Las empresas españolas ganan protagonismo en la nueva era espacial

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El sector aeroespacial español vive un momento de grandes expectativas y pugnas comerciales potentes. La guerra de Ucrania supuso una revisión geoestratégica de los países y mayores oportunidades de inversión. El surgimiento de iniciativas privadas como SpaceX de Elon Musk y la futura red de satélites Amazon Kuiper de Jeff Bezos representan un contexto disruptivo para el sector. Miles de pequeños satélites comienzan a colonizar el espacio captando datos y fotografías de cualquier rincón del planeta.

En opinión de Jordi Hereu, presidente del operador de satélites con participación pública Hispasat, “el espacio es el campo de batalla del siglo XXI. Es por tanto un campo estratégico y global que requerirá la colaboración de todos, empresas veteranas y nuevas empresas”. HIspasat es el tercer mayor operador de satélites de Europa.

Carlos Fernández de la Peña, director general en España de la multinacional italiana Telespazio, recuerda que hace tan solo diez años el sector espacial era prerrogativa de grandes empresas como Airbus y la influencia de agencias espaciales estatales como la NASA, (Agencia Espacial de EE.UU.). Explica que desde entonces ha tomado forma el llamado “nuevo espacio”, un concepto que engloba la actividad espacial en torno a satélites más pequeños y económicos. Según cálculos de Hispasat, las inversiones recibidas por este sector privado rondaron los 252.900 millones en 10 años en Europa, para 1.694 empresas.

Esta entrada de capital privado ha provocado una explosión de “startups” que, ligada a la reducción de costes de fabricación y al lanzamiento de satélites de pequeño tamaño, produce una reducción de las barreras financieras de entrada. Las empresas del sector, grandes y pequeñas, temen el concepto de “Nuevo Espacio”, entendiendo que la torta espacial habrá que repartirla en función de los servicios que se ofrezcan y no del tamaño de los satélites o la distancia a su órbita. SpaceX es una empresa del «Nuevo Espacio», pero también es el actual líder mundial en el lanzamiento de satélites. Telespazio participa en gran parte de los proyectos de desarrollo espacial europeos.

La ‘invasión’ de los satélites espía: los países aumentan sus inversiones militares en el espacio

iris2

El anuncio esta semana del proyecto espacial europeo Iris2 para la creación de una constelación de satélites supone la conexión definitiva entre el «Nuevo Espacio» y las grandes empresas vinculadas al sector espacial. El plan está dotado con 6.000 millones de euros y un consorcio que incluye a Airbus SE, Thales Alenia Space SAS, los operadores de satélites Eutelsat Communications, SES, Hispasat, Deutsche Telekom, Orange, OHB, Hisdesat Servicios Estratégicos, Telespazio y Thales.

Pero otros proyectos espaciales están en marcha. En comparación con los grandes satélites geoestacionarios que orbitan a 36.000 kilómetros y pesan varias toneladas, los nuevos nanosatélites que encarna “New Space” pesan poco más de diez kilos y orbitan a una altitud de 500 metros. Esta “democratización” del espacio parece tener los días contados de cara a futuros procesos de concentración empresarial y de apuesta de las grandes empresas en el campo de los pequeños satélites. También por el rápido desarrollo y crecimiento de las “startups” mejor situadas.

La nueva tecnología en torno a los nanosatélites ha abierto la veda a los satélites regionales. Au Pays basque, un a été lancé, en Catalogne deux et il y en a deux autres en cours, l’Andalousie est sur le point d’en lancer un, aux Canaries, un est sur le point d’être lancé et un autre está en curso. Mientras que en Cataluña se ha contratado el servicio de satélite, que pertenece a la firma Sateliot, en Andalucía o Canarias se ha optado por poseer el nanosatélite. Estas iniciativas continuarán, pero los procesos de concentración empresarial serán imparables en los próximos años y la velocidad de implantación de las redes de satélite será fundamental.

agencia Espacial

“New Space” y la nueva Agencia Espacial Española han permitido a muchas nuevas empresas potenciar sus proyectos. El Gobierno ha aumentado este año un 20% la aportación de España a la Agencia Espacial Europea (ESA), hasta los 300 millones de euros. Desde 2019, el gobierno español ha incrementado su contribución a la ESA en un 50%.

La red de satélites del Atlántico, que prevé el lanzamiento de 16 satélites (incluidos ocho desde Portugal) es el proyecto estrella de la agencia española y el destino de gran parte de la aeroespacial Perte (que movilizará 4.533 millones de euros entre 2021 y 2025 en inversiones público-privadas).

Pero también está, por ejemplo, la red de la firma española Sateliot, llamada a ser la primera red mundial de satélites 5G. Y también está prevista otra red privada española, BeetleSat, una constelación basada en satélites de menos de 200 kilos para conectividad global en banda Ka para comunicaciones seguras punto a punto.

Jaume Sanpera, consejero delegado de Sateliot, reconoce el gran potencial de España en el ámbito espacial, pero advierte que las nuevas empresas nacidas en torno al «Nuevo Espacio» van a necesitar más financiación pública para evitar que caigan en manos de inversores extranjeros. «Tenemos que apostar estratégicamente por empresas que tengan una larga trayectoria, que tengan propiedad intelectual, que tengan patentes y que aporten valor. En total, no hay más de una docena para apostar por ellas, por posibles campeones del mundo. Las inversiones necesarios para consolidar el crecimiento de las nuevas empresas espaciales españolas valen «solo» cientos de millones de euros.Estimo que con unos miles de millones de euros de dinero público sería posible asegurar el futuro de las nuevas empresas espaciales españolas y, a partir de estos, impulsar todo el ecosistema de empresas proveedoras que serán las próximas campeonas a acompañar”.

Los nanosatélites en órbita baja abaratan los proyectos espaciales y nacen nuevas empresas que necesitan financiación pública para consolidarse

falta de fondos

La falta de financiación es el gran problema para el desarrollo de nuevas empresas espaciales. Al tratarse de una actividad estratégica, cualquier fondo de inversión internacional requiere que el domicilio social se traslade al país del accionista de referencia. Por eso, en el sector se presiente que habrá movimientos empresariales en un futuro próximo, ya que el nanosatélite también forma parte de los planes de las grandes operadoras.

Pero a medida que llegan las fusiones empresariales, las empresas españolas del sector tienen grandes expectativas. Sanpera cree que se mantendrá el crecimiento de dos dígitos en el sector: “Cualquier empresa que no crezca a este ritmo pierde cuota de mercado”, especifica Sanpera.

usos militares

La guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto la importancia de los servicios por satélite en el campo de la defensa. En España, una empresa de referencia es Hidesat, el operador gubernamental en el ámbito militar. Pero también juegan un papel destacado otras empresas que fabrican componentes u ofrecen servicios especializados de observación o telecomunicaciones. “Tenemos una gran oportunidad en España para liderar aplicaciones de defensa relacionadas con el Internet de las Cosas y comunicaciones seguras dentro de la OTAN”, explica Sanpera. Hereu coincide: “España puede aportar experiencia en el ámbito industrial y operativo pero también en innovación con nuevas empresas que están liderando iniciativas de lanzadores y nanosats”.

Fernández de la Peña cree que «para España es importante lograr la independencia tecnológica para poder lanzar satélites al espacio y tener sus propios programas de comunicaciones, navegación y observación de la Tierra». En la filial de Telespazio ya trabajan 120 personas y la empresa ejecuta un plan de crecimiento para triplicar su tamaño. Esta empresa italiana factura alrededor de 700 millones y emplea a 3.000 personas en Europa.

Fernández de la Peña destaca que el sector espacial español es esencialmente civil. El sector de la defensa es el principal cliente de imágenes de alta resolución tomadas desde el espacio (más del 60%). Un área importante de desarrollo para las empresas españolas es la de las aplicaciones para el análisis de estas imágenes mediante radares combinados con las tomadas por drones terrestres o nanosatélites en órbita baja.

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mercado civil

Rafel Jordà, director general de Open Cosmos, reconoce el dulce momento que vive el sector espacial en España, pero afirma que el gran terreno de desarrollo de futuro es más el mercado civil que el militar, este último más reservado a las grandes empresas públicas. Según él, España destaca que podrá por primera vez en los próximos años afrontar misiones espaciales completas. Poder lanzar satélites y diseñar e integrar todas las tecnologías asociadas supondrá un cambio radical en los próximos años.

Jordà destaca que Open Cosmos se centra en aplicaciones satelitales orientadas a la sostenibilidad, el análisis del cambio climático y la monitorización de los recursos naturales: «Lo que prima actualmente es la utilidad de los satélites, estén en órbita alta o baja. No, yo creo que todos Las tecnologías espaciales son de doble uso (militar y civil). Muchos satélites fabricados son viables sin que necesariamente tengan una aplicación integrada para los servicios de defensa, como la mayoría de los proyectos de la ESA”, explica Jordà.

Jordà cree que en diez años España será plenamente capaz de gestionar proyectos espaciales a nivel global. Pero lo más importante será el salto en la capacidad de análisis de los datos obtenidos: “El futuro se mueve en esta dirección, no solo para el desarrollo de infraestructuras espaciales sino también para el diseño de algoritmos para el tratamiento óptimo de los datos generados por satélites «, análisis.

Según los últimos datos disponibles del ICEX y la patronal Tedae, el sector aeroespacial factura en torno a 12.000 millones al año y emplea a más de 50.000 personas. Pero los datos del segmento espacial no están separados. La inversión en I+D representa el 10% de la facturación, que ha aumentado un 42% en 10 años. El sector exterior es clave, ya que el 80% de la facturación del sector espacial español se realiza en el extranjero. El 75% de los empleados de New Space tienen títulos universitarios. Este es un indicador que apunta a una industria con alto valor agregado y un alto nivel de productividad.

Alén Space es una empresa especializada en productos y componentes estandarizados para pequeños satélites y CubeSats con sede en Pontevedra. Su objetivo es acortar las fases de desarrollo de todo tipo de misiones espaciales. Esta empresa, con 15 años de existencia, está presente en 16 países y en su carta de presentación siempre destaca que tuvo un 100% de éxito en todas las misiones en las que participó. Fuentes de la compañía señalan que la clave del futuro del sector espacial español será la financiación de los planes de expansión y el mantenimiento de equipos humanos y técnicos de alto rendimiento: «Un ‘saber hacer’ que refuerza la independencia tecnológica la confianza de los clientes y socios en el trabajo realizado, y apoyo inicial de instituciones públicas o privadas claramente comprometidas con este sector”.

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