nuestro de Francia | Cuando una caída truncó los sueños del Tour de Francia

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Antonio Pedrero no es un ciclista que hable mucho. Es de los que más habla con la mirada, con los ojos iluminados y una sonrisa. Es el corredor que, hace unos meses, en la salida de la Vuelta a Cataluña, en Sant Feliu de Guíxols, explicó brevemente, pero con palabras llenas de esperanza, que por fin cumpliría un sueño de la infancia, el de poder corre el Tour, la carrera en la que todo corredor quiere participar al menos una vez en la vida para llegar a París y sentir el cosquilleo de los adoquines de los Campos Elíseos.

Pedrero no podrá hacer realidad este sueño, unirse al París, con el que ya pensaba en su Terrassa natal cuando su padre, José, un modesto pelotón, luchaba por hacerse con una plaza en la Vuelta. Y no podrá realizar este sueño porque ayer se vio envuelto en una fuerte caída, tan inesperada como exagerada, cuando sólo se habían recorrido 5,5 kilómetros de etapa, mientras todos rodaban tranquilos tras cruzar las calles de Annemasse, de ahí la 14ª etapa, como siempre con un público entusiasta porque no hay mayor honor para una ciudad francesa que dar la bienvenida al Tour de Francia como salida o meta de la carrera.

Hasta 20 minutos hubo que parar la carrera. Christian Prudhomme ordena detenerse a los primeros jinetes. Todos se pararon en el suelo, bebiendo al son de los tambores, mientras mecánicos del evento y asistencia médica atendían a los muertos, incluido Pedrero, que quedó con tres costillas rotas. Los auxiliares rescataron bicicletas averiadas que repararon o reemplazaron por otras. Pero Pedrero tuvo que subirse a la ambulancia sabiendo que salía del Tour y que no podía llegar a París. Tantos meses de entrenamiento en Andorra, donde reside, para acabar de esta manera inesperada su debut en la Grande Boucle.

Escapó con Bilbao

Pedrero estuvo este martes en la escapada victoriosa de Pello Bilbao, aunque tuvo que conformarse con la sexta plaza después de que sus fuerzas cedieran en los últimos 500 metros hasta la meta en Issoire.

14 españoles se han ido de Bilbao y solo quedan 10. Cuatro catalanes se han ido de Bizkaia y solo queda uno, Marc Soler, como lugarteniente de Tadej Pogacar. ¿Has notado un nuevo detalle en este Tour? Como hace tanto calor, el gregario pueblo del astro esloveno baja al coche de Emirates a buscar bidones, pero no para que su líder pueda beber, sino para ir a buscar agua fresca y nunca refrescarlo. Eso ha hecho Marc, por ejemplo, este sábado, en la mitad de la etapa, antes de la pelea final, aunque obviamente está para otras cosas más importantes.

Enric Mas empieza a entrenar

Pedrero, en Andorra, coincide en las carreteras del país pirenaico con otro de Vallés allí instalado y que también tuvo que abandonar el Tour de forma imprevista el jueves por una nueva caída. Era David de la Cruz, un brutal codazo contra el asfalto. Al menos, las radiografías confirmaron que no tenía nada roto y el corredor explicó este viernes en privado su formidable ilusión de recuperarse, entrenar con normalidad en unos días y competir en la Vuelta. Su compañero en el Astana Luisle Sánchez, con una fractura de clavícula, fue el segundo español en retirarse.

Este sábado, Enric Mas, líder del Movistar, voló de Palma a Barcelona, ​​lo que dejó al Movistar de Pedrero sin líder y con las esperanzas rotas de luchar por la clasificación general tras su caída. Hasta ahora no ha podido montar. Hoy volverá a los entrenamientos con la mirada puesta en la Vuelta.

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