Las emociones están en torno al proyecto de ley del PSOE para cambiar la ley del «solo sí, es sí» y aumentar las penas. El Congreso de los Diputados es también un estado de ánimo, y es precisamente por eso que hay poca certeza sobre cuál es la norma más controvertida del legislativo.
Una certeza es que la Junta calificará la propuesta el próximo martes porque, antes, el lunes por la tarde, los letrados dictaminarán que cumple con todos los requisitos reglamentarios para ello. Otra certeza, los socialistas quieren que el proceso pase por el procedimiento de urgencia, y así lo pidieron este viernes.
Tercera certeza: el ambiente político que genera en el Congreso la propuesta es de pura y dura incertidumbre. Por esta razón, se propaga una mezcolanza de argumentos. La ministra de Hacienda, vicesecretaria general del PSOE y negociadora de Pedro Sánchez para la delicada, María Jesús Montero, intentó entre miércoles y jueves repetir constantemente que los socialistas hablarán con todos los grupos, incluido el PP. Se cuidó de precisar con qué formación(es) negociará, y ese es el «quid» de la cuestión, porque incluso en la política española de febrero de 2023 hablar y negociar son cosas distintas.
Patxi López asegura que el PSOE «dialogará y negociará sin avivar el ruido» la ley del «solo sí es sí»
Fuentes parlamentarias aseguran a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que hablando, lo que habla, se habla. Pero, ¿quién habla con quién? Un diputado involucrado en las conversaciones señala que el diálogo va y va en diferentes direcciones. La dirección del PSOE llama a los portavoces de los grupos aliados. La Moncloa también llama. Pero también llama la atención el Departamento de Igualdad de Irene Montero. Por separado, cabe señalar.
¿De qué habla él? Las fuentes dan varias versiones. Uno de ellos señala que la admisión de la propuesta al Congreso es una de estas cuestiones. La fecha está por determinar. Será interesante ver qué hará el representante del Gobierno, el secretario de Estado de Relaciones con la Justicia, el próximo martes en la Oficina de Portavoces, donde se elaboran los órdenes del día de los plenos.
Una vez que la propuesta haya sido calificada por la Junta, podría considerar agregar una sesión extraordinaria para examinarla. Al término del pleno ordinario del jueves, se programaría este pleno extraordinario si el presidente del Congreso lo considera oportuno. Se ha hecho antes, y recientemente también. Así ocurrió en diciembre con el proyecto de ley de reforma del Código Penal y los delitos de sedición y peculado. El Consejo también podría decidir, aunque por unanimidad, modificar el orden del día del pleno para incorporar la medida.
Los aliados de Sánchez optan por la cautela y esperan antes de respaldar la propuesta del PSOE
La iniciativa de sedición y desfalco llevaba las firmas del PSOE y Unidas Podemos, lo que facilitó mucho su viaje parlamentario. También recibió el aval de ERC, PNV y EH Bildu, lo que impulsó el proceso. No en vano, los diputados terminaron el 2022 exhaustos: a pedido del gobierno, legislaron demasiado rápido. En febrero de 2023, los diputados quieren ir allí con serenidad y calma.
El problema de la iniciativa de reforma de la ley de Irene Montero es que se trata de una propuesta que, ante la «alarma social» que generan las rebajas de penas para los delincuentes sexuales, tras haber sido revisada, habría que apurar. Pero ahora mismo no puedes ir rápido.
Discrepancia política versus dinámica parlamentaria
El hecho de que el pasado viernes el PSOE pidiera que el trámite para la tramitación de su propuesta sea de urgencia supone que, si la Mesa lo ratifica, los plazos parlamentarios se reducirán a la mitad: menos tiempo para el debate completo o la devolución; menos tiempo para guardar cambios; Menos tiempo para preparar el papel… Todo en un mes. Esto sucedió con la reforma de la sedición y el desfalco.
Sin embargo, dado que la ley «sólo el sí es sí» no es un texto previamente pactado con Unidas Podemos, y aún no ha obtenido el visto bueno de ERC, el PNV o EH Bildu, esta urgencia está lejos de estar garantizada.
De esto es de lo que hablan Gobierno, PSOE, Igualdad y aliados: qué debe contener la ley para que haya acuerdo y en qué plazos y fechas para trabajar. Vale la pena resolver esto último.
Una fuente familiarizada con las conversaciones cree que es demasiado pronto para considerar el debate de la próxima semana. Hasta el martes, sin embargo, todavía hay espacio. Otra fuente igualmente implicada pone una condición: que PSOE y Unidas Podemos se pongan de acuerdo de antemano. Lo dice gráficamente, en declaraciones a este medio: “No aceptaremos nada que no esté apoyado por el Departamento para la Igualdad.
La artimaña del Gobierno que favorece al PSOE para cambiar la ley del «sólo el sí es sí» y enfurece al PP
Esta es una condición que menciona una tercera fuente, por lo que si el PSOE optara por iniciar el proceso sin el acuerdo político previo de su principal socio, «estaría forzando demasiado la situación». Las sensibilidades entre los partidos de la coalición están muy cerca de la superficie, más aún después de la controversia y el tratamiento problemático de las dos leyes de maltrato animal. Así, algunos de los aliados de Pedro Sánchez en el Congreso abogan por la serenidad y la prudencia medioambiental. para la calma
Calma y serenidad sobre la velocidad legislativa, sí, pero también calma y serenidad sobre el clima político. Una vez garantizado el primer lío, el otro, el de la época, se deshará fácilmente.
PP y CS
En la retaguardia de la evidente batalla política por los efectos de la aplicación de la ley del “solo sí, es sí”, se encuentran dos formaciones que quieren incidir, cada una por razones distintas. El grupo popular liderado por Cuca Gamarra ha dejado claro que, sin siquiera negociar con el PSOE, está dispuesto a favorecer el proceso de reforma socialista, para el que prestaría los votos de sus 88 diputados, y problema resuelto entonces porque forjaría así una mayoría indiscutible.
Preguntadas sobre la posibilidad de marcar el debate para su consideración la próxima semana, fuentes de la dirección de Gamarra prefieren evitar la respuesta: «No vamos a especular con planteamientos que nadie nos ha trasladado», aseguran. Saben, sin embargo, en el PP que el PSOE tiene prisa. Y el PSOE sabe que el PP también.
y Cs. Las fuentes de la formación de Inés Arrimadas y Edmundo Bal no dudan. Si el Gobierno ofrece el martes al Consejo de Portavoces la posibilidad de iniciar ahora el proceso, dirán que sí.
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