El aire acondicionado es un arma de doble filo. En países como España, estos aparatos de refrigeración son el recurso más utilizado para mitigar las altas temperaturas, especialmente en los días calurosos, que son cada vez más frecuentes. Estos dispositivos evitan muchas muertes relacionadas con las altas temperaturas, pero a largo plazo, el uso indiscriminado de esta tecnología va en contra de los esfuerzos por frenar el calentamiento global. Solo en Europa, su uso supondrá un aumento de las emisiones de 10 millones de toneladas de CO2 para 2050.
Así lo subraya un reciente artículo publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature, en el que participaron investigadores de la Universidad Ca’ Fascari de Venecia y de la Universidad de Boston, en Estados Unidos. Este es un estudio pionero en el mundo, ya que ilustra, por primera vez, los impactos que tiene el cambio climático en la demanda de aire acondicionado y electricidad para el mismo fin.
Los investigadores estudiaron tanto el caso de Europa como el de India, ya que ambas regiones se ven afectadas por intensas olas de calor debido al aumento de las temperaturas en todo el mundo. Y es que, dado que esta tecnología funciona siempre con electricidad, que, a su vez, se produce principalmente a partir del petróleo, todo indica que es peor el remedio que la enfermedad.
El estudio informa sobre el impacto. Las emisiones de Europa aumentarán en 10 millones de toneladas de dióxido de carbono para 2050. En India, el aumento será mucho mayor, hasta 120 millones de toneladas en los próximos 28 años.
El uso del aire acondicionado se disparará en Europa
Al no tener más remedio que comprar acondicionadores de aire para protegerse del calor, se espera que el consumo de electricidad aumente considerablemente en países europeos relativamente ricos como España, Grecia o Italia. Lo mismo ocurrirá en India, a pesar de que su nivel económico no es tan alto. El estudio estima que para 2050, con un aumento de las temperaturas globales de entre 2 y 3°C, el consumo de aire acondicionado se duplicará en Europa y se cuadruplicará en India, llegando a dar este servicio al 40% de la población en ambas regiones.
Sin duda, su uso tendrá efectos beneficiosos. Las tecnologías de refrigeración supondrán que la población estará expuesta a un 40% menos de calor en Europa y un 35% menos en India para 2050. Pero contra ellos, esto tendrá efectos negativos que no son despreciables. En 2050, la producción de la energía necesaria para el mayor uso del frío supondrá un aumento de las emisiones anuales de CO2 de entre 7 y 17 millones de toneladas en Europa, y de entre 38 y 160 millones de toneladas en India.
“Dado que la generación de electricidad se basa en gran medida en combustibles fósiles, el aire acondicionado como estrategia de adaptación al calor corre el riesgo de socavar nuestros esfuerzos de mitigación”, dice Enrica De Cian, experta en economía energética y medio ambiente de Ca’ Foscari y coautora de la investigación.
En países como España o Italia, “elegir el aire acondicionado como estrategia de adaptación al aumento de las temperaturas también supondrá un aumento del consumo máximo de electricidad”, añade Francesco Colelli.
Por lo tanto, este efecto también podría conducir a aumentos en el precio de la electricidad y requerir más instalaciones para satisfacer la creciente demanda de electricidad. En España, se estima que la demanda máxima anual aumentará en 10 gigavatios en los escenarios climáticos menos prometedores (técnicamente conocidos como RCP 8.5).
Y en este escenario, como concluyen los investigadores, solo hay dos formas de mitigar este aumento esperado de las emisiones de dióxido de carbono: mejorar significativamente la eficiencia energética de los aires acondicionados o promover una descarbonización más rápida de la producción de aire acondicionado.
Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41598-023-31469-z
.