Las personas con depresión (46 %) son mucho más propensas a creer en la información errónea y son más vulnerables a las bromas. Así lo ha revelado durante la presentación, este martes en Madrid, de la «I Guía Interactiva sobre la Depresión» impulsada por Lundbeck, farmacéutica especializada en enfermedades cerebrales. En España hay 2,1 millones de personas con depresión, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística -correspondientes al año 2020-, lo que supone que el 5,25% de la población mayor de 15 años padece esta enfermedad. Entre ellos, 230.000 personas sufren de depresión severa.
Con el objetivo de combatir la desinformación existente en torno a esta condición tan estigmatizada, la empresa Lundbeck, en colaboración con SEPSM (Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental), SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), Fundación ANAED (Asociación de apoyo a pacientes depresivos ) y la asociación La Barandilla, promovieron ‘En 30 preguntas. Guía Interactiva de la Depresión”, la primera publicación interactiva colaborativa sobre esta enfermedad.
¿Por qué estoy deprimido? ¿La depresión puede ser culpa mía o de mi familia? ¿Es normal que tenga falta de concentración, memoria y/o energía? Estas son algunas de las preguntas más comunes que hace alguien que acaba de recibir el diagnóstico y respondió la guía a través de respuestas de especialistas en salud mental.
engaños de enfermedades
La depresión y las personas que la padecen son objeto de abundante desinformación en forma de unos bulos y mitos presentes tanto en las redes sociales como en la sociedad. Este es uno de los datos recogidos en un informe elaborado por Maldita Ciencia, que analiza la información existente sobre la enfermedad en Internet. Según el estudio realizado durante la pandemia de coronavirus, las personas con depresión (46 %) eran significativamente más propensas a creer en la información errónea. Cuando tienen dudas o incertidumbre, la mayoría de los pacientes buscan información de fuentes digitales.
“Es fundamental que haya un diálogo entre los investigadores en salud mental, los clínicos y la sociedad, generando una cultura científica sobre estas cuestiones. De esta manera, alineamos los intereses de las personas con el conocimiento que pueden aportar los profesionales”, aseguró el doctor Guillermo Lahera. , jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (Madrid).
La Dra. Eva Trillo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del CS Campo de Belchite y vicepresidenta de SEMERGEN Aragón, destacó a su vez la necesidad de colaborar para aportar páginas y material “con rigor científico y elaborado por profesionales”. Tal y como explicó José Manuel Dolader, director de la Asociación La Barandilla, a raíz de la pandemia, la salud mental, y en especial la depresión y la ansiedad, han cobrado actualidad y muchas personalidades “dan la cara constantemente, contando sus vivencias”.
“Se habla mucho de depresión, pero eso no quiere decir que haya conocimiento. Los pacientes tienen muchas dudas”, explican los expertos
Por su parte, José Ramón Pagés, coordinador de la Fundación ANAED, considera que “en este momento hablamos mucho de depresión, pero eso no quiere decir que haya conocimiento. Hay una falta de información. les doutes.» De même, il conseille que la première chose soit de «demander l’aide d’un médecin, comme nous le faisons avec d’autres maladies». Lors de la réunion, il a été souligné que, malgré les risques de désinformation, une augmentation de la conversation sur la dépression a des effets positifs, tels que la promotion de l’éducation à la santé mentale, la création de communautés de soutien et, également, les utilisateurs directs à rechercher le l’aide dont ils necesitan.
.