Si este domingo fue Pedro Sánchez quien viajó a Cataluña, este lunes lo hizo Alberto Nuñez Feijóo, que decidió celebrar el acto central de la campaña del PP en el Turó Park de Barcelona, el mismo lugar que ha elegido el popular para su visita durante las elecciones municipales. En la recta final de la campaña del 23-J, los dos candidatos a la presidencia del Gobierno han decidido jugar la carta catalana para dar el impulso definitivo a sus campañas. Por su importancia y también por el gran número de escaños electivos en Cataluña -aporta 48 diputados sobre 350-, sólo superada por Andalucía.
«Quiero ser el presidente de los catalanes», prometió Feijóo, ante un millar de activistas, a los que aseguró que, si gana, tendrá a esta comunidad autónoma en su «cabeza» y en su «corazón» todos los días. dia. . » En outre, il a assuré qu’en tant qu’ancien président de la Galice, personne «n’a à lui apprendre ce qu’est une nationalité historique» et a promis «un bilinguisme cordial» et «réconcilier la Catalogne avec la verdad».
Así, Feijóo se «reveló» contra «la idea de que el PP debe ser un partido de testimonio» en Cataluña y aseguró que el voto popular es la única forma de garantizar el «cambio». En este sentido, pidió concentrar el voto de todos aquellos que quieren que Pedro Sánchez no siga en la Moncloa, e incluso se dirigió a los votantes de Podemos que no quieren que la investidura dependa de la ultraderecha. Pero, en particular, preguntó a quienes apuestan por la elección de la candidatura de Vox, a quienes advirtió de que en algunas provincias podrían encontrarse sin representación. “Debemos concentrar el voto en el único partido que trae cambios en el programa electoral”, subrayó.
«El PP nunca irá contra los catalanes»
En una idea similar expresó el candidato de Barcelona, Nacho Martín Blanco, quien -con su trayectoria en Ciutadans- reivindicó que el PP vuelva a ser «la casa común» de los constitucionalistas catalanes y que los resultados que obtenga en las cuatro provincias sean «decisivos». por una victoria del PP el 23-J. «Un resultado histórico es posible. Vamos a ser parte de una buena noticia para España», dijo el candidato.
Además, trató de rebajar los temores de que un Gobierno popular duro con Cataluña pueda reactivar el independentismo -que asegura nutren los socialistas-, y prometió un PP que «nunca irá contra los catalanes». Como también hizo el presidente de los Populares Catalanes, Alejandro Fernández, quien defendió que votar al PP no es «ni túneles oscuros», sino «concordia y progreso». También aseguró que no hay «buenos catalanes» y que los demás «son fachas, ñordos, fascistas o botiflers», y defendió que el grupo que lidera cree en «toda Cataluña y toda España».
El último CIS de Tezanos «en la historia»
In el último día que se pueden publicar encuestas, y tras conocerse que el CIS mantiene la primera posición para Pedro Sánchez, a diferencia de lo que indican la mayoría de encuestas, Feijóo se ha mostrado convencido de que será «el último CIS de Tezanos de la historia». «Se acabó el bochorno demoscópico de España. Nos costó 14 millones la broma de animar al jefe de la CEI», aseguró, acusando al presidente de la organización, José Félix Tezanos, de manipular la papeleta.
El momento en el que Feijóo ha sido más vitoreado por los asistentes ha sido cuando, tras ser interpelado por un militante del público, ha prometido que en los primeros 100 días de Gobierno hará «las modificaciones procesales que corresponden para echar a los okupas en 48 Horas».
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