Los casos de diferentes empresas ilustran cómo se están adoptando estas tecnologías para mejorar la eficiencia, la productividad, la seguridad y la sostenibilidad.
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Cuando se estrenó Blade Runner en 1982, pocos pensaron que las predicciones futuristas de la película de Ridley Scott eventualmente se harían realidad. En la película, los ingenieros de robots son responsables de diseñar, construir y mantener replicantes humanoides. Hoy en día, estos trabajos tienen un equivalente en la industria de la robótica, donde los ingenieros trabajan en el desarrollo de robots para diversas aplicaciones industriales y de servicios, así como en su correcto funcionamiento. Además, la robótica se ha convertido en un factor clave en la transformación del trabajo, fomentando la automatización y la colaboración entre humanos y robots en diversas tareas. “Los robots nos liberan de algunas tareas más tediosas y repetitivas, y nos permiten centrarnos en aquellas que suponen un mayor valor, que son aquellas que solo pueden hacer las personas, y que en la mayoría de los casos están relacionadas con la toma de decisiones complejas”, afirma Emilia Martínez Serrano , Director de Tecnología de Optimización de Activos de Repsol Technology Lab, el centro de innovación de la compañía multienergética.
Empresas como Repsol están implementando robots en sus operaciones, ayudándoles a optimizar procesos, mejorar la eficiencia, la precisión, la productividad y garantizar la seguridad. “En nuestra empresa disponemos de brazos robóticos y trabajamos con robots logísticos que nos permiten manipular muestras, realizar inspecciones y trabajar en entornos que pueden suponer un riesgo para las personas”, añade Martínez Serrano.
Un ejemplo de cómo la realidad ha alcanzado -o superado- a la ficción son los pilotos de drones que aparecen en Avatar (2009). La película de James Cameron presenta un mundo en el que los humanos controlan drones para explorar y colonizar planetas distantes. Hoy en día, los ingenieros de drones se emplean en una variedad de industrias, desde fotografía aérea y agricultura de precisión hasta inspección de infraestructura. Otra película mucho más reciente que ahonda en el uso de drones es Top Gun: Maverick (2022), secuela de Top Gun (1986). La obra, dirigida por Joseph Kosinski, invita a reflexionar sobre el papel del ser humano en una era cada vez más tecnológica.
Otras ocupaciones futuristas que parecían exclusivas de las películas de ficción y que ahora se están implementando en las corporaciones son los especialistas en exoesqueletos, como los que aparecen en ET, el extraterrestre (1982), Aliens (1986), The Matrix Revolutions (2003) o Iron Man. (2008). Es en la industria logística donde se utilizan exoesqueletos robóticos para mejorar la fuerza y la resistencia de los trabajadores durante las tareas de carga y descarga, reduciendo el riesgo de lesiones y aumentando la seguridad y la productividad. Una de las empresas que poco a poco está introduciendo robots autónomos en sus centros logísticos es Amazon, mientras que otras empresas -principalmente del sector de la automoción- como Iveco, Ford, General Motors, Audi y SEAT están utilizando o probando exoesqueletos. Por ejemplo, Ford ha introducido trajes biónicos en algunas de sus fábricas para evitar que sus empleados se lesionen mientras trabajan en las líneas de montaje.
Terminamos la lista de profesiones que han pasado de la utopía a la realidad con los desarrolladores de asistentes virtuales y chatbots capaces de generar conversaciones cada vez más “humanas” con los usuarios mediante el uso de IA conversacional. Y si no, pregúntale a Théodore, el protagonista de Elle (2013), que se enamora de Samantha, la voz femenina de un nuevo sistema operativo basado en inteligencia artificial.
IA para mejorar la toma de decisiones
La inteligencia artificial –y aquí hay que mencionar The Matrix (1999)– se ha convertido en una herramienta fundamental en muchas industrias. Hoy en día son más conocidas empresas que desarrollan tecnologías en el área de la IA conversacional, como Verbio Technologies, pero empresas de todos los sectores están explorando distintas aplicaciones de la IA generativa en procesos en los que podría aportar un valor diferencial tanto para los negocios como para las personas. . .
“Los nuevos avances en el desarrollo de la IA generativa representan un potencial sin precedentes para transformar la capacidad productiva de las empresas y sus empleados”, afirma Juan José Casado, Director de Datos y Analítica de Repsol. Esto incluye tareas tan diversas como facilitar el acceso a la información para la toma de decisiones, gestión y generación de documentación, creación de contenidos multimedia, desarrollo de asistentes inteligentes o generación de código para el desarrollo de soluciones tecnológicas, entre otras. Sin embargo, “el reto para la industria no es tanto cómo integrar los robots en los procesos, sino cómo vamos a trabajar en nuestro día a día colaborando con nuevos robots equipados con IA”, concluye Martínez Serrano.