España da esta semana un paso importante en la lucha contra el acoso y la violencia en el trabajo, ya que a partir del jueves se empezará a considerar que pueden producirse más allá del lugar donde los trabajadores desarrollan su actividad: en el comedor, en el guardarropa, durante la jornada laboral viajes, de camino al trabajo, por mensajería instantánea, e-mail o llamadas…
Este jueves entra en vigor en España el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado el 25 de mayo de 2022, un instrumento internacional que obliga a los países que lo ratifiquen a proteger a los trabajadores, aprendices, jefes, despedidos, voluntarios y demandantes de empleo de la violencia y el acoso en el trabajo, incluido el acoso sexual y por motivos de género.
Fuentes del Ministerio de Trabajo citan EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, que recoge situaciones y colectivos que van más allá de la relación laboral, pero que están vinculados a lo que el propio convenio denomina «mundo del trabajo», y que no sólo es aplicable a espacios físicos (como oficinas o negocios), ya que también extiende la protección frente al acoso a otras comunicaciones profesionales (mensajes, e-mails, redes sociales…).
márgenes más amplios
Una de las claves del Convenio es precisamente que amplía el ámbito del acoso laboral, tanto para los lugares donde se considera que puede perpetrarse, como para las personas que pueden cometerlo.
Así lo explica a este diario la secretaria Confederal de Mujer, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, Carolina Vidal: “La mayor importancia del Convenio 190 es que ha ampliado los márgenes de lo que es el acoso en el mundo del trabajo. Ça a élargi le lieu où se produit le harcèlement au travail, par exemple si un homme au travail vous harcèle par mail, c’est aussi considéré comme du harcèlement au travail, ou si un collègue vous appelle en permanence», précise-t- Él.
El acoso no es exclusivamente lo que ocurre en el lugar de trabajo, puede existir acoso “durante el trabajo, en relación con el trabajo o como consecuencia del mismo”.
La OIT aclara que el acoso puede ocurrir en el lugar de trabajo (“incluidos los espacios públicos o privados donde constituyen el lugar de trabajo”); en viajes, desplazamientos, eventos, actividades sociales o capacitaciones relacionadas con el trabajo; en lugares donde se paga a los trabajadores, donde descansan o comer o en instalaciones sanitarias, aseos y/o vestuarios.
También en el alojamiento proporcionado por el empleador, en los desplazamientos y, muy importante, “en las comunicaciones relacionadas con el trabajo, incluidas las que se realizan con tecnología”.
Vidal también explica que el Convenio 190 amplía los márgenes de la persona que acosa, que no limita a un superior o a un colega y que incluso puede involucrar a alguien que no está directamente vinculado a la empresa, por ejemplo alguien que acosa a una persona que trabaja en la recepción de un hotel.
El departamento que dirige Yolanda Díaz prevé que el tratado tendrá un «gran impacto» porque se reconocerá la situación de acoso sin tener en cuenta la relación de la persona con el mundo laboral, que incluye, entre otros, a los becarios.
El máximo responsable de CCOO señala que este instrumento internacional establece que existen conductas que constituyen acoso, tanto si quien las realiza no tiene la intención de vulnerar los derechos fundamentales ni la dignidad de la persona acosada, es decir, sea cual sea la intención, hay cosas que en sí mismas son humillantes y susceptibles de ser entendidas como acoso.
También ayudará, prosigue, aplicar la ley de igualdad de trato, sobre todo teniendo en cuenta que un empresario o una empresaria puede violar la ley por omisión, es decir sabe que un trabajador está siendo acosado y no actúa.
Daños físicos, psicológicos, sexuales o económicos
El objetivo de este tratado internacional, que es vinculante para los Estados que lo ratifican, es «promover un entorno general de tolerancia cero frente a la violencia y el acoso», ya que estos «afectan el bienestar psíquico, físico y de las personas, su dignidad, su familia y su condición social». y “pueden impedir que las personas, especialmente las mujeres, ingresen al mercado laboral, permanezcan en él o se desarrollen profesionalmente”.
Un total de 27 países han ratificado el Convenio 190, que ya está en vigor en 14 estados, entre ellos Italia, Grecia, Reino Unido, Ecuador y Argentina. El jueves, España será el país número 15 en tenerlo en vigor.
Este tratado define la violencia y el acoso en el mundo del trabajo como «un conjunto inaceptable de comportamientos y prácticas, o amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que ocurran una vez o repetidamente, que tienen la intención, causan o pueden causar daños físicos, psicológicos, daño sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso basados en el género”.
Promueve la prohibición de toda forma de discriminación, el derecho a la integridad física y moral y a no ser sometido a tratos degradantes, el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, el derecho al trabajo y a la seguridad y salud en el trabajo con «dignidad». condiciones de trabajo», recuerda el Ministerio del Trabajo.
La OIT subraya que la violencia y el acoso basados en el género (incluido el acoso sexual) «afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas» y que se debe adoptar un enfoque inclusivo que tenga en cuenta las consideraciones de género y aborde las causas subyacentes y los factores de riesgo, incluidos los estereotipos de género y sus múltiples formas. de discriminación y abuso de poder contra las mujeres.
Vidal destaca los avances en este sentido de la ley del único sí es sí, que considera el acoso sexual y el acoso laboral por razón de género como violencia de género. Sin embargo, el dirigente gremial matiza que hay medidas importantes a tomar en este sentido, en particular que la inspección del trabajo desagregue las estadísticas de acoso sexual y por razón de género y que los trabajadores que sufran este tipo de violencia reciban todas las medidas de protección. intervenciones que están disponibles para las víctimas de otra violencia de género.
«Las mujeres son chantajeadas con más violencia y somos más vulnerables porque tenemos relaciones laborales más inseguras, lo que nos convierte en un objetivo más fácil cuando los acosadores juegan con el miedo a perder sus trabajos», dice. Por eso, continúa, no solo se debe alentar a las víctimas a denunciar, sino también hacerles entender que se les va a proteger.
Pide ayuda
El 016 atiende a víctimas de todas las formas de violencia contra la mujer. Es un teléfono gratuito y confidencial que ofrece servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial a través del número de WhatsApp 600 000 016. Además, los menores pueden contactar con el teléfono de ANAR 900202010.
Las víctimas de maltrato sordas, hipoacúsicas, ciegas o sordociegas pueden llamar al 016 con el 900 116 016, SVisual, ALBA, Telesor, ATENPRO y la app PorMí. Todos los recursos contra la violencia de género.
.