Al menos 17 personas, entre ellas cuatro niños, murieron este lunes tras varios bombardeos del ejército sudanés contra la capital del país, Jartum, y la ciudad de Omdurman, ataques que también dejaron decenas de heridos. El ataque provocó un «pánico extremo» entre los civiles que permanecían en este barrio, donde están atrincheradas las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), según el ejército sudanés, informó Sky News Arabia.
Las actuales hostilidades entre el ejército y las RSF han estallado en medio de crecientes tensiones por la integración del grupo paramilitar en las fuerzas armadas, una parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento de Omar Hassan al-Bashir en 2019, que fue socavado por el golpe de estado de octubre de 2021 contra el primer ministro de unidad Abdallah Hamdok.
La guerra se ha cobrado más de mil vidas, según el Ministerio de Salud de Sudán, pero las cifras reales podrían ser mucho mayores dada la violencia intercomunitaria que ha estallado en las regiones de Kordofan y Darfur.
Según datos de Unicef, al menos 435 niños han muerto y otros 2.000 han resultado heridos desde que comenzaron los enfrentamientos. Además, más de tres millones de personas han sido desplazadas, incluidas casi 740.000 que han huido a países vecinos, según datos proporcionados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en medio de denuncias de atrocidades diarias y abusos sexuales a gran escala contra mujeres y niñas en el país.
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