Vivimos rodeados de música. Incluso antes del nacimiento, en el vientre de la madre, ya podemos escucharlo. Su importancia es tal que se considera una herramienta clave en el desarrollo cognitivo y emocional de las personas en todas las edades.
Y según los expertos, durante la vejez cobra aún más relevancia, ya que mejora el estado de ánimo y la psicomotricidad entre otros muchos beneficios.
Por ello, cada vez es más habitual integrar la musicoterapia en actividades dirigidas a este sector de la población.
¿Qué es la musicoterapia?
La musicoterapia consiste en el uso de la música con fines terapéuticos para restaurar o mejorar la salud de una persona o un grupo de personas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y la autoestima de los pacientes. . Y creando un entorno donde se pueda trabajar la participación, la creatividad y la comunicación.
Como explica David Curto, Director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores:
“La musicoterapia puede entenderse como una medida preventiva o como un método terapéutico en sí mismo. En geriatría es ideal para integrar y mejorar las capacidades de las personas mayores en las áreas de lenguaje, atención, memoria, conducta y movilidad.”
“En cualquier caso, es fundamental tener en cuenta la situación de cada paciente, porque cada terapia debe ser única y adaptada a la persona. Esta regla es válida tanto para actividades individuales como grupales”.
¿Cuáles son los beneficios de la música para las personas mayores?
Entre los beneficios más destacables que producen las musicoterapias en las personas mayores, los especialistas en geriatría señalan:
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Ayuda con el procesamiento adecuado del lenguaje.
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Es bueno para la memoria. Además, actividades como cantar o bailar no solo ayudan a la memoria, sino que también pueden ayudar a recuperar recuerdos que se creían perdidos.
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Esto tiene un efecto directo en el comportamiento. Las personas mayores con demencia suelen tener dificultad para percibir determinados estímulos, lo que suele provocarles ansiedad. La música les ayuda a calmar este estrés y a controlar esta reacción.
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Mejora el bienestar emocional ya que interfiere positivamente en el sistema nervioso, ayudando a producir una mayor actividad parasimpática y reduciendo la ansiedad.
¿Cómo usar la música con una persona mayor?
A la hora de planificar la aplicación de la musicoterapia con una persona mayor, es fundamental prestar atención a dos aspectos.
En primer lugar, es importante que la elección de la música satisfaga tanto los gustos musicales como las necesidades médicas del paciente.
En segundo lugar, es fundamental conocer el estado cognitivo de los pacientes para que las sesiones sean efectivas y adaptadas a su situación. “En este sentido, las sesiones serán más cortas y en grupos reducidos si los pacientes padecen un estado avanzado de demencia”, explican los expertos.
Como señala Andrea Trujillo, psicóloga de BluaU de Sanitas:
“Hay muchas formas de saber cómo se siente alguien más allá de la comunicación verbal, hay que tener en cuenta que cuando una persona sufre un deterioro severo en sus habilidades comunicativas, tiene otras formas de dejarnos ver cómo se siente y necesitamos para prestar atención, observar sus reacciones a la música y ayudarla a expresar sus emociones.
Otras actividades complementarias a la música
La musicoterapia no se trata solo de escuchar música, sino que se puede realizar a través de muchas actividades diferentes. Entre ellos están:
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Aprender a tocar un instrumento ya que potencia la creatividad y ayuda a mejorar la coordinación y la concentración.
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Sesiones de baile: mejoran la coordinación, la movilidad y el equilibrio, y son una actividad perfecta para practicar en grupo y así mejorar las relaciones sociales. También entrenan la memoria.
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Sesiones de canto y baile: actividades perfectas para estimular la memoria y otros aspectos cognitivos.
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Actividades como pintar, mientras se escucha música, pueden beneficiar la salud emocional y física de los adultos mayores.
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