Le débat houleux sur la responsabilité des réseaux sociaux pour les contenus postés par leurs utilisateurs, ainsi que pour les algorithmes de recommandation controversés qu’ils utilisent, continuera de faire rage mais pour le moment non résolu et sans changements juridiques de grande envergure, du moins En los Estados Unidos. estados Con las decisiones adoptadas este jueves en dos casos de terrorismo, la Corte Suprema de Estados Unidos dio la victoria a las grandes tecnológicas. Es más, por ahora ha mantenido el blindaje de plataformas y redes que desde el nacimiento del Internet comercial las ha hecho inmunes a contenidos de terceros.
Los dos casos concretos que resolvió el Tribunal Supremo fueron presentados por familiares de víctimas de los atentados del Estado Islámico en Turquía y Francia. En el caso de Twitter, esa red, junto con Meta y YouTube, han sido acusadas de permitir que la organización los use para reclutamiento de miembros, recaudación de fondos y propaganda. Lo mismo sucedió en el caso contra Google, que acusó a YouTube de ser cómplice de los ataques al utilizar su mecanismo de recomendación para promocionar videos terroristas.
La Corte Suprema rechazó ambas solicitudes y remitió los casos a los tribunales inferiores. Pero también evitó meterse en la Sección 230, la parte de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996 que se considera clave para el nacimiento de Internet y que hasta ahora ha eximido de responsabilidad a las empresas tecnológicas por el contenido publicado por sus usuarios.
Debate político y legal
La Sección 230 ha sido durante mucho tiempo objeto de un debate polarizado y politizado sobre la libertad de expresión en los Estados Unidos. También está en el centro de la tormenta por las prácticas de las empresas tecnológicas, que están en el ojo de la tormenta por la difusión de información errónea, por la recomendación de contenidos de odio o dañinos o por la creación y uso de funcionalidades en sus plataformas. . lo que los hace adictivos.
Aunque los críticos tecnológicos dicen que ya es hora de cambiar esa inmunidad, la industria tecnológica y las organizaciones de derechos digitales advierten que los cambios que impondrían responsabilidad podrían alterar el funcionamiento básico de Internet e incluso crear riesgos para los usuarios individuales.
En una nota dentro de la decisión unánime en el caso contra Twitter este jueves, el juez Ketanji Brown Jackson recordó que «otros casos que presentan alegatos diferentes e historias diferentes pueden llevar a conclusiones diferentes». Pero por ahora la Corte Suprema mantiene el escudo, lo que por ahora deja al Congreso con la opción, remota dada la división, de hacer cambios.
“En algún momento, la Corte Suprema tendrá que tomar otro caso. Es un problema demasiado grande para evitarlo para siempre, pero la Sección 230 tiene al menos algunos años», dijo Alan Rozenshtein, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Minnesota, a The Wall Street Journal.
.