Financiamiento y legislación para promover la circularidad

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La economía circular se presenta como uno de los principales aliados para hacer frente a la crisis climática y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible marcados por Naciones Unidas. Para entender exactamente qué es la economía circular y cuáles son sus retos actuales y futuros, EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, organizó en Madrid, con el patrocinio de Banco Sabadell y la colaboración de Signus, un panel de expertos en el que , bajo el título Economía circular, ¿oportunidad o reto?, abordó el momento actual en el desarrollo de este nuevo modelo económico.

Román Martín Antón, director de Relaciones Institucionales de Signus, ha señalado que “la economía circular es un modelo en el que los recursos y materiales se mantienen en el ciclo productivo el mayor tiempo posible”. Agregó que esto incluye “ecodiseñar y fabricar productos con materiales duraderos, duraderos, reparables y reutilizables” que, con la ayuda del consumidor, perduren en el ciclo productivo el mayor tiempo posible.

Elena Carrera Crespo, directora de Sostenibilidad y Eficiencia de Banco Sabadell, destacó que su entidad financiera “juega un papel fundamental en la financiación de la transición hacia una economía circular” y, en este sentido, aseguró que Sabadell apoya a todos los sectores. “Para nosotros, el desafío es reconocer y detectar las particularidades de la circularidad, medirla y apoyar las transformaciones y tecnologías necesarias para lograrla”, dijo. La directiva subraya que las empresas deben «repensar» su proceso productivo, incluidos los residuos, sobre la base del ecodiseño, factor que, unido a una tecnología madura y una visión a largo plazo, redundará en una ventaja competitiva con un potencial ahorro de costes para negocios

Manuel Guerrero Pérez, director ejecutivo de la Fundación Economía Circular, habló sobre un nuevo modelo de negocio y destacó que el reto ahora es avanzar hacia un concepto «circular y sostenible». Guerrero cree que para hacer posible esta circularidad es necesario tener en cuenta no solo los materiales sino también los actores que intervienen en el proceso. El ejecutivo también señaló que uno de los grandes desafíos es volver a poner en el mercado «las materias primas que tiramos después de haberlas usado».

Por su parte, Enrique Castelló Muñoz, presidente del Foro de Empresa y Emprendimiento del Colegio de Economistas de Madrid, dijo que este cambio de paradigma implica pasar de un modelo lineal -extraer, producir, consumir y tirar- a un modelo circular que suma las tres “R”: reducción de residuos, reciclaje y reutilización. Castelló dijo que “la sostenibilidad debe ser rentable” para que incida en las distintas dimensiones social, ambiental y económica. “La sustentabilidad significa la supervivencia de la empresa en el tiempo, pensando en los ciudadanos, empleados y accionistas”, explicó.

Federico Ramos, presidente de la Comisión de Economía Circular de la Cámara de Comercio de España y director de Veolia Madrid, ha señalado que uno de los sectores que más tiempo lleva trabajando en la circularidad es el del agua. “El agua es un recurso que tiene una circularidad natural y es, quizás, una de las áreas donde más ha avanzado este enfoque de la economía”, agregó.

Colaboración

En este cambio de modelo, las grandes empresas juegan un papel crucial para impulsar el salto de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) al mundo de la sostenibilidad, ayudando a implantar diferentes medidas. Elena Carrera explicó que, para las organizaciones, las principales ventajas de esta transformación son “el ahorro de costes y la mitigación de riesgos futuros al anticiparse a las actuaciones” y puso sobre la mesa la realidad de que “cada vez más empresas deben demostrar una estrategia sostenible frente a los inversores , consumidores y como proveedores de otras empresas».

Carrera sostuvo que la transición a un modelo circular permitirá anticipar «menos pérdidas futuras, reduciendo los riesgos» y recuerda que estará presente la normativa que obligará a reutilizar los residuos y establecerá impuestos sobre las emisiones de CO2. El representante de Banco Sabadell ha subrayado el «papel fundamental» que tienen las grandes empresas para avanzar hacia la circularidad, ya que disponen de más recursos para ir integrando progresivamente todas estas iniciativas. “Las PYMES necesitan que otros innoven primero, pero deben ser proactivos para hacer lo mismo cuando la tecnología está a escala y a costos competitivos”, agregó Carrera.

Enrique Castelló subrayó la idea de que la empresa “es el motor económico que da progreso y bienestar” y cuyo objetivo prioritario debe ser maximizar los beneficios. El representante del Cemad destacó que “se debe promover el compromiso social de la compañía a través de las distintas acciones sociales y, sobre todo, la mejora del gobierno a través de la transparencia y los códigos de buenas prácticas”.

Castelló abogó por conseguir eficiencia en la gestión de los fondos europeos y una mayor transparencia en la captación de recursos para «disponer de un sistema económico español mucho más moderno y acorde con los retos que hay que afrontar».

Marco legal

Román Martín reconoció que “es fundamental dotar a las empresas de apoyo normativo por parte de las administraciones” y reclamó más medidas prácticas para promover y asegurar que los materiales procedentes de los residuos se reintroducen en la cadena productiva. “Hay un largo camino por recorrer”, concluyó.

En cuanto a la normativa vigente que promueve la transformación circular, Federico Ramos dijo que hay un objetivo que empresas y administraciones deben abordar de forma conjunta. Ambos deben buscar, según él, «un marco legal adecuado y claro en el que operar». Aun así, Ramos es consciente de que “la transición a este marco legal coherente y coordinado no es fácil”. Manuel Guerrero se mostró partidario de fusionar los procesos para “permitir al gestor aplicar con mayor facilidad medidas que promuevan la sostenibilidad y la circularidad”.

Enrique Castelló subrayó que “más que regular, hay que regular mejor”. Y en ese sentido, propuso que se simplifique la normativa vigente para que los ciudadanos puedan conocer mejor los productos y servicios que se les ofrecen. Martín Antón dijo que también hay “una evolución de los consumidores, que ya demandan servicios más que productos”. Enrique Castelló completó esta idea y aseguró que los hábitos de consumo han cambiado tanto por el cambio de normativa a nivel europeo como porque «la sociedad lo exige».

Elena Carrera ha señalado, en este sentido, que “si el consumidor no demanda productos sostenibles, las empresas tendrán menos incentivos para cambiar su proceso” y ha señalado que algo similar ocurre cuando no existe una normativa que dirija la legislación hacia un uso más responsable. de recursos «Si los bancos y los inversores no fomentan la financiación de las actividades de la economía circular, pasará más lentamente», dijo.

Román Martín admitió que otro de los retos esenciales de la economía circular es la «innovación». Elena Carrera ha subrayado que las nuevas tecnologías son “muy relevantes para poder alcanzar los objetivos necesarios para avanzar”. Añadió que es fundamental la labor educativa y de asesoramiento empresarial, con especial atención a las pymes para que puedan “identificar su huella de carbono y actuar para encontrar una estrategia que repercuta en una mayor rentabilidad”.

desafíos

Enrique Castelló destacó la importancia de que las nuevas empresas que quieran entrar en el mundo de la sostenibilidad y la circularidad estén informadas, ya que muchas veces “los fondos no se piden porque no se conocen”. “Se necesita conciencia, compromiso y cumplimiento”, dijo. Asimismo, Castelló aseveró que las funciones tradicionales del economista han cambiado y que ahora es necesario “mirar el horizonte con lentes alargados para que quienes ejercen la profesión sepan que deben ponerse al día con esos conocimientos”.

El presidente del Foro de Empresa y Emprendimiento del Colegio de Economistas de Madrid añadió que las empresas deben estar informadas de todo lo que emana de las directivas europeas. Se trata de “facilitar lo complicado y por tanto estar preparados para afrontar esta serie de nuevas profesiones que marcan el futuro de las empresas del siglo XXI”, ha añadido.

Federico Ramos reconoce que desde su entidad no imaginan otro desarrollo que no sea sostenible y destaca que es fundamental que esa visión de largo plazo esté presente en las empresas, independientemente de su tamaño o recursos. “Se generarán oportunidades para su desarrollo y serán mejor percibidos por su entorno, sus clientes y proveedores”, aseguró. Ramos cree que “si no te transformas, puedes terminar con activos que tienen un valor que desaparecerá en poco tiempo”. Por eso animó a las empresas a estar atentas a esta realidad.

Román Martín Antón dijo, en este sentido, que el proceso de «planificar y diseñar un negocio hoy debe ser circular» y que es necesario realizar una labor educativa para explicar las ventajas de este nuevo modelo. “No todo arranca automáticamente ya que hay un largo camino por recorrer para explicar, analizar y convencer ciertas prácticas”, agregó.

Elena Carrera cree que es fundamental que las organizaciones conozcan cuál es su impacto ambiental y social y desarrollen planes para minimizar y mitigar las externalidades negativas. Cuando se trata del medioambiente, Carrera concluyó que las empresas necesitan saber cuál es su huella de carbono, cómo usar fuentes de energía renovables y cómo pueden aprovechar sus propios desechos para maximizar el ciclo de vida. Para ello, la obtención de asesoramiento especializado, la atracción de talento y el uso de la tecnología serán palancas clave para el desarrollo sostenible de la compañía.

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