Todos los ojos estaban puestos en ella. La princesa Leonor pisó este viernes por primera vez la Academia General Militar de Zaragoza, el lugar que, a partir del próximo 17 de agosto, será su domicilio. Lo hizo acompañada de sus padres, los Reyes de España, con quienes prodigó su complicidad durante todo el acto de entrega de despachos a 382 nuevos oficiales del Ejército y de la Guardia Civil, que presidió el rey.
Los gestos de acercamiento y las miradas se sucedieron en cuanto entraron en la place d’armes. Acompañados de numerosas personalidades, los Reyes y la Princesa Leonor ocuparon sus asientos en el palco presidencial, donde también se vio a la Princesa conversando con el Director General de la Academia Militar de Zaragoza, Manuel López Pérez, sentado junto a ella. En esta misma corte, precisamente, la princesa prestará juramento el 7 de octubre junto a sus acompañantes.
La heredera al trono, que el 31 de octubre cumple 18 años, lució también el Toisón de Oro, la máxima condecoración que otorga la familia real española y que su padre, el rey Felipe, le impuso el 30 de enero de 2018. Se trata de una cruz roja que Leonor llevó hoy durante toda la ceremonia.
Casi 3.000 asistentes
El patio de la Academia Militar de Zaragoza rebosa de padres, familiares y militares. En total, cerca de 3.000 personas en una calurosa mañana que provocó cierto mareo, como el que sufrió un cadete al que en pleno acto tuvieron que atender en enfermería.
Al son de 21 cañonazos y el himno español, los Reyes y la Princesa Leonor entraron en el patio de armas sobre las 11:30 horas. En la tribuna central estuvieron acompañados, entre otros, por la ministra de Defensa, Margarita Robles; el delegado del Gobierno, Fernando Beltrán; el presidente de Aragón, Javier Lambán; la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca; o la presidenta del Parlamento de Aragón, Marta Fernández.
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El acto comenzó con la entrega del diploma, a título póstumo, a los padres del cadete Juan Pablo Jérez, fallecido el 6 de septiembre de 2021 durante maniobras en la academia. Lo recogieron de manos de los Reyes, que salieron del palco para saludarlos. Particularmente cercana estuvo la reina, que habló con la madre del difunto durante unos segundos. Fue uno de los momentos más emocionantes de la mañana porque, tras la entrega, hubo un fuerte aplauso al que también se sumó la princesa Leonor. Posteriormente, tuvo lugar la graduación individual de los 382 de la promoción, entre ellos 58 mujeres.
entrega por paracaídas
Tras el discurso del Director General de la Academia Militar de Zaragoza, el acto central finalizó sobre las 12:09 horas, para dar paso al desfile de todos los soldados ante los reyes y las distintas autoridades. El momento más “relajado” de la mañana se produjo cuando el rey Felipe dio la orden de romper filas y cientos de tricornios (guardia civil) y gorras planas (militares) se elevaron por los aires.
La princesa, junto a su padre, aplaudió y no pudo contener su sonrisa en este momento de alegría. Tampoco la Reina, quien de inmediato se acercó a su hija para hablar en medio de vítores y abrazos de quienes habían culminado su formación.
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