La expectativa en torno a los equipos que acompañarán a Alberto Núñez Feijóo en los próximos meses sigue creciendo. El interés, también desde fuera del partido, volvió a intensificarse tras las elecciones autonómicas y municipales del 28M por la sensación ya generalizada de que habrá una victoria en las legislativas de verano. Internamente, las listas en el Congreso son siempre la primera pista. La mayoría de los líderes consultados lo ven como una elección «consecuente» con la «solvencia» que el líder popular está obsesionado con dar al grupo parlamentario de la próxima legislatura. Y también un núcleo de seguidores.
Como estaba previsto en el escenario, casi la totalidad de la mesa directiva se trasladará del Senado a la Cámara Baja con el líder (excepto Cuca Gamarra y Carmen Navarro que ya son diputadas). Destaca especialmente el caso de Esteban González Pons, muy cercano a Feijóo, que dejará su palmarés en Europa tras las elecciones para estar en el Congreso. Además, el líder gallego ha recurrido a «pesos pesados» de las distintas comunidades autónomas para puestos directivos. Más allá del liderazgo del Génova, destacan otras personalidades importantes para el líder gallego. Sin duda la de Paco Conde, vicepresidente económico de la Xunta de Galicia, y su total confianza (en lo personal incluso antes de entrar en política).
Permaneció en el gobierno regional con Alfonso Rueda tras el salto de su jefe a Madrid, entre otras cosas, por haber sido el encargado de gestionar los fondos europeos en un momento clave para los proyectos en Galicia. La otra persona de máxima confianza, Miguel Tellado, vicesecretario de Organización y verdadero artífice de las candidaturas, acudirá a La Coruña. Estas son dos piezas clave.
Conde, que se convierte en uno de los nombres económicos del Congreso, se une al cabeza de lista por Murcia, Luis Alberto Marín, consejero de Economía y Hacienda de la Región, y que el pasado mes de mayo ya fue nombrado secretario de Economía del Área en Génova. Su nombre estaba marcado. El otro objetivo del líder gallego es contar con personas que tengan experiencia en el Parlamento. Es aquí donde se enmarca la continuidad de José Antonio Bermúdez de Castro (Salamanca), precisamente un hombre clave en el ámbito jurídico y constitucional. El traspaso del Senado estaba cantado, teniendo en cuenta que Feijóo vivió su primer año de política nacional en la Cámara Alta junto a otros líderes clave como Ana Alós (Huesca).
Aunque son muchas las expectativas en torno al nombre que ocupará el número dos del Madrid, en el Génova, intentan reducirlas. Sí, ha habido varios nombres encima de la mesa, pero vuelven a insistir en que «los fichajes más importantes o mediáticos» están pensados para un futuro gobierno. Entre otras cosas, reconocen, porque ni estas personas están abiertas a ser incluidas en determinadas listas, ni el partido considera que tengan «impulso» en una candidatura que Feijóo se ha comprometido a nutrir con los políticos. Otra cosa, añaden, es la gestión y lo que puedan aportar los «profesionales» de fuera al diseño de un Consejo de Ministros.
En el entorno de Feijóo no ocultan que «una parte importante» del gabinete si llega a Moncloa estará formado por líderes de diferentes ámbitos a los que se incorporarán desde la sociedad civil, empresas y otras organizaciones.
Enojada con Alejandro Fernández
Si hay una derivada que ha causado algún malestar interno es la catalana. Tal y como publica este diario, Feijóo ha hecho de Cataluña un territorio prioritario por una cuestión numérica (reparte muchos diputados en las legislativas), pero también política (da prioridad absoluta a la reconstrucción del PP en una comunidad que considera clave por su su peso nacional). . Y el adelanto de las legislativas de julio cortocircuitó un plan que los populares tenían pensado desarrollar en los próximos meses, contando con que las papeletas no llegarían hasta diciembre.
El 23J lo aceleró todo. La decisión de seguir contando con Cayetana Álvarez de Toledo por su propio perfil, que muchos votantes aplauden ante una dureza que no presentan el resto de dirigentes del nuevo PP, está tomada. Pero el Genoa decidió pasarlo a la plantilla del Madrid cuando se dieron cuenta de que chocaba con su estrategia («el bilingüismo cordial de Feijóo») en Cataluña. La vacante número 1 del Barcelona recayó en el nombre de Nacho Martín Blanco, un fichaje de última hora que hasta hace unos días era el portavoz de Ciudadanos en el Parlamento. También formé parte de su comité directivo. En la fiesta naranja no ocultan su indignación.
La incorporación tampoco ha sido bien recibida por buena parte del PP catalán, que entiende que el escaño principal (al menos a nivel simbólico) en Cataluña lo ostentará alguien que no sea del partido. El propio Alejandro Fernández, actual presidente del PP en esta comunidad, no rehuyó mostrar su posición: «En su momento fui muy crítico con aquellos políticos que, a la primera dificultad, se iban a Madrid. No caeré en tal error. Después del 23J reviviremos episodios en Cataluña que exigirán una voz fuerte para defender los derechos y libertades de los catalanes no nacionalistas. No será fácil, pero funciona para mí. No voy a abandonarte.” La última oración estaba escrita en mayúsculas.
Que revelara la oferta de Génova para ir al Congreso (al menos para la provincia de Tarragona) y la declaración de intenciones de seguir luchando en Cataluña mientras el futuro del PP catalán está en el aire (todas las miradas están puestas en Dolors Montserrat) no gustó nada en sentido nacional. El ambiente no podía estar más enrarecido después de días en los que ya se había caldeado el debate sobre la posición que mantendrá el PP en la constitución del Ayuntamiento de Barcelona.
El candidato popular Daniel Sirera sigue presionando al socialista Jaume Collboni para que Ada Colau no esté en la empresa. Este es el único caso en el que los Tories considerarían nombrar al alcalde del PSC. De lo contrario (como todo parece indicar) se votarán a sí mismos, facilitando la candidatura de Xavier Trias, ganador de las elecciones municipales. Las críticas a que el PP permita que un líder de las Junts (el partido de Carles Puigdemont) llegue a la alcaldía no preocupan en Génova: “No vamos a votar sí. Pero nuestra prioridad es que Colau no reincida”, explican. Sin embargo, otros dirigentes del PP, especialmente los del entorno de Alejandro Fernández, consideran muy difícil que Feijóo sea capaz de explicar tal decisión.
El hecho de que el actual presidente del PP catalán siga «defendiendo a los catalanes no nacionalistas» también genera cierta preocupación en el partido, a la espera de saber si irá a la guerra en un futuro congreso o si pretende posicionarse para otro. puesto por si Feijóo llega a Moncloa.
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