La continuidad en la Primera del Espanyol empieza a ser muy difícil. Los periquitos pasaron por todos los ánimos este jueves en Sevilla, pero terminaron de la peor manera posible, sufriendo otra durísima derrota (3-2) que les mantiene en la penúltima plaza, a tres puntos de seguridad. El contexto no podía ser peor con el derbi del 14 de mayo en el horizonte. El Barça podría certificar el título de Liga en Cornellà y dejar a su rival con pie y medio en segunda.
El área de Luis García empezó estrellándose en el Pizjuán, pero se recuperó a lo grande y llegó al descanso en cabeza gracias a un gol de Rekic en propia portería y una obra de arte de Puado. Las desgracias llegaron en la segunda parte con un temerario penalti de Vini Souza que sacó Ocampos y disparó la racha andaluza certificada por el gol de Gueye que mató definitivamente al Espanyol.
la táctica
Dicen que no se toca lo que funciona y Luis García ha apostado por la continuidad en el Pizjuán. El técnico repitió el dibujo táctico de la pelea ante el Getafe, con tres centrales, dos laterales, tres centrales y dos delanteros.
Tres novedades registraba el once loro, dos de las cuales eran totalmente esperadas: el regreso de César Montes en lugar de Calero tras haber cumplido una suspensión de juego y la entrada de Puado por Braithwaite, fusilado por acumulación de tarjetas.
En el carril izquierdo, Brian Oliván sustituyó a Pedrosa, que jugará en el Sevilla la próxima temporada. La magia se dio en el centro del campo, con Denis, Darder y Melamed, los más inspirados, pero los tres acabaron siendo sustituidos en la segunda mitad para hacer olvidar a la gente.
Controversia
El VAR fue el gran protagonista de una pelea que comenzó con un regalo de Cabrera que dejó solo a Oliver ante un gran Pacheco (m. 4). Un pisotón involuntario de Gueye sobre Darder fue el segundo susto de los Parrots, que encajaron el 1-0 de Bryan Gil inicialmente anulado por Alberola Rojas.
La revisión mostró que no hubo fuera de juego ya que el balón procedía de un jugador blanquiazul, pero se podría haber pitado falta de Rafa Mir. También hubo suspenso en el empate de los Budgies, esta vez por suerte para el Espanyol, que vio subir en el marcador el gol de Rekik tras un pase de Darder tras ser sancionado inicialmente por fuera de juego. El VAR dictaminó que Joselu no interfirió con el central durante el despeje hacia su propia portería.
el gran objetivo
La fortuna no le había acompañado demasiado durante este curso donde corrió hasta en cinco ocasiones con los palos. Javi Puado se merecía un golazo como el de este jueves, el quinto que marca en Liga. El jugador de la plantilla se impuso con un misil cruzado sobre la plantilla que desequilibró el partido a dos minutos del descanso.
El gol de Puado alivió el dolor en una clarísima ocasión fallida de Joselu poco antes del 1-2. El pichichi blanquiazul recibió un valioso pase de Melamed y se encontró completamente solo ante Dmitrovic. No sabía cómo definir el gallego. Afortunadamente, su compañero atacante tuvo mejor suerte. Entonces vendría el desastre.
El problema
El argumento del partido se complicó a la hora del partido, cuando Luis García decidió reemplazar a Darder por Vini Souza. El capitán perico arrastraba las molestias del pisoteo de Gueye pero no se veía muy convencido camino al banquillo. Parakeet Brain puso hielo en la zona dañada mientras su sustituto cometía un descuido sobre el africano que le costó caro al Espanyol.
Alberola Rojas no dudó en señalar un penalti que convirtió Ocampos para poner las mesas e iluminar al Pizjuán. El delantero sevillano pegó en el larguero a cinco minutos del final y Gueye certificó la victoria andaluza (m. 87). Rubén Sánchez tuvo la última oportunidad de salvar un punto cuando un Espanyol se desangraba camino al derbi.
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