Sueña, trabaja, compite y resiste. Esta ha sido la fórmula de la UDG Tenerife para fichar a uno de los mayores y más rápidos crecimientos del fútbol. Gracias a un proyecto que inició hace apenas una década, la isla está representada en la máxima categoría nacional femenina y no solo eso, sino que ha sido protagonista de episodios que quedarán en la memoria de sus fans. Un ascenso, vencer a FC Barcelona y Real Madrid o disputar los cuartos de final de la Copa de la Reina. Al mismo tiempo, desde el club siempre han tenido en mente potenciar el talento de los futbolistas canarios, siendo así también un escaparate y una oportunidad para los jugadores del archipiélago. Estos diez años sirven de combustible para afrontar una temporada que volverá a ser exigente. En las oficinas, el entrenador José Herrera y su cuerpo técnico ya trabajan en la preparación de la pretemporada, la secretaría técnica ha intentado integrar hasta el momento a cuatro jugadores y el equipo se reunirá el lunes 17 de este mes para pasar las pruebas médicas. , y comenzar a entrenar siete días después.
El sueño de Batista. El presidente de la entidad blanquiazul tenía, en 2013, la ilusión de poner en lo más alto el fútbol femenino de Tenerife, y lo consiguió con un equipo repleto de talento canario. El deseo de Sergio Batista se hizo realidad a gran velocidad a través del trabajo duro y de no rendirse cuando llegaron los malos momentos. Tras un fallido ascenso a Primera División, ante el Albacete, ha llegado el gran día. En Sevilla, la UDG Tenerife Egatesa se ganó su puesto entre los mejores equipos del país al vencer al Real Betis. Era el 14 de junio de 2015, una fecha que supuso un salto de gigante para el fútbol femenino en Canarias. Ahora bien, el proyecto debía mantenerse en un contexto lleno de exigencias.
Entre lo mejor. Y la entidad tinerfeña lo ha conseguido. No solo ingresó a primera división, sino que luego de diez años, ya podemos decir que dejó huella. Todavía clasificado entre los ocho primeros al final de la temporada y capaz de conquistar montañas casi imposibles. El último, ganando en Valdebebas al poderoso Real Madrid. Antes también logró vencer al actual campeón de la Champions League, el Barça, con un mínimo de dos victorias seguidas en las temporadas 17/18 y 18/19.
La Copa de la Reina también ha sido territorio habitual para Egatesa. Siempre estuvo en ello y logró llegar a semifinales en tres ocasiones. En hitos, otro salto de gigante fue acercar el fútbol femenino a Heliodoro Rodríguez López.
“Antes jugaba con muchachos en Esperanza y Juventud Laguna. Cuando me llamaron no lo dudé, aunque en ese momento era un gran esfuerzo ir de La Laguna al sur. Mi padre me llevó, luego compañeros. Miro hacia atrás y veo que he crecido con el club y eso es un orgullo”, dijo Natalia Ramos, una de las favoritas de la afición dentro del plantel. El centrocampista menciona al presidente como pieza clave del proyecto. “Era una apuesta personal de Sergio Batista y los jugadores creyeron en el proyecto. Todos éramos canarios, recuerdo que no pude jugar en la primera promoción porque aún tenía 15 años y era de 16. Es brutal cómo el fútbol de clubes y el femenino se profesionalizaron. Ahora seguimos luchando por tener mejores instalaciones, creo que nos lo merecemos. El nombre de Tenerife y de Canarias lo llevábamos a todos lados y lo pusimos muy alto”, dice la blanquiazul, que también recuerda los mejores momentos que vivió con la camiseta tinerfeña. “El ascenso a Primera División es sin duda lo mejor. Luego están las victorias inolvidables como contra el FC Barcelona y el Real Madrid. Jugar tantas ediciones de la Copa de la Reina también es muy importante e ilusionante”.
Se dice que lo más difícil no es llegar, es quedarse y la UDG Tenerife lo ha conseguido a pesar de las dificultades. Un panorama, el del fútbol femenino, que hace diez años no tenía fuerza mediática y ahora, a base de superar barreras, se ha instalado en muchos hogares del país. Egatesa cede a Canarias su sitio junto a Barça, Madrid, Atlético, Athletic, Levante, Valencia y compañía.
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