Sin demasiadas sorpresas en el palmarés del Festival de Málaga. Desde el estreno entre aplausos de ‘20.000 especies de abejas’ y con premio para su jovencísima protagonista, Sofía Otero, estaba claro que la película de Estíbaliz Urresola iba a ser una de las grandes candidatas a ganar las principales Biznagas de los veinte – Sexta edición del certamen. Y así fue: el largometraje sobre un niño que nació Aitor pero siente que Lucía se va de Málaga con dos de los principales galardones, Mejor Película Española y Mejor Actriz de Reparto (Patricia López Arnáiz). Por su parte, la panameña ‘Las hijas’, un retrato íntimo de la adolescencia con una paternidad ausente, se alzó con la distinción de mejor película iberoamericana. A partir de ahí, algunas ausencias y algunas decisiones extrañas.
La relación entre los nuevos directores españoles, la Berlinale y el Festival de Málaga sigue creciendo. Urresola se suma a la lista de autoras como Elena Trapé, Carla Simón o Alauda Ruiz de Azúa que han acabado triunfando hasta la fecha con el cine en español tras cosechar prodigiosas críticas y premios en el festival de Berlín. El largometraje del cineasta vasco fue muy aclamado en su estreno, por la sensibilidad y la esperanza con la que aborda las peripecias personales (y sus implicaciones familiares) de una niña nacida niño. Eso sí, la decisión de considerar secundario el papel de Patricia López Arnaiz es algo controvertida, ya que aparece en buena parte de las imágenes (con indiscutiblemente la pequeña Sofía Otero).
El premio también se cantó para María Vázquez, la protagonista de ‘Matria’. La intérprete gallega encarna con poder y convicción a una mujer fogosa que avanza pero que se ve oprimida por la precariedad. Era la gran favorita del mismísimo estreno de la película de Álvaro Gago. Por su parte, el argentino Alberto Amman gana la Biznaga a mejor actor principal por ‘A la entrada’, en la que integra a un ciudadano venezolano sospechoso de las autoridades estadounidenses durante un asfixiante interrogatorio en un control aduanero de un aeropuerto. Un papel lúcido, con un acento clavado (una de las grandes especialidades de la intérprete) y para una de esas películas pensadas para que los actores den lo mejor de sí mismos.
En cuanto a la interpretación masculina de apoyo, ganó otro argentino: Jorge Marrale, sin duda, lo mejor de ‘Empieza el baile’, de Marina Seresesky. Su bandoneonista borracho que disfraza con sarcasmo un secreto oculto durante décadas conmovió al jurado, como hizo con el público la película de Seresesky: suya es el premio del público.
precios no tan esperados
¿Recompensas extrañas? Otros: el premio especial del jurado para ‘Bajo terapia’, la alocada comedia dramática con trap de Gerardo Herro, y la mención especial del jurado para la uruguaya ‘Desperté con un sueño’, película lúgubre y pretenciosa que parte de la historia de A los 12 años, Pablo Ferro (interpretado por el propio Ferro, ya con 15) es difícil de entender. Además de que una de las mejores películas proyectadas este año en la Sección Oficial (para lo que encaja, sin duda, la mejor), la mexicana ‘Zapatos rojos’, de Carlos E. Kaiser, se alzó con un único premio, el de la mejor fotografía. . Y también nos costó olvidar ‘Ma vie si simple’, de Félix Viscarret, una comedia agridulce sobre el tránsito a la madurez masculina que gustó mucho pero que no rascó la bola en las listas de éxitos.
Pero así es el cine. Más el próximo año.
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