En la noche del miércoles 14 de junio, fue asesinado el gobernador de West Darfur. Desde entonces, la llegada a Adré de cientos de heridos y decenas de miles de personas que intentan huir de Sudán a Chad ha sido constante. Los equipos de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) presentes en esta localidad, además de atender a los heridos, recibieron multitud de informes y recogieron decenas de testimonios que demuestran que cientos de personas fueron asesinadas y masacradas mientras intentaban huir.
«El nivel de violencia ha aumentado, y la gente se ha sentido y sigue sintiéndose expuesta en todo momento al peligro de ser atacada», dice Konstantinos Psykakos, coordinador de proyectos de MSF, que lleva casi dos meses en Adré, desde la frontera con la localidad de El Geneina, a la espera de poder acceder a este último, para lo cual nunca estuvo autorizado. Actualmente, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que hay más de 1,9 millones de desplazados internos, a los que hay que sumar unas 550.000 personas que han huido a países vecinos.
El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, advirtió el lunes que Sudán podría convertirse en un «semillero de anarquía e irradiar inseguridad en toda su región» si continúan los combates entre el ejército sudanés y las fuerzas de seguridad paramilitares. Apoyo (LEJOS). “La escala y la velocidad con la que Sudán ha descendido a la muerte y la destrucción no tiene precedentes”, dijo Guterres en una intervención telemática en una conferencia de donantes en apoyo a Sudán y los países vecinos que han recibido a más de medio millón de refugiados en los últimos dos meses. .
detener el fuego
Aunque se desconoce el número exacto de víctimas de los enfrentamientos, se estima en unos 1.173 civiles muertos y 11.704 heridos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) citando al Ministerio de Salud de Sudán. Además, las dos partes en conflicto hacen constantemente acusaciones cruzadas de violaciones de los altos el fuego declarados. Arabia Saudita y Estados Unidos anunciaron un alto el fuego de 72 horas durante el fin de semana entre las RSF y el ejército sudanés, lo que instó a las partes a no buscar ventajas militares durante el acuerdo y a comprometerse a permitir la entrada de ayuda humanitaria.
El ejército sudanés denunció este lunes que las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han vuelto a violar el alto el fuego que entró en vigor el domingo. Previamente se habían anunciado otros acuerdos de alto el fuego en el país, aunque no fueron respetados; las RSF y el ejército se acusaron mutuamente de no respetarlos. Los heridos atendidos por el personal de MSF en el hospital chadiano de Adré denuncian haber presenciado masacres y haber presenciado desplazamientos de población y saqueos, así como la existencia de multitud de cadáveres en las calles. También haber visto como muchas mujeres se vieron obligadas a huir solas con sus hijos.
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