España asume la presidencia del Consejo de la UE condicionada por el sorpresivo adelanto de las elecciones legislativas al 23 de julio. Pedro Sánchez lo decidió tras el crack electoral de las elecciones autonómicas del 28 de mayo. Pero el impacto va más allá de nuestras fronteras y trastorna las perspectivas de esta presidencia rotatoria, que debe elegir y priorizar las leyes y programas a avanzar antes de que finalice la legislatura europea el próximo año.
A partir de ahora, las principales ONG españolas piden al actual Gobierno y al que salga de las urnas «que ejerza la presidencia del Consejo de la UE como un proyecto de país por encima de intereses partidistas» y que «esté a la altura de un momento tan decisivo». . La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo (una red estatal de 600 ONG que representa a más de 600 ONG, como Unicef, Médicos del Mundo, Acción contra el Hambre, Oxfam, Cruz Roja Española o CEAR, entre otras) considera que ya es «más importante que nunca» adoptar decisiones políticas «que den respuesta a las múltiples crisis globales: democrática, social, medioambiental, humanitaria, alimentaria y energética dentro y fuera de Europa». Este jueves, estas organizaciones del llamado tercer sector exponen junto a miembros del Gobierno sus prioridades para la actuación de la Presidencia española de la UE.
Una presidencia tanto más relevante cuanto que «cierra», la última cumplida antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2024. Por tanto, hay que darse prisa y cerrar los expedientes más importantes abiertos en los últimos años: reforma energética, pacto migratorio, autonomía estratégico… Las ONG reclaman que estas medidas y legislaciones que deben impulsarse en Bruselas y Estrasburgo se rijan por tres principios rectores: que contribuyan a la justicia social ya la reducción de las desigualdades; que promueven un enfoque “feminista, decolonial e interseccional”; y que protegen el respeto y ejercicio de los derechos humanos, garantizando espacios y mecanismos de participación ciudadana.
España debe aprovechar esta «oportunidad única», dicen desde La Coordinadora, para reivindicar la importancia de los valores fundacionales de la UE y «liderar la conversión de nuestras sociedades a través de una triple transición justa -ecológica, socioeconómica y digital: desde la perspectiva del feminismo y la coherencia de las políticas para el desarrollo sostenible, dentro y fuera de la UE”.
Condiciones de los acuerdos con América Latina
La Unión Europea ha vuelto a poner el foco en América Latina debido al momento turbulento en la geopolítica mundial que ha supuesto la guerra de Ucrania. Los países en desarrollo se debaten entre acercarse a China o Rusia o acercarse a los países occidentales. En este contexto, los días 17 y 18 de julio se realizará en Bruselas una cumbre entre los Jefes de Estado y de Gobierno de los 27 y de América Latina (UE-CELAC). Este será uno de los platos fuertes de la presidencia rotatoria española. Entre otras cosas, intentaremos avanzar en el tratado de libre comercio con los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Las ONG de La Coordinadora Estado exigen que se utilice para condicionar estos acuerdos a programas concretos para avanzar en la lucha contra las desigualdades en la región, en particular las desigualdades económicas y de género.
Quieren que España, durante su presidencia, impulse un pacto social que incluya la financiación de políticas sociales y transiciones justas que sirvan para «reducir las desigualdades, evitar políticas de austeridad y garantizar el espacio cívico». Entre estas medidas, piden hablar de condonación de deuda. Algunos países, en particular la Colombia de Gustavo Petro, han exigido la reducción de la deuda a cambio del cumplimiento de las políticas destinadas a reducir la crisis climática.
También piden que los fondos europeos del Global Gateway (hasta 300.000 millones de euros de inversión para proyectos sostenibles) se destinen a programas que reduzcan las desigualdades y alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) «a los citados intereses privados y geopolíticos».
Las ONG están mayoritariamente centradas en Bruselas y la presidencia de Pedro Sánchez (o quien le sustituya) del Consejo luchando por cumplir los compromisos climáticos establecidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Finalmente, piden que se impulse un pacto birregional por el cuidado y un pacto birregional por la erradicación de todas las formas de violencia de género, según los marcos establecidos por la Convención de Estambul y Belém do Para.
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