Los fabricantes de coches eléctricos tienen la gran ventaja del par instantáneo cuando quieren apostar por el rendimiento. Su capacidad de enviar toda su potencia de cero a las ruedas permite unas cifras de aceleración increíbles. Si no te lo crees, solo mira los 2,8 segundos que tarda el Porsche Taycan Turbo S en pasar de 0 a 100. O los 4,5 segundos que tarda el Rolls-Royce Spectre, un “pequeño” de casi tres toneladas. Otro ejemplo es el Tesla Model S Plaid, 2,1 segundos para el contendiente norteamericano.
El problema viene de las curvas. Su exceso de peso penaliza en frenada y en curva y, dado que la mayoría de ellos no tienen vocación de competición, sino que son coches de calle con mucha potencia, aunque con un chasis ajustado hacia la deportividad en el caso del Porsche y el Tesla , su rendimiento en el circuito está por debajo de lo esperado para verlos acelerar. Tampoco ayuda su velocidad punta, limitada en muchos casos por seguridad o para estirar la batería.
En ese sentido, Elon Musk, CEO de Tesla, siempre creyó que el Model S Plaid podría ser un excelente auto para el circuito y llegó a asegurar que sería capaz de alcanzar una velocidad máxima de 200 mph, 322 km/h. De momento, ni una cosa ni la otra, pero toda esta situación podría cambiar con un plus que llegará muy pronto: los frenos carbocerámicos.
Poder total desde $20,000
Porque sí, en el automovilismo es casi tan importante frenar como acelerar. A partir de alrededor de $ 20,000, Tesla pronto ofrecerá frenos de cerámica de carbono para el Model S Plaid, con los que el sedán eléctrico alcanzará nuevos niveles de deportividad para competir cara a cara con su mayor rival, el mencionado Taycan.
Frenos carbocerámicos para el Tesla Model S Plaid.
El tema de la velocidad máxima es sencillo de solucionar, basta con quitar su limitación, cosa que la marca no hará hasta que no lo considere completamente seguro. De momento, el Track Mode del Model S permite alcanzar los 282 km/h. Se supone que los nuevos frenos motivarán a la marca a eliminar la limitación.
Frenos carbocerámicos probados
Pagando este suplemento, el vehículo está equipado con cuatro discos de carburo de silicio-carbono de 410 mm y pinzas de freno de seis pistones delante y cuatro detrás, suficientes para frenar los 2.265 kilos que pesa constantemente la berlina y sin cansarse. Aunque todavía no están a la venta, el piloto alemán Sebastian Vittel -no Vettel- ya probó una unidad con este equipo en el circuito francés de Bresse, donde completó una vuelta en 1:33.610.
El tiempo en sí mismo no dice nada, pero comparemos. El mismo piloto tiene puntuaciones como 1:37.400 con un Porsche 718 GTS -con neumáticos Michelin Pilot Sport 4S, los mismos que equipaba con el Tesla-, o como el 1:31.700 que estableció con el 911 GT2 RS, una bestia desarrollada ser rápido precisamente ahí, en el circuito. Permanecer por debajo de los dos segundos con un automóvil cuyo alerón es casi invisible en comparación con el del 911 es notable, por decir lo menos.
El Tesla Model S Plaid pronto recibirá la opción de frenos carbocerámicos. Los que puedan no deben dudar, porque solo con este componente será posible liberar todo el potencial oculto del coche eléctrico americano.
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