Los mosquitos han estado haciendo su hogar en nuestras casas desde hace un tiempo, llenándonos de picaduras y poniéndonos en riesgo de terminar en un colador si dormimos con las ventanas abiertas en un intento de apagar el calor sofocante. En interiores y exteriores, e incluso con aire acondicionado y durante el día, siempre están ahí.
Puede que seamos activistas por los derechos de los animales, pero los mosquitos no son el tipo de animal que a menudo provoca simpatía. Al contrario, cada año inventamos nuevas formas de eliminarlos. También para que no tengamos que ver nuestras paredes enyesadas con sus cadáveres. En resumen, la batalla para evitar las invasiones de hormigas o cucarachas está muy bien, pero también hay que deshacerse de los mosquitos.
Los expertos predicen el aterrador futuro de los mosquitos
Lucha contra esos molestos insectos
Normalmente, a principios de verano, los diferentes municipios empiezan a preparar planes para frenar esta invasión estacional de mosquitos. Sin embargo, también podemos hacer nuestra parte.
El primer remedio que debemos adoptar para molestar a los mosquitos es el uso de aceites esenciales. De hecho, su olor es particularmente indeseable para estos insectos. Hay que diluirlos en un poco de agua y ponerlos en recipientes repartidos por la habitación. Lo mejor sería utilizar aceites de limón o citronela. Los mosquitos quedarán aturdidos por ellos y terminarán confundidos.
velas
Una segunda solución es utilizar velas de citronela. Iluminarlos por la noche puede ser una buena idea, también porque tienen un olor agradable. Al quemarse desprenden un olor que molesta a los mosquitos y los desorienta. Este olor en el aire eventualmente los confunde y los incita a abandonar el campo y alejarse.
También es fundamental tener macetas en el balcón para mantener alejados a estos molestos insectos. Deberíamos poner, para nuestra defensa, plantas de albahaca, geranios e incluso ajos. Son repelentes naturales muy útiles para molestar a los mosquitos. Es importante cuidar las plantas y trasplantarlas y fertilizarlas si es necesario.
Un cuarto e interesante remedio es usarlo en casa. Es decir, corta rodajas de ajo y colócalas en las habitaciones. Rodajas de cebolla o, mejor aún, de limón, pero remojadas en vinagre blanco, también son buenas.
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