El cerebro procesa los silencios como si fueran sonidos y los escucha literalmente, por lo que el silencio no es solo la ausencia de sonido, sino una entidad perceptiva en sí misma, según una sorprendente investigación que confirma lo que Simon & Garfunkel cantaban hace 60 años.
El silencio se define generalmente como la ausencia de sonido, pero según un nuevo estudio, esa «nada» es también algo que se puede escuchar, algo que ya anticipó en los años 60 el dúo estadounidense Simon & Garfunkel con su famosa canción «The Sounds of Silence», que reflejaba el estado de ánimo social tras el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy. Fue una de las 25 grabaciones seleccionadas para su custodia en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos que, metafóricamente, también está respaldada por evidencia científica.
Los investigadores utilizaron ilusiones auditivas para mostrar cómo los momentos de silencio distorsionan la percepción del tiempo de las personas. Sus hallazgos abordan el debate de si las personas pueden escuchar algo más que un sonido, que ha desconcertado a los filósofos durante siglos.
Simon & Garfunkel interpretan «The Sounds of Silence» en Central Park. La ciencia ahora está de acuerdo con su expresión poética.
los momentos son silenciosos
El estudio, publicado en la revista PNAS, ha sido realizado por un equipo de filósofos y psicólogos de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.), que adaptaron ilusiones auditivas conocidas para crear versiones en las que los sonidos de las ilusiones originales han sido sustituidos por momentos de silencio. . .
Por ejemplo, una ilusión hace que un sonido parezca mucho más largo de lo que realmente fue. En la nueva ilusión basada en el silencio, un momento de silencio equivalente también parecía más largo de lo que realmente era.
El hecho de que estas ilusiones basadas en el silencio produjeran exactamente los mismos resultados que sus contrapartes basadas en el sonido sugiere que las personas escuchan el silencio tal como escuchan los sonidos, dijeron los investigadores.
«Normalmente pensamos que nuestro sentido del oído se refiere a los sonidos. Pero el silencio, sea lo que sea, no es sonido, es la ausencia de sonido», dijo el autor principal, Rui Zhe Goh, en un comunicado.
Cerebro, sonidos y silencios
Los investigadores realizaron varias pruebas con cerca de 1.000 participantes, durante las cuales se les pidió que escucharan paisajes sonoros que simulaban el ruido de lugares concurridos, como restaurantes, mercados o estaciones de tren.
Luego les hicieron escuchar extractos de estas pistas de audio donde todo el sonido se detuvo abruptamente, creando breves silencios. Estos silencios también provocaron distorsiones en la percepción del tiempo y el espacio.
Estos resultados sugieren que el cerebro procesa los silencios como procesa los sonidos y, por lo tanto, los escucha literalmente. Según los autores del estudio, esto implica que «la nada es también algo que se puede oír» y que el silencio no es solo la ausencia de sonido, sino una entidad perceptiva por derecho propio.
Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para estudiar la percepción del silencio y sus implicaciones psicológicas, filosóficas y artísticas.
El silencio puede ser una forma de expresión, atención, meditación, resistencia o creatividad. También puede ser fuente de malestar, ansiedad, aislamiento o violencia. El silencio puede ser buscado o impuesto, deseado o temido, liberador u opresor.
mucho silencio
Además del estudio científico, existen otras fuentes que exploran el papel del silencio en diferentes ámbitos que pueden beneficiarse de los resultados de esta investigación. Por ejemplo:
– En la música, el silencio es un elemento fundamental para crear ritmo, contraste y emoción. Algunos compositores han utilizado el silencio como forma de provocación o experimentación. Un ejemplo famoso es 4’33» de John Cage, en el que los músicos no tocan ningún instrumento durante cuatro minutos y treinta y tres segundos, como recuerda Scientific American.
– En la meditación, el silencio es una herramienta para calmar la mente y alcanzar un estado de atención plena. Algunas prácticas meditativas se basan en escuchar atentamente los sonidos del entorno o del propio cuerpo, mientras que otras se centran en el silencio interior o exterior.
– En la comunicación, el silencio puede tener diferentes significados según el contexto y la intención de quien lo usa o lo recibe. El silencio puede expresar asentimiento, desacuerdo, respeto, desprecio, sorpresa, miedo, confianza, duda, etc. El silencio también puede ser una forma de manipulación, censura o violación de los derechos humanos.
Referencia
La percepción del silencio. Rui Zhe Goh et al. 10 de julio de 2023, 120 (29) e2301463120. DOI: https://doi.org/10.1073/pnas.2301463120
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