El pasado viernes, el Instituto Nacional de Estadística hizo públicas las estadísticas de viviendas desocupadas y sin uso. España cuenta con 3,83 millones de viviendas vacías, el 14,4% del stock total, que supera los 26,6 millones de inmuebles. La cifra ha aumentado en 400.000 unidades, respecto al último censo elaborado por el instituto público, en 2011.
El principal hallazgo del estudio del INE es que la mayoría de las viviendas abandonadas se encuentran en localidades pequeñas: el 45% de las viviendas se encuentran en localidades de menos de 10.000 habitantes; mientras que, en los municipios de más de 250.000 habitantes, sólo está presente el 10,5% de todo este stock. En total, hay 2,2 millones de inmuebles residenciales ubicados en ciudades de menos de 50.000 habitantes, donde no existe una gran demanda de vivienda.
La Ley de Vivienda considera que una zona tiene un mercado residencial estresado cuando el precio de compra o alquiler ha subido más de un 3 % por encima del IPC en los últimos cinco años o en una zona donde el pago de la hipoteca o el alquiler supera el 30 % del hogar medio ingreso. Según la consultora inmobiliaria especializada en ciencia de datos, Atlas Real Estate, “el 81,20% de las viviendas desocupadas a nivel nacional están ubicadas en zonas con tasas de ocupación inferiores al 30%”, por lo que su entrada en el mercado no contribuiría a rebajar la tensión en el mercado residencial en España.
Según el informe de la consultora, el 44% de las viviendas desocupadas se encuentran en áreas no estresadas con alta desocupación y el 37% en áreas que tampoco cumplen con los criterios de mercado estresado, aunque estas tienen bajos niveles de inmuebles sin usar. dominio. Por otro lado, el 19% se encuentra en zonas donde la ley de vivienda puede introducir límites de precios: el 13% de estas delimitaciones tienen bastantes casas vacías, mientras que el 6% restante tampoco tiene una gran cantidad de este tipo de inmuebles.
¿Existe una tendencia entre el número de viviendas desocupadas y los precios?
El estudio Atlas RE incluye un análisis de las correlaciones entre las unidades desocupadas, la renta, el precio y los índices de esfuerzo. En cuanto a la relación entre la ratio de viviendas vacías y los precios de un barrio, señalan que a mayor precio de un barrio, menos viviendas vacías hay. “Esto agota la hipótesis de que las zonas estresadas tienen estas características porque hay más viviendas vacías. Esta relación negativa puede deberse a diferentes circunstancias, como que nadie tenga un activo en una zona cara sin rentabilizarlo o, que estas sean muy codiciadas. áreas, la liquidez del mercado es muy alta”, señalan.
En cuanto a los ingresos, el consultor precisa en las conclusiones de su estudio que “a mayor renta por hogar en un distrito, menor tasa de viviendas desocupadas” porque “a mayor poder adquisitivo dinamiza el mercado y hace que menos viviendas queden sin utilizar”.
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