El 15 de septiembre de 2008 marcó el final de un ciclo económico mundial. La quiebra del banco de inversión Lehman Brothers reveló las fallas del sistema. En Estados Unidos, las hipotecas con un perfil crediticio bajo se habían clasificado como activos de grado de inversión. 7.884 kilómetros al este, se sentirían las consecuencias más duras, en un país donde no se sabía que se avecinaba una crisis e, incluso, se detectaron «brotes verdes» antes del cataclismo final, según palabras de Elena Salgado, entonces Ministro de Economía en el gobierno de Zapatero.
El estallido de la burbuja inmobiliaria en España no tiene fecha precisa: los precios tocaron techo en 2007, pero la producción de viviendas continuó, aunque a un ritmo más lento. A su vez, las quiebras y quiebras tardaron en llegar, la primera hasta 2008. Una de las más relevantes fue la de Martinsa-Fadesa, uno de los estandartes de lo que fue el lustre dorado (o la década) de la patria del “ladrillo”, que ahora tiene 15 años.
Martinsa-Fadesa fue la unión de dos empresas, por un lado, Martinsa y, por otro lado, Fadesa. El primero, encabezado por Fernando Martín, absorbió al segundo, encabezado por el gallego Manuel Jove, Manolo a sus amigos, mediante el pago de 4.045 millones de euros, de los que 2.200 fueron para su fundador y principal accionista.
Fadesa y Manuel Jove
El imperio de Fadesa y Jove comenzó en su tierra natal, La Coruña. Empezó a trabajar como carpintero, aunque tras emigrar a Alemania, a su regreso montó una empresa de reformas, que quebró. No sería su primera aventura empresarial fallida. Más tarde creó Fincas Galicia, que tenía el mismo objetivo. El éxito llegó con Fadesa, que empezó construyendo viviendas en Galicia, pero rápidamente se expandió al resto de España, Portugal, Marruecos, Polonia, Francia y Rumanía.
Fadesa salió a bolsa el 30 de abril de 2004, valorada en 1.442 millones de euros, convirtiéndose en la segunda inmobiliaria cotizada de España, sólo por detrás de Metrovacesa. Tal era la expectativa que, en ese momento, era la tercera acción de mayor volumen en un solo día en el mercado de valores nacional. En su último ejercicio, en 2006, alcanzó una facturación de 1.281 millones de euros y un beneficio de 159,9 millones, aunque hubiera sido superior si no hubiera tenido que destinar parte a la fusión con Martinsa, según las crónicas. del tiempo.
Martinsa y Fernando Martín
Fernando Martín fue otro de los grandes reyes del «ladrillo» antes de 2008, aunque para muchos es el presidente del Real Madrid que menos ha durado en el cargo. Hombre de confianza de Florentino Pérez, asumió la presidencia del club blanco tras su dimisión. No duró mucho. Martín solo ocupó el cargo dos meses, hasta que la directiva lo despidió por traición a la institución mientras disfrutaba de unas vacaciones en Florida.
El origen del imperio empresarial de Fernando Martín fue la compraventa de terrenos, luego para un tercero, donde descubrió el sector inmobiliario. Su fama llegó más tarde, cuando se convirtió en el artífice de los barrios madrileños de Las Tablas y Montecarmelo, que, además de un éxito urbanístico, son uno de los lugares con los precios de vivienda más altos de la capital, especialmente fuera del centro de la ciudad. Contra su mujer y su entorno, aunque siguiendo su ambición, cerró la compra de Fadesa con la intención de crear el mayor gigante inmobiliario de España.
Más allá del «ladrillo», se ha convertido en uno de los principales accionistas de empresas como Supermercados Día, Unión Fenosa, Banco Santander o BBVA.
Fusión entre Martinsa y Fadesa
En una venta, uno debe vender y el otro comprar. Para entender por qué Manuel Jove decide separarse de su empresa, en beneficio de Martinsa, hay que tener en cuenta su situación personal. En 2003, su hija mayor falleció a causa de un aneurisma cerebral a una edad muy temprana, con apenas 37 años, lo que marcó especialmente al empresario, al que siempre se ha descrito como un hombre muy familiar.
La operación se cerró en el restaurante madrileño La Dorada el 28 de septiembre de 2006, durante una comida entre Fernando Martín y Manuel Jove; pero no se completó hasta junio de 2007. Martinsa sería quien terminaría integrándose en Fadesa, todo lo contrario a la operación, donde Martinsa es quien compra Fadesa. Este movimiento se hizo con un único objetivo, que Martinsa-Fadesa fuera una empresa cotizada en bolsa, que hasta ahora sólo lo había sido la empresa de Jove.
El ocaso de Martinsa-Fadesa
La alegría duró poco en Martinsa-Fadesa. El 14 de julio de 2008, solo 382 días después de que se cerró su fusión, se declaró en concurso. La deuda del grupo ascendía a 7.000 millones de euros, lo que supuso la mayor quiebra de la historia de España, ni siquiera superada por la reciente de Abengoa, estimada en unos 6.000 millones.
¿Por qué la empresa quebró tan pronto? El principal motivo, además de la ralentización del mercado inmobiliario, es que Martinsa contrató un préstamo sindicado de 4.100 millones de euros para adquirir Fadesa, una cifra muy cercana a su patrimonio.
La empresa salió de la quiebra en marzo de 2011, con planes de pagar todo el capital prestado en diez años. Posteriormente, Martinsa presentó una enmienda que no fue aceptada por los acreedores, lo que derivó en la liquidación definitiva en febrero de 2015, lo que supuso el último adiós a la mayor inmobiliaria del país.
¿Qué pasó con los protagonistas principales?
Manuel Jove falleció en 2020 tras una larga enfermedad. Tras pasar el testigo de Fadesa, destinó todo el dinero recibido de la venta a crear Inveravante, un holding de empresas especializado en inversión en el sector inmobiliario, hoteles, energías renovables y vinos. Entre sus filiales destaca Avantespacia, promotora inmobiliaria que desarrolla su actividad principal en España, pero que también opera en Marruecos, México y Brasil; Attica21, una cadena hotelera; Terraselecta, formada por un conjunto de bodegas y una quesería, presente en distintas denominaciones de origen españolas; y Genera Avante, con proyectos de energía hidráulica y fotovoltaica en Panamá.
Fernando Martín mantiene su actividad, aunque en la sombra y tras casi perder la vida durante la pandemia tras contraer la covid-19, según ‘El Cierre Digital’. ‘El Mundo’ informó en 2018 de que había vuelto a desarrollar proyectos inmobiliarios con sus hijos en Madrid y Andalucía y que sus empresas llegaron incluso a facturar más de 100 millones de euros. En esta etapa vital, apuesta por la máxima discreción.
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