Tebas y Laporta: «El amor está en el aire»… pero solo por interés

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La voz de Álvaro Morte, desde siempre y para muchos papeles interpretada por el profesor de ‘La Casa de Papel’, llenó todos los rincones del estudio Tres Cantos propiedad de Netflix en el que LaLiga creó su nueva imagen corporativa. El actor, para qué negarlo, llenó solo el escenario cuando habló, su presencia poderosa, mientras dejaba paso al resto de protagonistas que desfilaban por allí, desde Fernando Morientes tirando penaltis al youtuber Robert PG pasando por Gaizka Mendieta en directo ( o eso parecía hacer) el nuevo aire de competición.

Solo hubo un momento en que Morte, estando presente en cuerpo, no se consagró protagonista. Fue al comienzo de la gala, cuando se procedió a la entrega de las «insignias» de oro y plata. Joan Laporta fue a por el primero de ellos por parte del FC Barcelona (el de plata fue para el recién ascendido Granada CF) de Javier Tebas. Era la foto de un día en el que, aparentemente sin querer, la incipiente reconciliación Barça-LaLiga se convirtió en una de las principales subtramas.

El abrazo entre Laporta y Tebas

Luego hubo un tímido abrazo que se repitió, con algo más de intensidad, unas horas después (tampoco mucho, ya que cerca de la medianoche sólo había un rezagado queriendo prolongar la velada en otro barrio de Madrid) cuando Laporta se marchaba. la gala, acompañado de su director general deportivo, Mateu Alemany. El presidente azulgrana había terminado su baño de masas, con continuos grupos con periodistas y directivos de otros equipos y más de una foto con los (otros) morenos que allí estaban. Aunque el rey en esta faceta fue Juancho Hernangómez que, por razones obvias, fue visto y distinguido de inmediato.

«Es difícil en el clinch no estar bien con Laporta, te lo estás pasando bien», dijo Tebas antes de la gala. «Nos hicimos cargo de la relación personal y así debe ser. Pasamos por diferentes etapas de nuestra vida y ahora estamos en una buena con LaLiga», concedió Laporta minutos antes en esa misma alfombra roja.

El límite salarial ahoga al Barça

“Hay amor en el aire”, murmuró más de uno, entre dos líderes que, hasta hace poco, se enfrentaban de frente y que, al parecer, son como el agua y el aceite. Pero si algo les une, si es sumamente diferente, es su tamaño para cerrar las alianzas que necesitan en cada momento. Y Laporta, de momento, con el lazo del fair play financiero al cuello, está interesado en llevarse bien con LaLiga. Y Tebas, hoy y siempre, tiene interés en mantener al Barça lo más alejado posible de la influencia directa del Real Madrid y Florentino Pérez, su gran y verdadero enemigo en esta industria.

Básicamente, ninguno de los dos confía demasiado en el otro, pero el acuerdo es preferible al conflicto. Ya a mediados de julio, no había demasiados presidentes de Primera en la gala, casi ningún primer espada en el ecosistema de liderazgo del fútbol español (y ningún representante del Real Madrid), pero sí Laporta, representando al Barça en primera persona. Este detalle ya era lo suficientemente significativo como para que se abriera una nueva etapa.

El Barça se retira del juicio CVC

La retirada del Barça de la petición de la CVC, más simbólica que práctica, ya que el Real Madrid seguirá dando la batalla hasta el final, es el gran hito en el deshielo mientras resurgen los rumores, que son cíclicos, van y vienen, y muy probablemente interesados. , que quizás el club azulgrana se sume algún día al plan de financiación del fondo de inversión americano.

Sería el último acto de reconciliación, pero con tantas consecuencias para el equilibrio político de la industria del fútbol que a día de hoy sigue pareciendo improbable a corto plazo. El cordial acuerdo al que han llegado Laporta y Tebas, un plan de viabilidad avalado por LaLiga, es ya un hito destacable por la aparente naturalidad con la que se logró.

Las alianzas de Tebas y Laporta

Se dice que la política hace extraños compañeros de cama y con el fútbol, ​​que a estos niveles es solo política con el balón, pasa más o menos lo mismo. Está la alianza de Tebas con Jaume Roures o la de Laporta con su excuñado Alejandro Echevarría. Tebas y Laporta aún no han cultivado esta confianza egoísta y seguramente nunca lo harán.

Pero los gestos se suceden, las reglas que limitan los salarios se acaban de relajar, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la Superliga está a punto de caer (se espera para este mes), el caso Negreira va a ser muy de largo y el teléfono rojo Torrelaguna-Camp Nou (o Montjuic) vuelve a estar operativo.

Todo ello sin olvidar la premisa fundamental: en los negocios no existe el amor, sino los intereses compartidos. Y el trato durará mientras duren esos intereses.

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