El llamamiento directo a los votantes de Vox que ha activado estos días Alberto Núñez Feijóo, llegando a afirmar que tendrán el mismo valor que “los de ERC, el partido de Puigdemont o Sumar, ya que garantizan todo que Pedro Sánchez se queda en Moncloa”. – obliga a Santiago Abascal a reaccionar ante una fuga de papeletas en nombre del voto útil que preocupa a la ultraderecha.
Abascal, principal baza electoral en cualquier campaña y en especial en ésta en general, tiene todos los días actos o entrevistas sin descanso. Otros portavoces como Iván Espinosa de los Monteros, Ignacio Garriga o Jorge Buxadé también tienen protagonismo en diferentes provincias. Pero la realidad es que en Vox lo confían todo a la marca de su líder. Los mensajes están pensados al milímetro para no abusar de la frenada con los potenciales votantes que en estos momentos dudan entre PP y Vox. Evitan ataques frontales a Feijóo, pero se ha dejado notar en las últimas horas el endurecimiento de las advertencias bajo el supuesto de que «la mayoría corre peligro» de acabar con el Gobierno de izquierda.
Santiago Abascal: el líder perseverante de la extrema derecha
Líderes poderosos reconocen las «dificultades» del periódico para transmitir su mensaje en medio de la embestida de Feijóo. La baza de Vox siempre ha sido la fidelidad que muestran todas las encuestas de sus votantes. De hecho, en la dirección siguen confiando en un terreno muy consolidado «que si no fue al PP, no lo hará ahora». Reconocen, eso sí, que los conservadores tampoco habían sido tan fuertes como entonces. Nunca temieron esta situación con Pablo Casado y, de hecho, solo lo hicieron con Feijóo hace relativamente poco tiempo.
Aznar advierte a Vox de Murcia: «Ahora no es el momento de poner un palo en las ruedas»
El 28M cambió algunas cosas, pero también coronó a la tercera fuerza de Vox. Su entrada en el futuro gobierno de la Comunidad Valenciana, la flexión del brazo del PP en Extremadura o los cientos de ayuntamientos pactados les dieron aún más fuerza para derribar el mensaje de que sólo servía votar al PP porque no gobernar. Ahora reconocen que el cabildo se ha vuelto a mover.
El debate del lunes, que se esperaba fuera fácil para Pedro Sánchez, tuvo un final bastante inesperado. El presidente del gobierno fue golpeado, como ya se admite en su propio partido. Levantó demasiadas expectativas y le faltaron reflejos ante un Feijóo que empezó a atacar y no cambió de estrategia. En Vox tampoco esperaban que el líder gallego saliera tan fortalecido.
Ni que hable tan claro a los votantes de su partido, el de Abascal, ahora sin medias tintas, reconociendo que necesita el grueso de los apoyos del bloque de la derecha para un gobierno en solitario. Que Feijóo diga abiertamente que apoyar a Vox es igual a apoyar a uno de los socios de Sánchez inquieta y preocupa a partes iguales.
Feijóo, a la estrategia de «atraparlo todo»: «Vox no nos llamará más blandos y el PSOE sabe que no gobernará»
La presencia de José María Aznar ayer en Murcia, granero de votos de Vox, justo después de derrocar la investidura del popular Fernando López Miras por negarse a contar con ellos en el Gobierno regional, también duele a los de Abascal. El expresidente saltó: “Los que pongan rayos en las ruedas se equivocarán”.
En Vox trasladan dos ideas para contrarrestar al líder popular. Primero, que su insistencia en robar votos a su derecha podría poner «en peligro la alternativa», dicen fuentes de la dirección, excluyendo que Feijóo obtenga «esa mayoría suficiente» de la que habla. Pero, al mismo tiempo, reconocen que las cosas no serán fáciles si el PP rompe de verdad la barrera de los 160 escaños.
En segundo lugar, el gran mensaje de Vox es hablar abiertamente, cosa que no creen que pueda hacer Feijóo, por mucho que sacara un perfil más duro en la jornada del cara a cara. Abascal lo repite esta semana “El riesgo al que nos enfrentamos, la amenaza que se cierne sobre la alternativa, lo hemos visto en el debate. Debemos decirle a nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestros compañeros oa quienes están de vacaciones lo que debemos hacer. Creemos que hay una alternativa, no es que vamos a derogar el sanchismo, sino que vamos a derogar el socialismo, hay que barrer el comunismo y el terrorismo de las instituciones», ha dicho este martes desde Málaga.
Feijóo: «Pido a los carteros, sean quienes sean sus jefes, que repartan la totalidad del voto»
“Vamos a derogar la memoria histórica, la ley del único sí es sí, la ley trans, las leyes penales que han dejado desprotegida a España. Y a los españoles hay que convocarlos en referéndum para muchas cosas, por la soberanía energética, la inmigración o la legalización de los partidos separatistas», argumentó, con medidas que Feijóo no contempla en ningún caso. Pero el mensaje fue claro: sin su presencia en el ejecutivo el programa no se llevará a cabo y temen que Feijóo destruya las políticas de esta legislatura.
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