como catalizadores de un nuevo modelo de producción y consumo en un país como España que ya cuenta con importantes fortalezas en el reciclaje de envases”, explica un portavoz de Ecoembes.
“Acogemos con beneplácito el espíritu de una normativa que debe consolidar la prevención y la reutilización como catalizadores de un nuevo modelo de producción y consumo en un país como España, que ya cuenta con importantes fortalezas en el reciclaje de envases, pero sin penalizar la competitividad de nuestro mercado interior «, agregó.
Además, “las nuevas obligaciones que se imponen en el Real Decreto tendrán importantes costes de transición a corto plazo, cuyo impacto es significativo para que sean proporcionales a su efectividad”.
Para Ecoembes, “el campo de las buenas intenciones ha quedado definitivamente atrás y vamos directos al campo de la acción, que es mucho más complejo pero necesario. Era hora. Ha llegado el momento de concretar la normativa y resolver los asuntos pendientes para implantar y alcanzar los objetivos marcados sin dejar a nadie atrás y afrontando retos que debemos resolver cuanto antes, en especial la armonización definitiva de metodologías de cálculo de tasas de reciclado, el registro y el tratamiento de la información de forma 100% transparente, la oficialización de los datos, el establecimiento de procesos de trazabilidad y transparencia, etc.
Esta entidad considera que “este proceso de transformación no se detiene con el real decreto. Es más bien el pistoletazo de salida” y recuerda que esta semana se presentó en Bruselas un proyecto de reglamento europeo sobre envases.
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