Votar es un derecho constitucional de todo ciudadano español, pero para muchos no es solo un derecho, también es un deber. Ni siquiera las vacaciones de verano han conseguido que descuiden esta cita con las urnas. No importa si la vuelta es en tren o en avión. Es un esfuerzo que beneficia a todos. Otros dejaron la tarea hecha antes de irse de viaje. Hace unos días llevaron su voto a Correos, y ahora se van con la conciencia tranquila. Porque lo primero es votar. Y luego la playa.
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