Carlos Alcaraz partía sobre el césped. Tiró un balón a la grada y luego abrazó llorando a Juan Carlos Ferrero, a su entrenador ya toda su familia. Carlitos, ya forma parte de la historia de Wimbledon. Hace apenas 10 años, el tenista murciano soñaba con vivir este momento en su habitación de El Palmar (Murcia) repleta de carteles de campeones de tenis. Este domingo 16 de julio se cumplieron sus sueños de infancia. Y lo hizo ante un Novak Djokovic que no perdía en el torneo desde 2017 y sumaba 45 triunfos de centro desde la final que perdió ante Andy Murray en 2013.
Lo que parecía imposible fue posible. Tras 4 horas y 46 minutos, Alcaraz se alzó con el título tras una batalla a cinco sets que ganó por 1-6, 7-6(6), 6-1, 3-6 y 6-4.
Djokovic empezó a querer imponer los motivos por los que había entrado cinco años seguidos en el centro para defender su título de campeón que registró en siete ocasiones en el All England Tennis Club de Londres. Alcaraz se mostró impresionado por este particular ambiente del Gran Teatro del tenis mundial, aunque tuvo un primer punto de ‘break’. Djokovic salvó y tomó el control de la situación rompiendo dos veces el servicio de Alcaraz y adelantándose con un contundente 4-0 difícil de contrarrestar. Seguro de sus tiros y potente desde el descanso, dominó el set (solo 2 errores no forzados) para ceder un solo juego y anotarlo en 34 minutos.
El viento que soplaba con fuerza en la pista parecía estar a favor del serbio, pero Alcaraz se olvidó de respetar a este «gigante», como le había llamado el día anterior su entrenador Juan Carlos Ferrero. “Tiene dos brazos y dos piernas como todos nosotros”, dijo el ex número 1 del Valencia. El segundo set era la anunciada y esperada batalla entre dos tenistas, los dos mejores del circuito y, en ese impulso, Alcaraz se sintió con fuerzas para levantarse. Golpeó más fuerte. Él era más valiente. Hizo su primer ‘break’ (2-0), con juegos que subieron el oh! de admiración de los 15.000 aficionados presentes, entre los que se encontraban los actores Brad Pitt y Daniel Craig, cercanos al rey Felipe VI, presentes en el palco, junto al ministro de Cultura Miquel Iceta.
Desempate decisivo
Djokovic resistió el primer golpe para responder rápidamente con un «break» y pedir el aplauso de la afición levantando las manos y dispuso de otro «break point», en el siguiente partido, que se le escapó tras un espectacular intercambio de 27 tiros. para Alcaraz. La esperada batalla estaba en marcha. Los dos tenistas mantuvieron el empate en el marcador hasta llegar al tie break.
Djokovic tomó una ventaja de 3-0, pero Alcaraz aguantó. Metió más presión para recuperar hasta el 5-5, cuando Djokovic recibió un ‘aviso’ por perder tiempo con su saque. Pese a ello, tuvo una «bola de set» en el 6-5, ante un saque de Alcaraz que le salvó, ganando sus dos saques para arrebatarle el set a Djokovic con una espectacular devolución paralela de revés que dejó paralizado al serbio. Djokovic cedió el primer «tie break» de 15 victorias consecutivas de Grand Slam.
En el tercer set, Alcaraz arrancó con un ‘break’ y lo volvió a repetir (4-1) en un partido que duró 27 minutos para devolver un contundente 6-1 al serbio. Alcaraz gritó ¡Vamos! que resonaba en toda la planta. Lo imposible empezaba a hacerse posible. La presión pasó en el suelo de Djokovic. El serbio había perdido el control y se dirigía de regreso al vestuario. Alcaraz esperó, jugando a botar la pelota con el marco de su raqueta.
Djokovic volvió como si saliera de la ducha. Listo para continuar la batalla. Lucha hasta el último punto. El tenista serbio, con un vendaje tensor en la pierna izquierda, logró ganar el cuarto set con dos «breaks» (2-3 y 3-6) para liderar la pelea hasta el quinto y definitivo set.
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Raqueta rota y ‘aviso’
Evitar dar de baja el servicio era fundamental. Djokovic lo salvó en el primer juego y lo dejó escapar en el segundo, en una volea fácil y superó a Alcaraz. El serbio estaba desesperado y el tenista murciano le rompió (2-1) en el partido siguiente. Djokovic rompió su raqueta contra el poste de la red. Recibió una “advertencia” del juez de silla. El juego se escapó. El serbio no pudo recuperar esta desventaja. El sueño de ganar el octavo Wimbledon y el 24 Grand Slam se desvanecía ante un valiente tenista que ya es el futuro del tenis.
Así les contamos sobre el final
Alcaraz se convierte en el quinto tenista español en escribir su nombre en el palmarés de Wimbledon tras el título individual masculino aquí, tras Manuel Santana (1966), Conchita Martínez (1994), Rafael Nadal (2008 y 2010) y Garbiñe Muguruza (2017).
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