Vendredi dernier, alors que Carlos Alcaraz fêtait ses 20 ans en jouant et en battant Borna Coric, Rafael Nadal a contre-programmé son héritier en annonçant en plein match de sa demi-finale qu’il ne jouerait pas à Rome, le dernier tournoi avant Roland Garros. Una coincidencia, podría pensarse. O un momento elegido conscientemente, según se mire. Lo cierto es que Carlitos, como ahora se le conoce en todo el mundo, sigue comiendo suelo balear, que trabaja a contracorriente para acelerar sus posibilidades de alcanzar al gran parisino.
Pasadas las 22:00 horas, poco después de recibir de manos de José Luis Martínez Almeida el trofeo que le acredita como ganador del Mutua Madrid Open por segunda vez en su carrera, Alcaraz compareció para valorar su victoria en la capital española. Sonriente, pero tranquilo. Sin celebraciones excesivas. El cabezazo está centrado en el segundo Grand Slam del año, un gol que le tiene «entre ceja y ceja» desde que abandonó el Abierto de Australia por lesión.
El murciano, que ya suma diez títulos en una carrera que todavía está en pañales, empieza a hacer de la victoria una rutina. Siete de esas victorias (Madrid y Barcelona dos veces, Umag, Río y Buenos Aires) han sido sobre tierra batida, una superficie que siempre ha sostenido que no es su favorita, pero en la que sigue conquistando trofeos y sigue afianzándose como un gran competidor. Este último, con sufrimiento ante un sorprendente Jan-Lennard Struff, que le tuvo por momentos contra la lona pero que sucumbió como todos ante un Alcaraz que suma ya 21 victorias consecutivas en torneos disputados en España.
«Crezco en los momentos importantes»
“Creo que tengo una gran capacidad para jugar los momentos importantes. Es cuando más crezco, logro llegar a mi mejor nivel y demuestro lo que me diferencia del resto de jugadores”, dijo Alcaraz, quien se define “como un jugador en la final» y solo ha perdido tres en su carrera. “Son logros muy bonitos, muy grandes. Estoy muy orgulloso de todo lo que estamos conquistando pero no queremos parar”.
Alcaraz: «A veces me digo ‘Charly, haz magia’, y en ese momento me sale»
Todos los títulos de la temporada sobre tierra batida cayeron a su favor, a excepción de la final de Río, que perdió ante Cameron Norrie, azotado por unas molestias musculares en la pierna derecha. Máquina, por tanto, del que sería el gran golpe, no solo para el circuito, sino para el tenis español: ganar en Roland Garros, el bastión de Nadal. Última etapa de un relevo que cada día parece más apretado, y que el propio tenista palmareño ya se ha dado a la tarea de empezar afinando un registro indigno de alguien que acaba de pasar la veintena.
«Lo he dicho muchas veces antes que es una pena ver a Rafa olvidarse de los torneos y más aún de la vuelta, que es muy especial para él. Al final, si decidió no ir a Roma con su equipo , es porque ha visto que todavía no está listo y obviamente le deseo una pronta recuperación y espero verlo en Roland Garros al cien por cien, eso es lo que quiere el mundo del tenis”, admite Alcaraz. , quien siempre ha mostrado sus ganas de competir y competir con su ídolo en la pista.
A París llegará con hambre tras perderse el Abierto de Australia por lesión, pero antes llegará a Roma, donde jugará por primera vez. “Soy un chico ambicioso. Nunca he competido allí y no sé cómo va a ser, pero seguro que lo disfrutaré y podré hacer disfrutar al público italiano” , estimó el número dos, que actualmente está a sólo cinco puntos de Novak Djokovic en la carrera por el número uno y con solo andar por la pista ya recuperaría esta posición al arrebatársela al serbio, defensor de los 1000 puntos desde su victoria pasada. año.
Una posición que facilitaría su carrera en Roland-Garros, aunque este año podría haber trampa. El sorteo, a menudo caprichoso, podría ganarle un encuentro temprano con Nadal, que ocupa el puesto 14, en caso de que aparezca en París. Y tras la victoria del murciano en Madrid, todas las miradas están puestas ya en un posible cruce con el balear en su baluarte. Ese, y no otro, sería el último desafío.
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