La reunión de la comisión federal de este sábado para ratificar las listas para las legislativas del 23J, primera vez que los socialistas se enfrentan tras la contundente derrota del 28M, se ve empañada por la decisión de la dirección de cambiar unilateralmente el camino en que las candidaturas al Congreso y al Senado en Zaragoza, Teruel, Ávila, Valladolid, Valencia, Alicante y Castellón y Toledo.
Esta intervención provocó un monumental incendio en Castilla y León, en la Comunidad Valenciana y en Aragón. En Ávila dimitieron los candidatos y lo mismo ocurrió en Zaragoza y Teruel, donde otras 15 personas que estaban en las listas antes de que Ferraz les tocara se abstuvieron de hacerlo. La crisis abierta es muy importante y provocó que el aragonés Javier Lambán y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no asistieran a la reunión. Tampoco participó el alcalde de Valladolid, Óscar Puente. Ni siquiera el presidente de Asturias, Adrián Barbón. Aunque desde el PSOE asturiano se explica que tenía un «compromiso personal previo» -el matrimonio del alcalde de Cudillero-, fuentes del partido sostienen que su ausencia se produce en un contexto de «tensiones» entre Ferraz y esta federación. Llama la atención que de los tres únicos barones que resistieron la ola azul del 28M, sólo María Chivite de Navarra forma parte del comité nacional.
En un principio solo se esperaba que hubiera más ajustes en la capital aragonesa. Aunque Lambán se resistió a tener como cabeza de cartel a la portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, finalmente cedió. Aun así, la dirección socialista pretendía realizar más cambios en el resto de la candidatura. Pero es que, contrariamente a lo esperado, se han introducido variaciones en más provincias.
En Ávila, Manuel Arribas se impuso como número uno, a pesar de que la propuesta del Castilla y León fue Yolanda Vázquez. Con poco prestigio en ese barrio, la inclusión de Arribas provocó la renuncia de todo el plantel, aumentando exponencialmente los incendios provocados. Javier Izquierdo, secretario de Acción Electoral del Ejecutivo, también fue puesto para encabezar la candidatura al Senado de Valladolid, en sustitución de Sara Galván. En Zaragoza, Susana Sumelzo ocupó el puesto número dos, entre otros cambios, en los que acabó modificándose la lista para el Congreso y el Senado. Y lo mismo pasó con la de Teruel. “Metieron a los simpatizantes de Pedro en las primarias”, dicen fuentes de esa región.
Y en la Comunidad Valenciana se han visto afectados los nombres de las tres circunscripciones del Senado. Valencia será Juan Antonio Sagredo, alcalde de Paterna, a quien confió el secretario provincial, Carlos Bielsa, en lugar del secretario autonómico de presidencia, Alfred Boix, del núcleo duro de Ximo Puig. Lo mismo sucedió en Alicante, se priorizó al jefe de provincia, Alejandro Soler, sobre el liderazgo autonómico. Ana Martínez Zaragoza irá a la papeleta salmón para la Cámara Baja y no Antonia Moreno, delegada del Consell. En Castellón, lo mismo, se nombró a la alcaldesa, Amparo Marco, que ya no está en el cargo en detrimento de Eva Redondo, también delegada del ejecutivo regional. Pese a ello, Puig optó por asistir al encuentro.
En Toledo intentaron cambiar al cabeza de cartel del Congreso, Sergio Gutiérrez, mano derecha de Page en el partido, por la alcaldesa saliente, Milagros Tolón, muy cercana al presidente del Gobierno. Y ponerlo en segundo lugar y no primero. Al final se echaron atrás, aunque Ferraz consiguió hacerse con Tolón, que no estaba en la plantilla.
Los ajustes se discutieron sin ninguna negociación previa, lo que enfureció a los territorios, que se encontraron con una sorpresa este viernes durante la reunión del comité de lista. “Ferraz cambia candidaturas por imposiciones, y por lo que muchos interpretamos como caprichos personales”, reclamaban en el partido. El comité de mañana, ya advirtieron ayer, «no será todo lo pacífico que debería ser».
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