Alberto Núñez Feijóo está lleno. Tras unos días al frente de todas las encuestas, incluida la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), también se siente el gran triunfador del cara a cara que mantuvo la tarde del lunes con Pedro Sánchez. El líder del PP viajó a primera hora de este martes a Ciudad Real y allí expresó su alegría por el cómodo puesto que ocupa actualmente en la campaña electoral del 23 de julio. Feijóo dijo que Sánchez convocó elecciones en medio de las vacaciones para ver si los socialistas «no perdían tanto». “Pero no, van a perder mucho y vamos a ganar las elecciones del 23J”, dijo entre los aplausos de Jardines del Prado.
«Van a perder mucho y vamos a ganar las elecciones del 23J»
Tras el mitin, el político gallego comentó su intervención frente a Sánchez durante una conversación informal con los periodistas. «Cuando me senté en el debate, sabía que iba a estar bien, pero no tan bien», reconoció. Feijóo se quejó del «ruido» en la conversación, las «continuas interrupciones» del presidente del Gobierno y se burló de la intensa preparación de Sánchez, que vació la agenda en los días previos. Lo había dicho así unos minutos antes durante la reunión: «¿Por qué tienes 800 asesores? ¿Por qué te encerraste con tu equipo, la mitad del Gobierno, y todos tus asesores de la Moncloa? ¿Por qué invertiste cuatro días Cuatro ¡Días sin agenda como presidente del Gobierno español para preparar un debate e interrumpir la campaña electoral! La respuesta está ahí: para nada».
Concentración del voto: provincias pequeñas
Feijóo busca un resultado claro, alcanzando los 150 escaños, para que la presión sobre los socialistas para conseguir su abstención sea más fácil. Pero para lograr ese objetivo debe seguir recuperando votantes que hace cuatro años apostaron por Vox. Se comentan estos días. «La del PP es la única papeleta. Es una broma sanchista no votar al PP», lanzó durante el mitin. Ya sin cámaras, explicaba sus cuentas: las provincias pequeñas, esas que reparten tres o cuatro escaños a la población sola, son un granero de escaños para los dos grandes partidos y un pozo sin fondo para el tercero, que muchas veces no logran traducir decenas de miles de votos en diputados. «Si los votantes de Vox reparten el voto, existe la posibilidad de que Sánchez se quede», dijo a los periodistas.
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El líder opositor dijo que temía que en su partido se extendiera una «euforia irresponsable». «No ganamos las elecciones, solo un debate y Sánchez está listo para ser presidente del Gobierno perdiendo», subrayó.
Selfies y comentarios del debate
En la estación del AVE de Atocha, cogiendo el tren de Madrid a Ciudad Real, Feijóo hizo muchas fotos durante el poco tiempo que esperó para salir de la vía. Es común en estos días de campaña que la gente se le acerque para pedirle selfies, pero hoy esos acercamientos vienen con un comentario rápido cara a cara. «Fue realmente bueno», dice una niña. «Hoy dormiste bien, ¿eh? Se nota», dice un trabajador de la empresa ferroviaria. “A ver si respeta todo lo que dice. Dentro de unos meses vuelve aquí y hablamos”, concluye, dando por sentado que será el próximo presidente del Gobierno.
Ya en el tren, aunque el vagón está medio vacío, la espera continúa y un hombre pregunta si puede levantarse del asiento para tomarse una foto con él. Feijóo lo hace amablemente. Y lo sigue haciendo al bajarse del coche, ya en Ciudad Real, donde una señora mayor le reconoce y alaba su actitud en el debate. «Estuviste muy bien, qué temperamento, qué calma», le dijo. El líder de la oposición se siente un poco más cerca de Moncloa desde anoche.
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