Rafael AB esquivó la pena máxima prevista por el Código Penal. El Ministerio Público y la acusación particular solicitaron la prisión permanente revisable de este hombre que fue declarado culpable por un jurado popular de haber incendiado la casa de su expareja en la avenida Malva-rosa con la intención de vengarse de ella, y como consecuencia murió un niño de tres años y dos menores y su madre resultaron gravemente heridos. El magistrado de la sección primera de la Audiencia Provincial condenó a Rafael a 22 años de prisión, que ahora también deberá pagar una indemnización cercana a los 375.000 euros por la muerte del niño y las lesiones y secuelas sufridas por el resto de víctimas.
La sentencia, dictada sobre la base del veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular el pasado 6 de julio, declara al imputado autor de un delito de incendio con peligro para la vida e integridad de las personas en competencia ideal con un delito de homicidio y tres delitos de lesiones.
El magistrado que presidía este juicio descartó dictar una pena de prisión permanente revisable, al considerar que el imputado había cometido un delito de homicidio y no de asesinato, como sostuvieron ambas partes, al provocar la muerte del menor.
«Decidió vengarse de su exnovia»
Los hechos, según ha declarado el jurado, se produjeron el 10 de diciembre de 2020, cuando el acusado se desplazaba desde la localidad murciana de San Javier a Valencia y visitaba el edificio de cinco plantas del barrio de la Malva-rosa donde creía que aún vivía su expareja, que se había mudado a la localidad de Catarroja.
Al no poder verla ni hablar con ella, alrededor de las 19:00 horas, «decidido a vengarse» de su exnovia -como dice la sentencia- entró en el cortijo, subió al cuarto piso y prendió fuego a un sofá, muebles y enseres que estaban apilados junto a la puerta del apartamento donde creía que ella seguía residiendo.
Esta acción provocó un gran incendio y generó una densa humareda que llegó hasta el último piso del inmueble, donde vivía una mujer con sus tres hijos menores.
Esta vecina trató de ponerse a salvo con los niños -de tres, siete y nueve años respectivamente- bajando las escaleras hasta el cuarto piso, pero no pudo continuar debido al humo y las llamas.
El menor murió asfixiado por inhalación de humo, mientras que su madre y dos hermanos resultaron heridos por el propio envenenamiento y por quemaduras.
La sentencia que ahora dicta la Sección Primera de la Audiencia de Valencia no es firme y es recurrible ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
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