La noticia más importante de los últimos 200 años: el crecimiento de la población mundial está comenzando a disminuir. Estamos cerca del umbral mínimo de fecundidad. En España y otros países, la población se reducirá a la mitad para 2100. Esto alimenta el populismo autoritario, cuando necesitamos una inmigración regulada ante una sociedad que envejece.
Todos estaban equivocados. Malthus a principios del siglo XIX, cuando la población mundial acababa de superar la marca de los mil millones, advirtió que la hambruna masiva era inevitable. Paul Ehrlich, hace apenas una generación, vendió millones de ejemplares de su libro «La bomba demográfica» que predecía muertes masivas a causa de la superpoblación mundial. Ahora sabemos que el peligro es el contrario: el colapso de la población.
Esto fue claramente explicado por el experto JK Lund a principios de este mes en Lianeon. La tasa mundial de fecundidad alcanzó su punto máximo alrededor de 1965, con poco más de cinco hijos por mujer. Desde entonces, ha seguido disminuyendo y ahora es solo 2.3. El umbral mínimo es 2,1. Más de la mitad de la población mundial ya vive por debajo del nivel de reemplazo.
Así lo corrobora un equipo de investigadores del Institute for Health Metrics and Evaluations (IHME) de la Universidad de Washington, que publicó un estudio en la prestigiosa “The Lancet”: en 23 países, entre ellos España, Italia, Japón y Tailandia la población se reducirá a la mitad para 2100, según las proyecciones del estudio.
Despoblación y autoritarismo
Advierte que el mundo no está preparado para una caída dramática en el número de nacimientos, fenómeno que tendrá un impacto traumático en las sociedades, con consecuencias políticas muy importantes.
Brink Lindsey nos advierte que una vez que la población de una ciudad o pueblo comienza a envejecer, se produce una espiral muy peligrosa, con caída de los ingresos fiscales y desempleo, convirtiendo a estas sociedades en «un semillero de populismo autoritario».
Un análisis de Brooking Institution encontró que en la mitad de los condados de EE. UU. que se despoblaron durante la década de 2010, el presidente Trump ganó con el 90% de los votos.
Los residentes de pueblos moribundos ven desaparecer su forma de vida y añoran falsos recuerdos nostálgicos. Así que prometen «hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande» y promover prohibiciones de inmigración. Ya sabemos que todo acabó asaltando el Congreso.
beneficio de inmigración
La solución es todo lo contrario: una política de inmigración ordenada que renueve a una población que envejece. Los países más aptos para la inmigración, como afortunadamente es el caso de España, que cuenta con 6.300.000 personas de origen extranjero, muchas de las cuales tienen la misma lengua y cultura similar, lo que supone una ventaja importante.
Es fundamental que la Unión Europea acepte implementar una política de inmigración lúcida y ordenada, en particular para la inmigración ilegal, que está provocando terribles desastres humanitarios en una de las regiones más ricas del mundo.
Nuestras costas no deben ser tumbas para miles de personas desesperadas. Debemos saber que todos navegamos en un barco llamado planeta Tierra.
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