La euforia de la noche electoral del 28 de mayo en el Hotel Reina Petronila de Zaragoza, donde el Partido Popular de Jorge Azcón celebró la victoria, dio paso en los 28 días siguientes a una serie de reuniones y negociaciones en actos públicos y otros tantos privados e inéditos. .
El camino del líder del PP hacia los Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, aún no está acelerado. Los 28 diputados que le concedieron los votos del 28M no alcanzan para la mayoría absoluta (la que marcan los 34 escaños), pero el PP insiste en que quiere gobernar solo y, de momento, lo está haciendo todo es posible lograr esto. .
Incluso cediendo la presidencia de las Cortes de Aragón a la ultraderecha con una presidenta, Marta Fernández, que en sus declaraciones públicas negaba la violencia de género, la pandemia o el cambio climático, ya investida como presidenta, no se retracta de sus palabras. . y el PP ya no tiene margen para retractarse de este pacto que la izquierda califica de «vergüenza». Solo pudo evitar a Vox en los ayuntamientos de las tres capitales, con mayorías absolutas o cercanas donde no gobernará la ultraderecha.
Sin embargo, en Aragón no parece haber una suma alternativa. Ahí quedaron las amenazas del PSOE de Javier Lambán. Las malas relaciones con Teruel Existe y la ruptura del «contrato cuatripartito» por parte del PAR dejaban poco margen para otra suma si PP y Vox no llegaban finalmente a un acuerdo.
Pero el pacto en las Cortes augura que la negociación del PP seguirá por la senda de la extrema derecha, el PAR y Teruel Existe. Eso sí, con un calendario y unas líneas programáticas que todavía no se han hecho públicas. Vox quiere entrar en el Gobierno y en el PP creen que el precio de presidir las Cortes es suficiente para tachar su abstención.

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La influencia de los generales
Sin embargo, el contexto de la precampaña de las elecciones legislativas del 23 de julio puede confundirlo todo. La campaña comienza el 7 de julio, coincidiendo con los primeros días en los que, por la demora, podría celebrarse el primer Pleno de toma de posesión de Azcón, salvo que el acuerdo se alcance rápidamente y el presidente de las Cortes no agote el plazo previsto por los reglamentos.
En plena pugna por las generales, es de esperar que el partido de Abascal venda cara su abstención. Del mismo modo, aceptar su entrada en un gobierno para ganar su apoyo a la candidatura podría ser una señal de que Azcón pierde votos de centro que no pueden permitirse con la Moncloa en juego.
Antes de la investidura deberán constituirse las diputaciones provinciales y lo que suceda en Teruel, la única donde no están claros los importes, marcará también el camino del resto de pactos.
Mientras los de Huesca y Zaragoza tienen una presidencia definida casi al día siguiente de las elecciones, con el popular Isaac Claver como futuro presidente de la DPH y el socialista Juan Antonio Sánchez Quero repitiendo en la DPZ, el baile de las alianzas en la institución turolense podría todavía hacerla caer en manos del PP, el PSOE o Teruel Existe (el PP tiene 11 diputados; el PSOE, ocho; Teruel Existe, cuatro, y el PAR, dos). Pero la suma de los socialistas y la formación turolense parece lejana. Lambán llegó a proponer a Guitarte para presidir la institución y, aun así, a día de hoy no hay visos de acuerdo y abundan las críticas entre ambos.
Sin ver Vox
Pasan los días y el PP sigue en el hilo de igualar los votos de Vox (o su ansiada abstención) y no perder el apoyo del PAR y Teruel Existe que permitan al futuro Gobierno de Aragón tener un aura de centralidad.
Para ello, los líderes del PAR, Alberto Izquierdo, y de Teruel Existe, Tomás Guitarte, intentan explicar que el pacto con Vox en la Mesa de Cortes no les afecta.
Insisten en que si el Gobierno del PP despliega políticas aragonesas, de equilibrio territorial, con moratoria de las energías renovables y con la defensa de las regiones, entre otras cosas, podrá darle su apoyo. Prácticamente desconoce que el primer pacto de la legislatura vino de la mano de un partido político que niega todo lo anterior.
Veintiocho días después del 28M, la victoria de Azcón sigue siendo igual de clara, pero a la ecuación se suman los claroscuros de la ultraderecha y la ambigüedad o incoherencia de otros socios que aseguraban que no aceptarían nada que dependiera de Vox. La negociación sigue en curso y, mientras tanto, la política aragonesa espera.
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