La crisis política en Brasil está haciendo que las empresas españolas contengan la respiración. Este país es la quinta economía más grande del mundo por tamaño y población: un mercado de 208 millones de personas y una economía líder en la región con materias primas y recursos energéticos. Para España, es uno de los destinos más importantes para la inversión y acumula un stock de inversión en torno a los 40.000 millones y casi 180.000 empleos directos, según datos procesados por el Ministerio de Industria y Comercio. Además, es el segundo destino de las exportaciones españolas en Latinoamérica, con unas ventas de hasta 2.360 millones, solo por detrás de México, según la Cámara de Comercio Brasil-España.
Por ello, valores como Santander, Iberdrola o Telefónica son los que más sufren en los mercados este lunes y la bolsa española sigue en negativo mientras que los índices europeos están en verde a mitad de sesión. Con el euro a 1.067 dólares, Milán avanza un 0,43%; Fráncfort, 0,29%; y París, 0,10%. Londres, por su parte, cayó un 0,11%.
De hecho, Banco Santander e Iberdrola bajaron casi un 1% en la sesión de esta mañana. Repsol también entró para dejar el 1% en la sesión de esta mañana, aunque desde entonces ha subido. “El conflicto en Brasil tras el ataque al Congreso que pone en entredicho el liderazgo de Lula da Silva a solo una semana de su toma de posesión parece no desaparecer, pero podría generar volatilidad en las acciones más expuestas del país”, dijeron. . Analistas de Renta 4 en su informe del lunes. Los de Bankinter subrayan que se trata de «noticias negativas» y recuerdan que el asalto a Brasilia recuerda al del Capitolio de Estados Unidos hace dos años.
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El temor a la desestabilización política podría empañar las perspectivas macroeconómicas a corto plazo de Brasil, que se ha convertido en uno de los mercados emergentes favoritos de los analistas desde el estallido de la guerra en Ucrania. Como era de esperar, las acciones (Bovespa) y su moneda (real brasileño) se destacaron entre las mejores inversiones globales en 2022. De cara a 2023, las empresas de renta fija están colocando la deuda de Brasil entre sus apuestas para este nuevo año.
Y cualquier cosa que huela a inestabilidad política puede significar problemas para las empresas. En el caso de Banco Santander, el mercado brasileño se ha convertido en una de sus principales fuentes de ingresos, incluso por delante de España. Santander Brasil obtuvo un beneficio de 2.027 millones entre enero y septiembre de 2022 y cuenta con 53.700 empleados y cerca de 60 millones de clientes. Telefónica también ha cosechado en este país y actualmente es su filial más importante fuera de España. El operador llegó a 99 millones de clientes en Brasil, gracias a los 5,5 millones de líneas adicionales que se registraron con la compra de Oi. Brasil duplica el número de clientes a Alemania, donde la compañía tiene 48 millones, ya España, donde tiene 41 millones, según el último informe trimestral de la compañía.
Iberdrola es propietaria de la filial Neoenergía en el país, que es la mayor empresa eléctrica de Brasil. Además, la compañía tiene previsto instalar la primera planta solar flotante de este país a través de su filial. Este proyecto requerirá una inversión de alrededor de dos millones de euros, según explica la compañía. Otras empresas energéticas, como Naturgy o Red Eléctrica, también tienen intereses en este país.
La cadena de supermercados Dia tiene su tercer mercado más grande en Brasil, detrás de España y Argentina. En el caso del sector turístico, Meliá también ha realizado inversiones en Brasil con la gestión de una decena de hoteles. El país latinoamericano se convirtió en el segundo mercado que más aportó al beneficio del asegurado Mapfre en los nueve primeros meses del año, con 93 millones de euros, un 86% más que en el mismo periodo del año anterior, por la caída en la siniestralidad covid y el aumento de la rentabilidad de las carteras de inversión. La compañía mantiene primas por valor de más de 3.000 millones de euros en el mercado brasileño, casi la mitad de las que mantiene en España. Otras empresas industriales españolas presentes en Brasil son Cie Automotive o ArcerlorMittal.
necesidad de crecimiento
Brasil es una de las mayores potencias agrícolas del mundo, el segundo mayor productor mundial de soja después de Estados Unidos y uno de los mayores exportadores de carne de res y pollo del mundo. También produce petróleo y energías renovables. A pesar de este potencial, el principal problema “económico” del país es su dificultad para seguir creciendo.
El país se contrajo un 3,3% en 2016 y entre 2017 y 2019 no logró crecer por encima del 2%, según datos del Banco Mundial. La pandemia supuso un revés y la caída llegó al 3,9%. En 2021, la economía repuntó y se logró un crecimiento de hasta el 4,6%.
Entre 2003 y 2010, el gasto social aumentó bajo los gobiernos de Lula con el objetivo de reducir la pobreza de la clase trabajadora. En 2010 se registró un crecimiento de hasta el 7,5%. Pero llegó la crisis financiera y el sector público se encontró sin margen de maniobra por el aumento de la deuda y el déficit. El gasto se ha convertido en un freno. En 2016, Dilma Rousseff, sucesora de Lula da Silva, dejó el gobierno debido a escándalos de corrupción y desde entonces el centrista Michel Temer y el ultraderechista Jair Bolsonaro intentaron introducir reformas para limitar el peso del Estado en la economía, introducir un tope de gasto , reformar las pensiones o privatizar Electrobras, la principal empresa energética del país.
La pandemia, la inflación y la crisis energética se han convertido en un freno para la reactivación del necesario crecimiento del país, que este año rondará el 2,7%, mientras que en 2023 parece que volverá a bajar por debajo del 1%. La desaceleración de China, que ha moderado su crecimiento en los últimos años, también podría afectar a Brasil, ya que es uno de sus principales socios comerciales.
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